Malman: "Supimos aprovechar la locura de Buenos Aires"

La Ciudad de Buenos Aires sacude a cualquiera que no la conozca. “Sacar belleza de este caos es virtud”, cantaba Gustavo Cerati y esa frase parece encajar muy bien con el dúo Malman, que apenas llegó de Río Cuarto, Córdoba, sacó su álbum debut. “Fue muy natural. La misma inercia de llegar a Buenos Aires, y encontrarnos con su locura, nos hizo maquinar mucho. Desde el lado de la música, lo supimos aprovechar”, dice Agustín Romanelli -voz y batería- sobre Campo (2016), la primera producción del proyecto.

Como Malman no para, ya se encuentran demeando lo que será su segunda placa, mientras celebra sus dos años como conjunto. “Estuvimos grabando algunas canciones por separado. El concepto de disco ya fue, se perdió un poco. Está todo tan ‘scroleable’ que pasas y ves. Si tirás un disco rápido, siendo una banda nueva, es mucha información. La gente por ahí te da la oportunidad, pero escucha solo un tema”, enfatiza Romanelli.

Para Andrés Gutiérrez -bajo y coros-, gracias a este proceso, “le estamos encontrando el sonido al dúo”. Y sostiene: “Profundizamos la búsqueda desde el lado de la batería y el bajo sonando más crudos”. De acuerdo a Romanelli: “Ahora grabamos los instrumentos y después las voces. Es como más simple, pero el desafío es un poco más exigente”.

Para este disco nuevo, que aún no tiene nombre, decidieron trabajar con el productor Ale Vázquez (Carajo, El Bordo), con quien la dupla se siente satisfecho por lo que están logrando. “Él no te dice lo que tenés que hacer, te pone en la incomodidad y te pregunta: ‘¿qué pasa si prueban esto?’ Te volvés a la sala manija. De hecho, de todas las reuniones que tuvimos, nos volvimos a la sala a tocar”, cuenta Romanelli y Gutiérrez lo secunda: “Llegamos con temas que creíamos que estaban bárbaros. Para nosotros ya estaba el disco, pero Ale nos movió todo”.

El sábado 21 realizarán una presentación en The Roxy-La Viola Bar, donde tocarán temas nuevos, covers del rock nacional y reversiones de Campo. “En el vivo hacemos cosas diferentes a lo que está grabado, porque somos partidarios de que lo que en el disco, es para escucharlo y nada más”, concluye Romanelli.