Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Rocco Posca

"Fue un flash que a Fito Paéz le guste mi música "

Cronista: Fernando Villarroel | Fotos: Anabella Reggiani

25 de Julio, 2017

"Fue un flash que a Fito Paéz le guste mi música "

El joven, que se encuentra presentando el flamante Niños del Universo, le cuenta a Revista el Bondi cómo afronta la crítica y de qué manera lleva sobre sus hombros eso de ser "hijo de".

Rocco Posca es un joven agradable y cálido. Un muchacho que se encuentra en el umbral entre la adolescencia y la primera etapa del mundo adulto, pero que todavía se muestra en estado puro; en su mirada se puede apreciar esa necesidad de seguir viviendo toda esta aventura como si se tratara de un juego -con responsabilidad, pero con cierta inconsciencia. A punto de lanzar al mercado su primer trabajo de estudio, se lo observa feliz y con ansiedad de poder mostrar su arte. Rocco todavía sigue siendo un niño y se encuentra a punto de dar a conocer su universo. 

-¿Qué sonido estabas buscando y cuál fue el que terminó saliendo en Niños del Universo, tu álbum debut?

-Este fue un disco que se dio muy sobre lo que ya estaba. Arranqué a componer a los nueve y hoy puedo decir que ya, desde ahí, hay cosas que se pueden encontrar en el álbum; son un conjunto de canciones que traigo desde siempre. Las composiciones tienen más que ver con mis 15 y 16 años pero, en realidad, es todo un proceso que viene desde hace mucho tiempo. Está muy presente el aspecto lúdico porque siento que todos somos niños y eso fue lo que quise que se vea plasmado.

-Destacás que la concepción del disco tiene su origen casi desde el momento en el que tuviste tu primera conexión con la música. ¿Qué te pasó cuando descubriste las composiciones que hiciste nueve años atrás?

-Uno va evolucionando y hubiera sido casi imposible sacar este material a los nueve, pero a veces me pasa que descubro algunas secuencias de acordes que me sorprenden bastante. Compongo desde que soy muy chico y, aún hoy, es algo que sigo haciendo todos los días. El tema es que, cuando firmé el contrato, todo cambió porque tuve que frenar y pensar: "Bueno, ¿qué tengo para empezar?". Y me encontré con muchas cosas, como rock más setentistas -"Caos y cosmos"- o canciones más al estilo Dandy Warhols -"Vacío inmenso"-.

-¿Hoy seguís manteniendo la misma dinámica de composición?
-En este momento me estoy planteando componer más desde un concepto, para poder lograr algo mucho más integral, más al estilo The Wall.

-¿Por dónde pasan tus influencias?
-Desde Nirvana a Spinetta y Charly. Siempre escuché mucho y eso, por un lado, es buenísimo pero, a veces, es un problema porque uno dice "bueno y ahora qué más". Hoy escucho Jimmi HendrixLed Zeppelin y, en este momento, estoy a full con Pink Floyd. A partir de ahí fue que me animé a meter un teclado, porque me di cuenta de la fuerza que le imprime. Me copa mucho la música instrumental y bandas como Time ImpalaSmashing Pumpkins.

-Cuándo en 2015 teloneaste a Jake Bugg te preguntaron por tu disco y dijiste que, de ser por vos, ese material ya hubiera estado a la venta. ¿Qué cambió desde aquel entonces hasta hoy?

-Primero que nada, siento que cambió todo –y mucho-. Esto es el fruto de perseverar, de resistir varios momentos de soledad. Mi universo cambió cuando me crucé con Luke, Simón y Joaquín (compañeros de banda). Siento que voy surfeando una ola, pero sin saber cuándo romperá, y es lo más. Hay momentos en los que siento incertidumbre, pero lo que está sucediendo es impresionante.

-Se nota que le das mucha importancia a las composiciones. ¿Qué podés decir de las canciones del disco?
-Y… son canciones que no son fáciles de escuchar. Todas tienen un contenido, un concepto y una estética. No son canciones "chupete", como "Despacito" (risas), de esas que sólo tienen el "sabor del momento". Éste material requiere de más tiempo para que la gente entre y se conecte con él. Sin embargo, ya hay bastantes personas vibrando con esto y eso me alegra porque (al principio) creía que era sólo yo el que lo disfrutaba.

-Hablaste de una adolescencia un poco desolada, ¿fue muy dura?
-La adolescencia suele ser un momento de cambio muy fuerte para todo el mundo. En mi caso, tuve muchos amigos en la infancia y, de repente, por esas cosas de esta etapa cambiaron; por alguna razón, creía que estaba solo. Aunque eso no era tan así, porque mi familia siempre me acompañó. Justamente, en el medio de ese proceso fue que encontré en la guitarra a una aliada y me pegué a ella. Fue un momento un poco bravo, pero -por suerte- hoy me rodeo de gente a fin y me vuelvo a sentir acompañado.

-Otro de los temas de los que hablas recurrentemente es la "estética". ¿Qué es para vos este concepto?
-Cuando hablo de "estética" no pasa sólo por cómo nos vestimos o nos paramos sobre el escenario. Me refiero a los modos, la forma de hacer las cosas; es una sensación de constante búsqueda de gloria y de bancar la incertidumbre. Espero que los escuchen el material encuentren algo inédito y que no suene como todo lo demás.

-Hasta el momento, los cortes publicados ("Connections", "5 mil 8 veces" y "Sin pensar fui a la orilla") fueron muy bien recibidos por los medios.
-Sí, y además muchos músicos fueron los que apreciaron con cariño el material. Artistas como Fito Paez, Diego Tuñón (de Babasónicos) o Lolo (ex Miranda!), entre otros, hablaron bien y eso es gratificante. Por parte de la gente, aún siento que falta tiempo. Entiendo que recién está entrando en el público, por eso sé que necesitamos tocar mucho para que se pueda afianzar fuerte.

-¿Qué te pasó cuando Fito dijo que le gustaba el disco y tocó con ustedes en una de las presentaciones del material?
-Flasheé. Él es un tipo muy groso y sus primeros álbumes me volaron la cabeza. Del 63 (1984), Giros (1985) y La la la (1986), son discos que escuché siempre y fue muy lindo cuando vino a tocar con nosotros, porque fue un cruce de generaciones en el que, si bien hubo un respeto, también tuvimos cercanía. Nos tratamos como pares, fue hermoso.

-Tu viejo (Fabio) es un tipo que, además de talentoso, goza de mucha popularidad. ¿Cómo llevás eso de tener un "padre conocido"?
-Con mucha naturalidad. Él hace algo muy propio y yo también; somos familia y lo digo con todo lo que eso implica. No siento que sea "el hijo de Fabio Posca", sino que soy el hijo de Fabio, nada más. Tengo una construcción completamente distinta de la que pueden ver y apreciar los demás. No hay peso, por el puro amor que nos tenemos. Él siempre está siempre apoyándome. Lo único que me pide es que terminé el colegio (risas) pero, en lo estrictamente artístico, me deja que haga lo que quiera.

-Además de la música, ¿cuáles son tus otras actividades?
-Estudio teatro con Nora Moseinco. Ese es un espacio de completa libertad y exploración, que quiero mantener así. Estoy terminando el colegio y cuando finalice, voy a empezar una carrera en el IUNA, aunque lo voy a hacer para poder seguir tocando la guitarra. Para cuando ya me pueda bancar solo, no me verán por ninguna universidad (risas).

-En pocas palabras y, a modo de resumen, ¿por qué hay que escuchar Niños del Universo?
-Creo que hay que hacerlo porque todos deben permitirse oírlo sin prejuicios y ver qué es lo que les pasa. Porque sea una mierda o lo más, tienen que poder decir "lo escuché".

*Viernes 4 en La Tangente, Honduras 5317. A las 20.

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