Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Ramiro Abrevaya

"La vida sin música sería mucho más gris y menos mágica"

Cronista: Lucas González | Fotos: Gentileza prensa

20 de Septiembre, 2017

"La vida sin música sería mucho más gris y menos mágica"

Influenciado por su reciente paternidad, el cantante publicó su tercer trabajo, Luma, una obra radiante es muchos aspectos.

Como a muchos artistas, a Ramiro Abrevaya le pegó fuerte la paternidad. En su caso, influenció directamente su obra. Para ser más precisos, su flamante disco, Luma (2017), está cruzado por este acontecimiento: tanto la letra como la música emanan, parafraseando el título, luminosidad. “Todo fluyó muy armónicamente desde la creación de las canciones hasta la producción, grabación, mezcla y mastering. Fue un proceso hermoso y relajado, como el que viví a la hora de soñarlo. Un período de mucha plenitud y poca rosca”, reconoce sobre el álbum que cuenta con la peculiar participación del filósofo contemporáneo Darío Sztajnszrajber, quien realiza una suerte de recitado en  “Mareo”.

-¿Cómo llegó Darío Sztajnszrajber a participar del proyecto?

-A Darío lo vengo siguiendo hace mucho tiempo, soy fan de él y de su trabajo, de su estilo, su manera rockera y directa de transmitir data que suele ser muy pesada y compleja de interpretar. Cuando lancé Filo (2014), se lo hice llegar y le gustó mucho. Tanto que lo recomendó en sus redes, y eso para mí fue un mimo impresionante, que me envalentonó para pensar en proponerle participar en una canción. Mientras gestaba Luma apareció la idea, se lo propuse, le gustó, así que el resto fue coordinar agendas (la suya es muy compleja) y entrar al estudio. Todo salió muy bien y rápidamente.

-Hablando de filósofos, ¿coincidís cuando Nietzsche afirma que la vida sin música sería un error?

-¡La vida sin Nietzsche sería un error! (Risas) No sé si “error” es la palabra, pero seguramente sería una vida mucho más gris y menos mágica, porque la música es el arte que está en el aire, que invade nuestras emociones, que nos acompaña y muchas veces educa. Yo no puedo concebir la vida sin música, nací en una casa donde sonaba todo el día, a toda hora, a mucho volumen, y eso me marcó el camino.

-A siete años de haber lanzado tu primer disco, el EP Test, ¿te hubieras imaginado en aquel momento terminar haciendo una obra tan radiante como Luma?

-No, porque siempre tuve una tendencia a experimentar con los sonidos. Pero la vida te da sorpresas, y ésta fue una muy agradable. En la época de Test, tenía una tendencia más barroca en mis gustos, en la manera de producir, muchas capas y efectos incluso en la voz. Con el tiempo fui limpiando, y en Luma llegué al otro extremo de la pulcritud y el uso de instrumentaciones convencionales. Esto en gran parte es gracias a Arian Frank, mi coproductor artístico, que ayudó mucho para darle esa aura orgánica a las canciones.

-¿Qué preparas para la presentación en La Tangente?

-Un repertorio fresco, muy rítmico y sensible, una reinterpretación de Luma adaptada a un quinteto de carácter popero, rockero y cancionero. Vamos a rescatar y exaltar las canciones más que los arreglos y la producción, porque ese fue el gen del disco y es lo que quiero que el público reciba: cinco músicos que vibran entre ellos y con la música, que ríen de alegría mientras sienten lo que están haciendo. Preparo una fiesta llena de invitadxs (sic), hermanos musicales que adoro y con los cuales nos complementamos en nuestros caminos: Fede Wiske, Julio Molina y Arian Frank, de Los Pecera; Tomás Aristimuño, Nacho Ragone, de Trapalanda; la bailarina Amanda Ruiz y el musicazo platense Mato Ruiz. Además, me acompañará mi grupo, Los Gentiles, sonando al 100 por ciento y con un nivel de conexión tremendo. El show de apertura estará a cargo de Shura Multivac y la musicalización de Fernando Cárdenas (Discos Perfectos). Con este equipazo nada puede fallar.

*Foto: Gentileza prensa/Nati Bordesio
*Miércoles 20 en La Tangente, Honduras 5317. A las 20.

 

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