"El disco tiene una temática muy actual"

Blito y Los Intermitentes, el proyecto pop-rock nacional que hace años viene transitando la escena local e internacional, lanzó su segundo disco, cuya producción estuvo a cargo del ex Árbol, Eduardo Schmidt. Pánico (2017) está compuesto por 11 canciones bien ensambladas y que remarcan una mezcla rítmica que la banda va experimentando. En este nuevo trabajo, el rock tomó mayor preponderancia y se pasó a la guitarra eléctrica junto a teclados y sintetizadores. Grabado, mezclado y masterizado por Ariel Lavigna en Estudios Romaphonic y Normade Mix, contó con el apoyo de Mecenazgo Cultural, que lo declaró de Interés Cultural.

La formación, que tiene en sus líneas a Blito Dojman (cantante, compositor, artífice del proyecto y entrevistado), Mariela Stella (teclado y sintetizadores), Germán García Durán (guitarra eléctrica), Germán Coro (batería) y Gustavo Amboage (bajo), intentó buscar un nuevo sonido, más poderoso y envolvente, siempre cuidando la poesía en los temas y la calidad en los arreglos. Tras una breve gira realizada en julio por España y Portugal, el foco está puesto en la presentación oficial el 22 de septiembre, en el Teatro Caras y Caretas del barrio de Congreso.

-¿Cómo nació el proyecto y de qué manera fueron llegando Los Intermitentes?

-Surge desde un plano cancionero y semi acústico, emparentado con la movida de cantautor que se hizo fuerte post Cromañón, donde todos los que hacíamos rock tuvimos que bajar unos decibeles para poder seguir tocando. Empezó como proyecto solista con invitados y de a poco la banda fue cobrando protagonismo.

-¿En sus comienzos cuáles eran los sonidos apuntados?

-Partimos de una formación de rock, buscando un sonido bien acústico con aires de folk. La canción estaba en primer plano junto con los arreglos vocales y siempre que podíamos metíamos instrumentos invitados, como el violín, el acordeón o cuerda de tambores.

-La fluidez musical y las ganas se volcaron rápidamente en Nada (2015). ¿Hoy en día cómo ven a ese primer disco?

-Fue un disco que se grabó luego de tocar esos temas por cuatro años. Fue el cierre de una etapa y está bien plasmada. Eran épocas de pasar por muchos centros y casas culturales, con el sonido que había; nos adaptábamos a cualquier cosa, apenas salía una fecha y se hacía. Iba el que podía, casi siempre con Bárbara Tarantino, que era mi dupla vocal. Esa fue la época que le dio el nombre a la banda: Los Intermitentes.

-La necesidad de sacar un nuevo material los encontró de otra manera. ¿Cómo fue el proceso de trabajo de una alineación renovada?

-Después de años de estar tocando y sosteniendo un proyecto te pones un poco más exigente, por lo menos a mí me pasó. Decidí dejar de querer adaptarme a la escena y buscar más un sonido que me identifique. En ese momento me aprobaron el proyecto en Mecenazgo Cultural, con lo que pude pensar más en frío las decisiones que apunten a crecer como banda. A la hora de armar el grupo para grabar, se planteó como un equipo que continúe tocando y que se consolide como formación. Tuve suerte, porque me topé con músicos que se coparon al toque con la movida y hoy somos una banda.

-En la producción tuvieron la oportunidad de contar con la colaboración de un referente como Eduardo Schmidt. ¿Qué enseñanzas les quedaron?

-Es un groso que viene laburando hace años y las enseñanzas fueron miles. Si bien yo venía produciendo mis discos e incluso cosas de otros, Edu puso todo en un plano muy profesional; establece un piso muy alto, a partir de ahí el techo lo pone uno como artista y la banda.

-¿Por qué decidieron llamar Pánico a este disco?

-El disco tiene una temática, en cuanto a las letras, muy actual. De lo que pasa ahora, la vertiginosidad con la que vivimos, la comunicación constante y nos pareció que “Pánico”, por ser el nombre de una canción, era el que más se ajustaba a ese concepto.

-¿Qué diferencias encuentran entre una placa y la otra?

-La mayor diferencia está en la producción, el sonido y la madurez de la banda. Pánico, a nivel calidad, suena como cualquier disco groso manteniendo una impronta propia. En cambio, Nada suena muy bien pero no a ese punto. En cuanto las canciones, no tienen nada que envidiarle uno al otro, podes encontrar temas lindos en cualquiera de los dos.

-Teniendo en cuenta que buscaban un sonido que incluya más teclados y sintetizadores, ¿están conformes con el resultado final?

-Sí, nos gustan mucho los sintes pero tampoco queríamos abusar. Creo que encontramos un equilibrio justo, donde los teclados suman un montón tímbricamente, pero aportan lo justo que pide cada canción.

-¿Qué experiencias les dejaron las presentaciones por Europa?

-Europa está buenísimo. Te reciben muy bien, hay una linda cultura con la música en vivo y la gente está abierta a escuchar cosas nuevas.

-¿Qué se puede adelantar respecto al show que viene?

-La banda está muy afilada, mejor que nunca. La idea es que los temas suenen como en el disco, pero sin recurrir a las secuencias, así que tuvimos que laburar bastante. Hay algunas versiones, pero en esencia está rescatado todo lo que se grabó, aunque con impronta de vivo. Además, se suman algunos invitados y el show va tener visuales que interactúan con el arte del álbum y con cada canción en particular.

-Si se permiten soñar por un instante, ¿qué deseos esperan a futuro con este proyecto?

-Poder seguir haciendo lo que hacemos, pero cada vez mejor y que le llegue a más personas.

Utilizando la canción como elemento artístico para transmitir un mensaje, Blito y Los Intermitentes juega con los sonidos y la instrumentación para dar a conocer un álbum que merece ser disfrutado.

*Viernes 22 de septiembre en el Teatro Caras y Caretas, Sarmiento 2037. A las 21.