Catnapp arremete contra el sistema

La mayoría de los artistas se definen por lo que hacen. Sin embargo, aunque suene como un oxímoron, también están los que se clasifican por lo que no interpretan. En ese “yo no hago tal cosa” hay una declaración de derechos implícita, una bandera que se levanta, una manera de manejarse ante la vida y, por qué no, una forma de hacerle frente a la industria. Bajo el aka Catnapp, Amparo Battaglia conjuga todos los elementos para ser considerada un error en la Matrix. Y así como Neo se vistió de salvador del universo, ella viene a corromper lo establecido en cuanto a géneros conocidos, al declarar que lo suyo no es ni rock ni electrónica.    

Instalada desde 2015 en Berlín, acaba de abrir su propio sello, Napp Records, por el cual editó su nuevo disco, el EP Back (2017). El sucesor de A Cliff in an Eyeblink (2014) incluye dos feats en los cuatro tracks que lo componen, uno con el productor mexicano AAAA, en “Come”, y otro con el DJ argentino Young Solo, en “Time to Get Through it”. “Al trabajar con otra persona, quizás soy un poco más tímida, doy un poquito menos de rienda suelta y trato de respetar un poco más el estilo del otro”, plantea Amparo y reconoce que siempre le costó colaborar en vivo y en directo con otros artistas. Sin embargo, sostiene, el resultado final hace que todo valga la pena.

Su flamante álbum es una mezcla de lo adquirido y de lo que solía hacer, algo así como una amalgama de su camino recorrido hasta el momento. Por eso pasaron tres años entre una producción y la otra. Nadie dijo que crecer es gratis, mucho menos madurar. “Quedé muy conforme con el resultado”, asume la cantante, una maquina imparable de producir, que inclusive figura en el soundtrack de Focus (2015), la película que protagoniza el Príncipe del Rap, Will Smith: se trata de “Today Tomorrow”, un track que realizó junto Marcianos Crew, realeza del trap local. “Ahora estoy buscando otros sonidos, y queriendo evolucionar de vuelta”, asume, pero aclara: “El EP dejó marcado el camino”.

Además de presentarse en Boiler Room Berlin, este año, después de casi dos temporadas completas, volvió a tocar en Buenos Aires: integró los line up de la fiesta Undertones y de la primera edición local del Festival Sonar y llevó a cabo Catnapp & Friends, en Niceto Club. Al respecto de esta última, dice que “es la primera que se hace en Argentina, y con el aval de la Red Bull Music Academy”. El debut de este ciclo, cuenta, fue en la capital alemana, hace unos meses y bajo el mismo concepto, “invitar a mis amigos músicos a compartir una noche de presentaciones”. En este caso, los socios porteños fueron Pablo Betas, de Bungalovv, los Coral Casino e Imaabs. “Lo mejor de este tipo de shows es poder compartirlo entre gente que se quiere y admira musicalmente”, concede Amparo, que el 12 de enero tocará en Chile, previo a tomarse unas esperadas, aunque cortas vacaciones.

El balance de su visita, comenta, fue positivo (“Quedé sorprendida con la reacción de la gente. Extrañaba mucho presentarme para el público de acá, hubo una devolución hermosa y muy emocionante”). No obstante, admite que no siempre fue así, y que su estilo exótico llevó a chocar contra algunos prejuicios. “El común de la gente es bastante cerrada y le cuesta mucho entender algo que no es clásico, como el rock o la cumbia”, explica sin medias tintas y agrega que son bastantes los que gustan de comparar y criticar. “Tienen mucho tiempo libre para frenar y escribir algún comentario negativo, dando cátedra de algo que no entienden”, dispara y analiza que por esto es muy difícil crecer o desarrollarse en un país donde la mayoría la compara con Yolandi Visser, integrante del dúo Die Antwoord, sólo por tener un corte de pelo parecido. “Se creen muy inteligentes y cultos cuando lo hacen”, concluye entre risas.

Ph: Gentileza prensa/Fiona Castiñeira