"Tocar acústicos no era una elección sino más una cuestión de posibilidades"

Amor en la Isla desde sus inicios consistió en una mutación del proyecto solista de Sol Marianela, reconocida por haber publicado Hasta nunca (2014). Junto a Lucas Mariño (batería) y Nacho Flores (bajo), en julio del 2015, ya en formato trío, grabó el primer EP , Un lugar para vivir y menos de un año después el primer larga duración, Playa Crocante.

-¿Crees que, a diferencia del EP, el LP refleja más el concepto que con su música quieren transmitir?

-Aún no lo sabemos. Todavía estamos descubriéndonos. Pero creo que nos gusta más el EP.

-El tiempo que le dedicaron a cada uno inevitablemente influyó en esa diferenciación, ¿no es así

-No necesariamente. De hecho, le dedicamos mucho tiempo al disco, meses. Pero, por ejemplo, el EP Trashy Feelings (2016), que es posterior, se compuso en un par de días de la misma semana y se grabó todo en una jornada.

-¿Resultó complejo mostrar que ya no eran tu proyecto?

-No, para nada, quizás perdimos gente que gustaba más del formato solista y más acústico, pero nunca nos importó nada y siempre hacemos lo que queremos.

-¿Y cómo fue el proceso de adaptarse a esta nueva sonoridad?

-Seguimos en ese proceso, descubriendo el poder del eléctrico, ensayo a ensayo, fecha a fecha. Pero, en verdad, es algo que ya habíamos probado en otras oportunidades, previo a grabar mi disco solista, que de hecho es bastante eléctrico, porque la verdad es que tocar acústicos no era una elección sino más una cuestión de posibilidades. De todos maneras, la totalidad de las canciones de Amor en la Isla nacen de la misma manera que una canción solista de SM: con una guitarra acústica.

-¿En qué aspectos se ve reflejada la maduración del trío?

-En los vivos, en poder grabar un EP en un día y que el resultado sea altamente positivo. Trabajamos mucho para ser cada día una mejor banda.

-Isla y playa son dos conceptos que se relacionan con el mar. ¿En qué medida  estas ideas se vincularon intencionalmente e intervinieron en el concepto lírico?

-Bueno, yo soy de Villa Gesell, pero no fue nada buscado. Hasta el nombre de la banda se dio por casualidad. Creemos que es místico y que todo el concepto siempre estuvo ahí esperando a que lo descubriéramos.

-¿Cómo fue el proceso inspiracional y de materialización en Playa Crocante?

-Fue largo; algunas canciones las empecé a escribir en enero de 2015 y la última en febrero del año siguiente. Al principio todo se dio natural y luego, al ver que había un hilo conductor, intencionalmente buscamos seguir por ese lado. A nivel materialización, Playa Crocante no existiría sin el apoyo incondicional de Wonderland Estudios y Chancho Discos.

-¿Cómo llegan a Chancho Discos?

-Realmente no buscábamos sello, siempre fuimos muy independientes, pero en un momento nos dimos cuenta que para materializar el disco necesitábamos ayuda y Chancho apareció con la mejor onda e intenciones. Hoy somos parte del mismo equipo, ¡y seguimos considerándonos independientes!