Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
Seguinos en
Banner

Las Piñas

"Hacer canciones a veces viene aparejado de una gran inseguridad"

Cronista: Lucía Fernández | Fotos: Gentileza prensa

23 de Febrero, 2017

"Hacer canciones  a veces viene aparejado de una gran inseguridad"

El poder femenino avanza y la banda en su corta vida reafirman dicha premisa, por eso conversamos con ellas sobre su travesía sonora en constante expansión.

Las Piñas se formó en la ciudad de La Plata durante el 2015. Antonela Périgo, en batería y Sofia Cardich, en guitarra, son quienes además le ponen voz a las letras que atraviesan el garage surf. Desde que comenzaron a tocar recorrieron diversos escenarios no solo a nivel local; Paraguay, Chile y Estados Unidos (país en el que además el sello Yippie Ki Yay editó su primer demo en cassette y vinilo) son algunos de los lugares en los que presentaron su reciente disco de estudio Espanto Caribe.

-A través de la improvisación comenzaron a componer canciones y finalmente concretaron Las Piñas. ¿En qué medida el compromiso como banda ahora obliga a una mayor exigencia, elaboración y producción?

-La verdad que desde un comienzo nos comprometimos al máximo, tratando de hacer las cosas lo más profesional posible y tomándonos todo bastante en serio. Compartir escenarios con grandes bandas, ver a las que nos gustan, nos hace querer crecer en lo musical. Es como que ver a las bandas de las que sos fan, que te movilizan de verdad, te incentiva a querer hacer cosas nuevas y superarte. Todos tenemos nuestro momento de auge, la idea es mantenerse en el tiempo y renovarse constantemente y eso es a lo que apuntamos en la actualidad.

-En poco tiempo lograron expandir su música, hasta el sello estadounidense Yippee Ki Yay Records decidió editar su disco debut. ¿En algún momento fantasearon con eso?

-¡En ningún momento! Nunca pensamos que íbamos a pasar por esas cosas. Todo fue una gran sorpresa. Meche, una amiga, nos dijo algo así como “nunca esperen mucho pero tampoco poco”. Así que a lo largo de estos años nos dejamos sorprender por las cosas que nos van sucediendo pero sin tirarnos abajo.

-¿Qué expectativas tenían con Espanto Caribe?

-Sabemos que hacer música es exponerse demasiado a uno mismo y no sabes cuál va a ser la respuesta del público, o cómo van a recibir esas cosas que a vos te parecen que están buenas pero que no sabes si al otro le van a llegar. Es un sentimiento raro el de hacer canciones, que a veces viene aparejado de una gran inseguridad. Lo bueno de Espanto Caribe es que salió a modo de cierre de un año que había sido hermoso. Tiene todas las canciones que ya habíamos tocado mil veces, que habían funcionado bien, así que sabíamos que iba a tener una buena recepción. No había gran incertidumbre porque éramos nosotras, con bocha de reverb, muy lo-fi, DIY, lo que veníamos haciendo. Y si te gustaba vernos en vivo eran esos temas que siempre tocábamos y con la misma esencia. O al menos eso intentamos en ese primer disco.

-¿Hubo un punto de quiebre en su carrera?

-Somos una banda súper nueva, no sé si superamos muchas cosas. Sabemos que tocamos con nuestras bandas preferidas, que sacamos nuestro primer disco, que en marzo sale uno nuevo y el resto es incertidumbre. Sí sabemos que nos propusimos tocar menos y dedicarnos más a la composición.

-Indudablemente, La Plata es un semillero artístico. ¿Por qué creen que existe esa conexión cultural en la ciudad?

-La Plata es una ciudad con mucha gente joven, que se renueva constantemente. Viene gente de todos lados a estudiar, traen sus cosas, sus influencias y convergen ahí, en la ciudad. Se generan cosas nuevas y distintas porque se cruzan distintas personalidades con distintos hábitos, intereses. La movida cultural siempre fue muy importante en La Plata y esperemos que siga siempre igual.

-¿En qué medida ser de ahí influye en ustedes y en su proyecto?

-Ser de La Plata tiene una contra y es que es muy difícil salirse de la ciudad, expandirte. Sabíamos que hay una gran movida y muchas bandas se quedan ahí y hacen su recorrido solamente en la ciudad. La idea desde un comienzo era poder tocar en todos los lugares que sea posible y si bien amamos hacerlo en La Plata, no queríamos morirnos ahí. Por suerte sucedió.

-El surfer rock no tiene tantos referentes a nivel local, ¿creen que eso también les permite explotar al máximo la sonoridad?

-No sabemos hasta qué punto somos una banda surf rock, pero sí es cierto que en algunas canciones hay tintes del género o sonoramente también. Apuntamos especialmente a encontrar un sonido en particular y a tratar de hacer algo diferente, si bien llevamos el indie en las venas y es lo que más nos gusta, no queremos perder el foco y buscamos seguir por un camino definido. No sabemos si lo conseguimos o no, pero es cierto que cuando surgió la banda causó sorpresa y buena aceptación, tal vez por ser algo distinto.

-¿De qué manera fueron buscando su propio sonido y adquiriendo personalidad?

-Desde la primera canción que surgió sabíamos cómo queríamos sonar y si bien hicimos en el camino muchísimas canciones, surgieron distintas ideas, que se fueron descartando para no descarrilar. Tenemos una idea de la banda clara y definida y por eso somos fieles al sonido inicial, al tipo de letra, a las estructuras de los temas. Tratamos de renovarnos, pero sin perder la esencia y es lo más difícil del mundo.

-¿Cómo fue volver con mayor experiencia a Paraguay para participar de El Festi?

-Paraguay es como nuestro segundo hogar. En pocos lugares la pasamos tan bien tocando como ahí. Le debemos mucho a esos chicos que nos van a ver y volver a tocar, después de habernos presentado en 2015, fue más mágico que la primera vez inclusive. Hay una conexión muy grande con ese público.

-¿Qué representa para ustedes poder ser parte de una escena musical que hasta el momento estaba ausente en Asunción?

-Le debemos muchísimo a EEEKS, que nos llevó a tocar allá por primera vez y es una banda distinta en Asunción y que admiramos mucho. Estamos contentas de que cada vez surjan más grupos y de que la escena vaya creciendo. Hay mucho talento en Paraguay que tiene que ser plasmado.

-Este año tienen pensado nuevamente girar por Estados Unidos. ¿En qué medida la experiencia de interactuar constantemente con públicos diversos interviene en su impronta?

-Lo que más nos gusta en el mundo es viajar para tocar. Tocar para distintas personas, de distintos países, de distintas culturas, es un desafío increíble y demuestra que la música sobrepasa el idioma. Este es el objetivo principal de la banda, viajar y tocar.

Foto: Gentileza prensa/Camila Enrique. 

TODAS LAS FOTOS