"La clave es romper con el prejuicio propio"

El tercer disco de Algo Mejor ya es una realidad. Perfume Etéreo lleva su aroma de rock y pop este sábado 16 de septiembre a La Trastienda y la charla con se va enriqueciendo gracias a las cervezas artesanales que decoran la tarde en el barrio de Palermo.

La producción del nuevo trabajo a cargo de  Juan Manuel Romero y Germán "Guarni" Guarna (ex cesionistas de Tan Biónica) fue fundamental para la banda y es lo primero que nos hacen saber Eneas Fraccarolli (voz y guitarra) y Mariano Bejar (guitarra) al comenzar la charla: “Aparecieron mágicamente por las cosas de la vida y fue muy loco lo que pasó con el primer demo que le mandamos, porque nos devolvieron algo que directamente nos fascinó”.

-Se nota una búsqueda fuerte en cuanto a un sonido en el disco, y es algo que está pasando con muchas bandas en la actualidad.

Mariano Bejar: -Contrariamente a muchas teorías de los dinosaurios del rock que ya se están por morir y no tienen más que hacer que hablar, de que “ya no existen bandas o bandas que suenen bien”. Loco, no salís un puto viernes a la ciudad. Entrá a cualquier lugar y está lleno de bandas originales, bandas increíbles que suenan modernas, y el nivel que tiene el circulo que te rodea, te obliga a hacer las cosas bien. A nosotros eso nos encanta, nos apasiona practicar para hacerlo bien.
Eneas Fraccarolli: -También ahora existen esas cercanías con las bandas, que es algo que se da en en nuestra generación. Antes era la banda que ensayaba en secreto y no iba ningún invitado. Esta inclusión te hace ver que bandas con ya 15 años tienen ciertos pedales o cierto ampli, y esas cosas son muy enriquecedoras para los jóvenes.

-Eso que decías antes de los mayores que se quejan de que no hay nada nuevo, por suerte ahora son refutados y con fundamentos, no como antes que se les decía “sí, tenés razón, el rock está muerto”.

EF: -A esas personas que critican no las ves en ningún show. Nosotros estamos ahí, viendo un montón de bandas.
MB: -Y ves bandas que no podés creer lo bien que tocan. “¡Somos unos muertos!”, decís (risas).
EF: -Richard Coleman, por ejemplo, es uno que va a ver bandas e interactúa, pero son contados. ¿Desde que punto hablas si no salís? O después juzgan a todos por dos bandas que escuchan en la radio. Yo siempre le digo a mi hermana, que si cuando crezco me llega a pasar eso, que me lo haga saber y me pegue. Esta perfecto que no te guste, pero si hay tanta movida algo está pasando, así que no saltes con odio. Lo mismo pasa con el reggaetón, o la cumbia en su momento, van pasando y los pibes van a bailar y lo re disfrutan, escuchan las canciones y lo disfrutan.

-Bueno. Eso lleva a algo que pasa hace mucho y es que el rock ya pasó a un segundo plano en plano musical general.

EF: -Totalmente. Me pasa a mí, que tal vez hoy escucho más a Maluma que a los Arctic Monkeys, por decir un ejemplo.
MB: -A nosotros nos pasa eso a la hora de tocar, que siempre metemos algún cover, y van cambiando los temas. En La Trastienda de año pasado hicimos un tema de David Guetta, porque el tema está buenísimo.

-A mí el tema ese que dice “la noche está para un reggaetón lento” me parece un gran tema (risas).

EF: -Olvidate. Es más, veníamos para acá escuchando la radio y pasaron “Despacito”, y parecíamos los italianos de ese video que se viralizó.
MB: -Es que si la canción está buena ya está. Si “Yesterday” hubiera nacido siendo una cumbia de entrada hubiera estado buenísima igual. Por eso nosotros cuando tocamos temas de otros géneros, un poco es por nosotros, pero también es decir “ok, somos rockeros, o pop rock, pero nos gusta tocar esto también”. Y la gente después flashea y cae en que es verdad, está buena la canción.

-Recién te corregías agregando el pop en lo que ustedes hacen. Y es verdad, ustedes comparten caminos con bandas que no son tan parecidas a lo que ustedes hacen.

MB: -Siempre fue como que estuvimos en el medio. No llegamos a ser ni las bandas indies que tocan en el Roxy de Palermo a medianoche, ni las bandas que tocan en Teatro Flores. Estuvimos en esa dicotomía de que estéticamente o como tocamos nos corremos para un lado, y tal vez nuestra forma de vivirlo es más del otro. Y entonces voy a ver a Todo Aparenta Normal, después a un chabón indie rarísimo, y más tarde a unos amigos metaleros a Club V. Y entonces decís “ya no se ni que soy” (risas).

-¿Se lo preguntaron eso en algún momento?

MB: -Mientras más te lo preguntas menos vas a encontrar tu lugar.
EF: -Sí, el planteo fue ese: nos codeamos con bandas que por cuestiones de la vida o de cercanía terminaron siendo amigos, como El Bordo, Salta la Banca o Las Pastillas del Abuelo. Uno se junta con gente con la que se van dando las cosas, sin forzarlas. Y sentíamos, y nos lo decían, “che, miren que ustedes son otra cosa”. Y después vamos a tocar con El Bordo o De La Gran Piñata, y la gente se nos queda mirando en silencio, pero después nos decían que les había gustado mucho la banda y el show en vivo.
MB: -La clave es romper con el prejuicio propio.

-Y ahora llega La Trastienda…

MB: -Estamos neuróticos. No tocamos muy seguido así que buscamos perfeccionar todo lo más posible en cada show. Este en particular va a tener todo el disco nuevo y casi todo el anterior.
EF: -Estamos tocando menos, para aprovechar y poder tocar en un lugar como La Trastienda y no estar tocando el tiempo en lugares chiquitos. Queremos tocar en lugares donde nos podamos desarrollar y dar un show más contundente. Pero claro, además tenemos que estar a la altura. Porque por más que ensayes, después tocás y cambia todo, te cambian los tempos, la percepción de las cuerdas. Es como en el futbol entrenar y no jugar. Los minutos en cancha son otra cosa. Y se nota.