"Una trinchera en defensa de la alegría"

Músicos para todos los gustos, estilos y nacionalidades. Fiesta por donde se mire, baile, ironia y reflexión. La Orquestonga es una mezcla de todo esto y mucho más, y cada show que se sucede convoca más y más gente. La Trastienda Club será testigo de un gran 2017 para la banda este jueves 9 de noviembre. Lolo Micucci, pianista y arreglador, charla con El Bondi acerca de este presente a todo ritmo.

-La Orquestonga es una mezcla de grandes músicos que también tienen otros proyectos, ¿cómo convive la banda con los diferentes trabajos?

-Todos venimos con mucho recorrido, acompañando a diversos artistas o con grupos propios. Además convivimos con varias nacionalidades: Roger Bas, nuestro batero, catalán ex Serrat, Ferchu Albareda trombonista ex Cadillacs, Miguel Tallarita en trompeta que ha pasado desde Los Pericos hasta el Indio Solari y palito ortega, Jansel Torres en percusión desde Cuba. Horacio Salerno en bajo, Fedrico Elias en guitarra, Sergio Colombo de Natty Combo en saxo, Lucas Guzman en acordeón que viene de Karamelo Santo. Además Iván carrera en trompeta, José Rangel, Pablo fortuna, yo, Lolo Micucci en piano y arreglos que llevo producidos más de cien discos nacionales e internacionales, y nuestro cantante y compositor Juan Bonaudi de Uruguay, que ya tenía editado tres discos como solista. Además solemos recibir de invitados a Mintcho Garramone, y Rafa de la Torre, trovador cubano... Hay de todo y para todos. Claro que nos une nuestra amistad y el deseo de encontrarnos para tocar este repertorio que hemos ideado con la orquesta. Tratamos de estar todos en cada función, la banda básicamente somos cinco integrantes y los siete restantes van rotando según puedan con sus compromisos y los otros proyectos. Digamos que si toca el Indio esa noche perdemos dos músicos (risas).

-Esto también demuestra una gran cantidad de personalidades y ritmos musicales, ¿cómo logran encontrar el equilibrio de tantos estilos e improntas de cada uno?

-La propuesta fue hacer una música latina bailable que recorra los géneros desde México hasta el Estrecho de Magallanes, por eso encontrarán cumbia, rancheras, bossa, candombe, son y una impronta muy marcada de rock rioplatense. Estamos abiertos a investigar e interpretar todos esos géneros que conviven en la patria grande y que nos parece que transmiten mucha resistencia en la alegría con toda la energía del baile. Todo esto nos convoca a los músicos y desde allí logramos sintetizar la idea musical, digamos que estos son los límites y por allí navegamos.

-Están logrando una gran repercusión y los shows en vivo repletos son una muestra de ello, ¿cómo van viviendo este presente?

-La orquesta ya tiene dos años y un disco editado. El 2017 fue un gran año con muchos conciertos, una gran convocatoria y sobre todo la posibilidad de empezar a viajar por toda la Argentina para mostrar el material. Estamos muy contentos con la repercusión que estamos teniendo y a la vez nos obliga a trabajar cada vez más, de hecho estamos en plena etapa de composición del nuevo disco que saldrá en el 2018. Por lo pronto estaremos en la trastienda el 9 de noviembre cerrando el año en Capital, después iremos para Azul, La Plata, Rosario, y demás ciudades...

-¿Qué preparan para el show de La Trastienda?

-El concierto en La Trastienda tiene el ingrediente que contaremos con la banda rosarina Mamita Peyote, ellos abrirán la noche. Por nuestra parte, presentaremos algo del nuevo material y haremos un recorrido por nuestro disco. Además tendremos invitados y será un hasta pronto en lo que va del año, así que será una noche especial. Además es una sala ideal para disfrurtar de la velada.

-¿Cuál creen que es la impronta que más sobresale en las múltiples cualidades de La Orquestonga?

-La Orquestonga es básicamente una trinchera en defensa de la alegría. El ritmo, la improvisación, el baile y el humor, hacen la característica fundamental de esta orquesta. Hemos apelado a la ironía y nos gusta que el público salga transformado de cada concierto, todos participamos en diversos roles, no solo los musicales, para hacer de nuestro concierto una rato de buena música y diversión. Obviamente también hay lugar para la reflexión y las emociones. Creo que si hay una característica que sobresale, es esa energía revitalizadora de cada concierto... al menos así se siente.