"El under es perder plata, pero te da muchísimas satisfacciones"

No será una fecha más, eso es seguro. Porque cuando los anhelos se cumplen, la marca queda. Indeleble. Para siempre. Con ocho años de carrera y dos discos en su haber, Improvisación (2013) y Si pudiéramos ver (2016), Cuesta Arriva llega por primera vez a una de las salas más importante de la escena porteña, The Roxy Live. “Nuestra apuesta más grande hasta el momento, sin dudas”, arriesga Bruno Perassolo, cantante del grupo oriundo de Quilmes. “Tenemos muchas expectativas, ya que le venimos metiendo mucho laburo”, dice y cuenta que hace dos meses y medio metieron el freno de mano, y que sólo se dedican a ensayar y la organización del show. “Es un sueño que teníamos”, confiesa.

-Para tamaña fecha, ¿qué se prepara?

-Después de haber tocado en tantos lugares, la idea es aprovechar las posibilidades que nos brinda el Roxy, como una pantalla LED atrás del escenario, las luces, e inclusive el espacio que tenemos en el escenario, algo elemental para nosotros que somos muchos (ocho en total). Entonces, cuando llegas a este tipo de salas, lo aprovechas de otra manera, tanto la puesta en escena, como las visuales y los tiempos, además del sonido.

-Hoy en día, ¿cómo es el circuito para el músico emergente?

-Lamentablemente, a veces las condiciones para tocar no son las mejores, pero tampoco existen tantas posibilidades, en parte porque muchos lugares están cerrando. El apoyo cultural que debe brindar el Gobierno no se está notando, o si lo hacen, es menos que antes.

-Al margen de las salas, ¿cómo es desarrollar el oficio de músico?

-Actualmente, hay otro tipo de posibilidades, que en contra época no estaban. Como las redes sociales, por ejemplo. Las bandas como las nuestras, que son nuevas, tienen un montón de formas de mostrarse. Con el armado de los discos ocurre algo similar, ya que las herramientas ahora son otras y más accesibles. Está todo preparado para que uno pueda mostrar lo que hace. Obviamente, las calidades varían de acuerdo al equipamiento con el que cada uno cuente. En nuestro caso, tanto para hacer los discos como para otros gastos, tenemos el pozo Cuesta Arriva, en el que cada músico aporta una cuota. También se junta con los shows, aunque no es tanto, porque uno quiere que la gente venga, pague lo menos posible, disfrute y, a su vez, tener alguna ganancia. Es una combinación un poco complicada (risas). En resumen: el under es perder plata, pero te da muchísima satisfacciones. Es como comprar la felicidad (más risas).

-Yendo a lo artístico, están presentando su segundo disco, Si pudiéramos ver.

-Sí, un trabajo que representó un cambio bastante grande, más si lo comparamos con el primer álbum, ya que, como indica su nombre, tuvo mucho de improvisación, de que surja todo de repente. Aquellas fueron doce composiciones que nos dejaron bastante conformes, aunque hoy lo escucho y le encuentro ciertas cositas. También hay que decirlo: éramos muy pendejos. En cambio, este segundo trabajo está mucho más preparado, además de haber sido producido por Nelson Pombal (La 25, Guasones, Charly García). Es un tipo que la tiene muy clara, que no es muy nombrado en los medios, y que merece un reconocimiento mucho más grande del que tiene. Fue un gran resultado. Igual, el tercero va a estar muchísimo mejor.

-Cuando hablaste del primer disco, hiciste una autocrítica, algo no muy utilizado por los artistas, ya que cuesta reconocer el error propio.

-Es que no lo llamaría un “error”. Uno, el músico, va modificando su forma de tocar, porque se aburre, y porque quiere mostrar otra cosa a la hora del vivo. Son variantes con las que contamos. También ocurre a la hora de hacer un disco. En el caso del segundo, cuando lo escuchas, percibís que no hay una línea establecida. Hay un reggae, un rocanrol, un rock medio glam y hasta algo country. Es lo que me gusta de nuestra propuesta, no tenemos algo predeterminado que nos obligue a sonar siempre igual.

-Siendo muchos, debe costar unificar criterios, ¿no?

-Sí, es complicado. Por suerte, en estos ocho años como banda nunca hubo una piña (risas).

-Esa comunión que existe entre ustedes, también fue algo que rescataste de la escena emergente en más de una ocasión.

-Ocurre que hay una muy buena energía entre los músicos. Está bueno lo que se está dando y espero que se siga expandiendo. Pero esto también se replica con los seguidores, porque se formó un público que sigue al under.  Y viendo que no tenemos ningún tipo de acompañamiento por parte del Estado, está bueno que nos apoyemos entre nosotros.

*Sábado 4 de marzo en The Roxy Live, Niceto Vega 5542. A las 20. Banda Invitada: Fisurado & Paranoico.