"Nunca hicimos una militancia del padecimiento de lo underground"

Cuando se ingresa al universo raviolo hay que hacer un paneo en 360° y tener los oídos muy atentos. Es que la banda, no es solamente una banda; allí conviven personajes, cuadros, fanzines y una melodía particular que invita a quedarse. Hoy, en el mundo under, La Parla de Raviolo no pasa desapercibida y cada vez son más los adeptos que se suman a este grupo que cada día crece más y más. Sobre esto habla el cantante Federico Morales, pilar de la agrupación.

-Hicieron una fuerte difusión en redes sociales, al igual que con la prensa y el boca en boca, algo que fue gestando una buena movida de gente que hoy los sigue. ¿Les sorprenden los resultados?

-Entendemos que nuestro presente no es fruto del azar o de la casualidad. Estamos como queremos estar. Y eso significa que nos encontramos en un intercambio fluido de arte, en un tráfico de información muy enriquecedora para todo el conjunto. Y junto a eso es un gran estímulo encontrar que la propuesta de la banda provoca reacciones tan cálidas en todos aquellos que lentamente se van arrimando. Hay mucha dedicación y sudor invertido en esta aventura que emprendimos en 2013. Como individuos embarcados en este periplo, siempre cultivamos el ejercicio de la retrospección, donde continuamente nos indagamos acerca del devenir de la propuesta artística, nos trazamos nuevas búsquedas y salimos a la caza de nuevos motivos que luego se cristalizan en canciones. Y en el último tiempo pudimos (y en esto fue fundamental todo lo que adquirimos al transitar la grabación de un primer disco) dar con un factor esencial para toda banda, que es convivir con la pregunta constante respecto al rumbo y el semblante musical que asumimos.

-Entonces, era algo que se imaginaban.

-Sí, pero dentro de una escala cortoplacista. Sería pura especulación tratar de desentrañar dónde nos puede colocar todo esto a lo que le dedicamos tanta sed. Nos vamos quitando peso de la espalda a media que también vamos incorporando nuevos aspectos que después se tornarán pesados. Porque entendemos que es justo refrescar nuestra perspectiva para así poder seguir narrando lo que la banda quiere plasmar en sus canciones pero procurando mantener siempre una forma que se presente novedosa, por lo menos para nosotros. Intentamos ser claros a la hora de distinguir las tramas que podemos incorporar de aquellas que nos resultan incompatibles. Es así que entendemos que todo lo que vamos recogiendo a lo largo de este derrotero es el resultado de la propuesta artística, que en definitiva es lo único que tenemos para ofrecer.

-Hasta ahora se caracterizaron por trabajar de manera independiente. Teniendo en cuenta que la banda crece día a día, ¿les gustaría trabajar de otra forma o es una decisión firme seguir en ese camino?

-El desarrollo independiente es el formato que hasta ahora conocemos. Como banda nunca hicimos una “militancia” del padecimiento de lo underground, al contrario, somos hedonistas que buscan pasarla bien en un esquema de mundo que cada día nos deja menos huecos, menos espacios para experimentar lo distinto. Y bajo esta fórmula podemos decir que las cosas funcionan como hoy nos gusta que funcionen. Además, en el underground en el que la banda busca desenvolverse encontramos todos esos intercambios artísticos de los que antes te hablábamos. Aunque nunca perdemos de vista que hay contextos mucho más adversos al nuestro y en ese sentido somos muy conscientes. El esquema por fuera de lo independiente nos resulta incierto, porque al día de hoy no lo conocimos. Nunca fue un tema que estuviera revoloteando entre nosotros pero no quiere decir que el día de mañana no nos arrojemos a explorar de qué se trata lo otro. En síntesis: hoy el universo raviolero fluye a un ritmo que contenta a todos los que lo conformamos.  

-Tienen un primer disco en mano, Mitologías Urbanas, ¿cómo fue gestado?

-Fue grabado íntegramente en Léxico, de Matías Parisi, estudio que está ubicado en nuestro entrañable partido de Ituzaingó. En lo que se refiere a la concepción del disco, tuvo lugar en ese marco íntimo, en ese laboratorio musical que tanto nos gusta y por el que cada vez sentimos mayor predilección. Nos gusta pensar que las once canciones allí volcadas representan de forma genuina la estética y la cosmovisión que en ese momento el grupo quería abordar. El álbum es un cúmulo de zonas, personajes, ambientes, estados, que encuentran la comunión entre el lenguaje hablado y el musical. Sinergia que vuelve más intenso todo lo que podes recibir al escucharlo.

-¿Cumplió con sus expectativas?

-Este primer disco nos sigue provocando grandes satisfacciones. Musicalmente significó el puntapié inicial para poner en marcha lo que próximamente adquirirá un nuevo rictus en el segundo material, aunque siempre respetando los aspectos que se nos presentan como medulares. También es un fiel reflejo del período que la banda atravesaba al momento de su grabación, pero no nos seguimos sirviendo de él como única fuente. La idea es conservar los mejores elementos que podemos encontrar allí y sumarle otros componentes que potencien la propuesta musical de la banda.

-Sus canciones son muy particulares, dado que algunas poseen palabras un poco rebuscadas, ¿a qué se debe esto?

-Las canciones ravioleras responden a un campo imaginario en particular, y éste trae adherido todo un glosario plagado de palabras y términos que hay que ir decodificando. En ese proceso también interfiere el forraje melódico que cubre de fondo a las canciones. Por lo tanto, tenemos que lograr la comunión entre el término y la sintaxis propia del tiempo musical. Dar con la ecuación precisa donde confluyan el sentido y el sonido del verso. La sonoridad de la palabra adquiere relevancia y la palabra misma exige un tipo de sonido para ganarse un espacio en la letra final. Hacemos uso de la vastedad de un lenguaje tan rico como el nuestro, el castellano.

-¿El proceso fue algo buscado o surgió espontáneamente?

-Es espontáneo ya que desde los comienzos más “primitivos” fue así y se mantiene al día de hoy. No podríamos hacerlo de otra forma. Entendiendo nuestras limitaciones y todo lo que tenemos por lijar, nuestros recursos no son ninguna novedad ya que recurrimos a la diversidad de un idioma que está disponible para todos. La gracia radica en detectarlo y distribuirlo como mejor nos sienta. La inclinación por ese estilo se explica a partir de una inquietud literaria que precede a la banda y que hoy la nutre continuamente.

-Sus shows se caracterizan por ser un compendio de distintas expresiones: por un lado está la revista el Triángulo de la Merluza; también hay cuadros y el monólogo de Tony Trainor. ¿Por qué decidieron incorporar todo esto?

-Fue un proceso que se dio de naturalmente a medida que comenzábamos a descifrar nuestra búsqueda. Paralelamente a lo musical se nos fueron adosando éstas expresiones que estaban muy cerca de nosotros. Siempre estuvimos a la par de artistas que estaban dando sus primeros pasos en el campo específico que habían elegido. El caso de El Triángulo de la Merluza es la consecuencia de una inquietud que se dio en el seno del grupo, pero que sin duda fue posible gracias a la presencia de los poetas, escritores, fotógrafos, ilustradores que acompañan al universo raviolero. Vale subrayar que hoy en día el fanzine es un proyecto independiente, que tomó su propio impulso gracias a la increíble labor de sus gestoras: Anahí, Ornella y Florencia. Por otro lado, las presencias de Tony Trainor y de Emmanuel Risso se deben, primero, a sus talentos, y también a la adhesión al proyecto de la banda. En definitiva somos personas que en algún punto encontramos empatía en aquellas cosas que nos sensibilizan y que son las que nos empujan a montarnos en esta travesía.

-¿Tienen pensado agregar más cosas?

-Por lo que ven, no anulamos ninguna posibilidad, por lo tanto en un futuro es posible que se incorpore alguna nueva expresión artística que se aggiorne a lo que promovemos. Ya lo veremos, hay tiempo.

-El arte que los rodea, ¿influye a la hora de escribir?

-El arte sin duda es un aliciente muy significativo pero para ser más concretos y efectivos en la respuesta, nos atrevemos a decir que el mundo que nos rodea nos motiva y también todo ese mundo foráneo que se presenta misteriosamente, que sucede a miles de kilómetros de donde podemos encontrarnos ahora nosotros. Tratamos que nada de lo humano nos resulte ajeno.

-El sábado se presentan en Niceto Lado B, ¿qué nos pueden contar de este show?

-Será la consolidación de lo que venimos realizando desde el lanzamiento de Mitologías Urbanas. Vamos a estar celebrando el primer aniversario de este disco debut, acompañados de toda la parafernalia: se repartirá un nuevo número de El Triángulo de la Merluza, Tony Trainor hará su clásica presentación y Emmanuel Risso pintó nuevos cuadros para mostrar al público. Además, nos guardamos algunas sorpresas para desplegar a lo largo de la velada. La idea es ratificar todo el laburo realizado hasta el momento y comenzar a palpar lo nuevo que se irá develando durante todo el 2017.

*Sábado 19 en Niceto Club Lado B, Humboldt 1358. A las 21.