"Tuvimos que madurar y encarrilarnos"

"Sentir que es un soplo la vida, que 20 años no es nada", así dice una estrofa de "Volver", ese tango que inmortalizó Carlos Gardel. Tranquilamente, Perro Loco podría sentirse identificados: casi dos décadas después, editaron su álbum debut. Lleno de perlitas, vivencias e invitados de lujo, el guitarrista Claudio Pelli habla sobre Rock & Roll Ritual y su eterna gira que no para ni un fin de semana. 

-Son una banda de casi 20 años, ¿cómo fue la preparación de reciente álbum debut?

-Se compone de canciones guardadas a lo largo de la historia de la banda, todas inspiradas en vivencias de los integrantes. Presentamos cerca de 30 temas, de los cuales seleccionamos, junto con nuestro productor, las diez que finalmente quedaron. Fue un arduo trabajo en el que las ideas fluyeron para enriquecer cada canción.

-¿Dónde grabaron el disco?

-Lo registramos en Estudios Daniel Leonetti, en el barrio porteño de Villa Crespo. Desde el trabajo de pre-producción hasta el mastering final (exceptuando “La banda o yo”, que fue mezclado y masterizado por Pablo Governatori, en PTI Studios, Panamá, quien ganó un Grammy en 2015 por su trabajo técnico en edición).

-¿Por qué tardaron tanto en publicar su primer trabajo?

-La banda tuvo muchas fluctuaciones y atravesó momentos difíciles. En su momento, grabar un disco no era nuestra prioridad, ya que estábamos viviendo el día a día, muy intensamente, y las cosas se nos iban de las manos. Necesitábamos madurar y encarrilarnos. Siempre fue todo muy rápido, sin parar de tocar, y en ese vértigo no fue fácil encontrar el momento y la calma para hacer un verdadero trabajo de grabación. Mucho más sabiendo e los compromisos que un disco implica, tanto en tiempo, dinero y, en lo más importante, creatividad.

-¿A qué se debe el nombre del álbum?

-A una sugerencia de producción, el título debía ser el nombre de uno de los temas. "Rock & Roll Ritual" definía la temática general del disco en pocas palabras y, además, nos pareció interesante porque era bilingüe, que podía llamar la atención a simple vista al público anglosajón y de habla hispana.

-El disco posee varios invitados, como Walter Meza (Horcas) y Jorge Araujo (ex Divididos). ¿Cómo dieron con ellos?

-Sucedió que estaban realizando otros proyectos dentro del mismo estudio. El contacto nace a través de nuestro productor, Daniel Leonetti, y después fue todo natural: escucharon los temas y, partiendo de la buena predisposición, dimos la libertad de que elijan el que más le gustara, para que vengan a dar su "toque especial".

-El álbum fue postulado para los Premios Gardel, ¿qué sienten al saber eso?

-En un primer momento fue recibido con mucho asombro y alegría, realmente era algo que no esperábamos. Fueron muchas buenas noticias juntas, partiendo de que un sello discográfico, como Fonocal, se fijara en nuestro primer material. Luego de eso, nos encontramos con la postulación. Después pasamos a la etapa de disfrutar de lo que está pasando, y ese es el momento donde en el que te das cuenta que está sucediendo toda esa historia, que uno sólo la vivía en su mente. Y al final sentimos orgullo, sobre todo cuando la gente viene a darte la mano y felicitarte por lo que de a poco vamos logrando.