"Escribo desde una óptica más comprometida con el sentimiento"

Santiago Martínez es carismático, tanto arriba del escenario como abajo. O, inclusive, por teléfono, cuando le cuenta a este medio cómo está preparando su próxima presentación (¿la última del año?), el jueves 22, en La Plata. También confiesa que llega a esta fecha con “cierto agotamiento”, pero con alegría, por todo lo que está viviendo. Y anticipa que piensa hacer canciones que incluirá en su primer álbum solista, como otras “miles” que quedaron afuera, y promete que habrá alguna de El Kuelgue, agrupación en la que se desenvuelve como tecladista, cantante y songwriter.

A la hora de caracterizar sus shows en plan solista, el músico sostiene que apunta a lugares íntimos y chicos, “donde se da una cosa linda”. Por otra parte, cuenta que hay mucha complicidad con el público y, aunque las composiciones no tiene tanto que ver con lo absurdo, sostiene que hay humor en lo que expone.

En lo que respecta a su primer disco, el cual piensa publicar el año que viene, admite que está casi todo registrado, pero falta el tiempo para terminar de armarlos. Tanto él, como su productor, Chuky de Ipola (ex Piojos), tuvieron una temporada ajetreada, lo que retrasó todo el proceso y la posibilidad de darle una “necesaria vuelta de tuerca a la grabación”.

A nivel compositivo Martínez apunta que no hay mayores diferencia entre lo que hace para El Kuelgue y su repertorio; de hecho, reconoce que hay varios lugares en común. Y aunque  “por ahí” no hay mayor lugar para el absurdo, la palabra cobra un papel relevante, ya que la utiliza para la asociación y como un sonido, y no tanto por su significado. Además, aclara: “Me hago lugar para escribir de otras cosas, desde una óptica más comprometida con el sentimiento, pero nunca tomándome nada demasiado en serio”.  

Enfermo por la obra de Litto Nebia, el músico se declara fanático “de las cosas viejas”. Y aunque los registros de sus canciones no son tantos, por YouTube o Soundcloud se puede apreciar las influencias del tecladista. Por ejemplo, en “La Partida” se percibe una reminiscencia a Fito Paéz; mientras que en “Se apagarán”, sobrevuela la presencia del ya mencionado Nebia. “Descubro más cosas mirando para atrás. Por eso me gusta mucho lo que pasó en este país”, concluye Martínez.