"Entiendo al rap como una herramienta de transformación"

“El hip-hop me salvó la vida”. La afirmación no resiste análisis alguno: es directa y contundente, tanto como las rimas del entrevistado, que suelen ser estocadas precisas. Sentado en un taburete, Santiago Freiria, aka Orión XL, además de repasar su vida, descansa de una ardua jornada. Proveniente de Berisso (uno de los partidos que componen La Plata), tuvo un viaje de dos horas hasta Palermo, donde transcurrió esta y otra nota más.

Producto de la salida de su flamante primer disco, Kaos & Armonía, el músico cobró una notoriedad hasta el momento inusitada, por lo menos para los medios de comunicación tradicionales, que no suelen cubrir al mundillo del rap. “De alguna manera, es algo que busqué, para darle un crecimiento más ambicioso en lo artístico, para crecer, y así trascender lo que es el under, pero no para despojarme de él, sino para aumentar la apuesta”, espeta, mientras acomoda su característica chalina negra y blanca, que reposa en su cuello y abriga además parte de su torso. “Quiero ver hasta dónde puedo llegar, al margen de lo sonoro, ya que también busco darle una poesía más elaborada a mis letras, para que sean más metafóricas, digas, y así que la puedan entender un tipo de 60, como un pibe de 15”.

DELIRANTE

Se reconoce “un poco” exento de la revolución mediático actual, aunque admite que “hubo que ponerse al día, porque es una herramienta útil”. Con 15 años de carrera, hay que remontarse al 2011 para apreciar su anterior trabajo, que es una maqueta -se trata de la segunda, ya que la primera salió en 2009.

Artista de la vieja escuela, Orión apuesta por una estrategia diferente la hora de difundir su arte. “Procuramos que el boca a boca haga lo suyo”, suelta y sostiene: “Siento que esa magia tiene que respetarse, y que es la manera más noble de que un persona te conozca”.

Pase a los años, apunta, los códigos en la escena siguen siendo los mismos. “Lo que cambió -arriesga- fue la forma en la que se transmite la música. No es ni mejor ni peor, pero estaría bueno que el pibe que sólo se dedica a subir vídeos, también se preocupe por sonar y escribir cada vez mejor”. Y de manera inclaudicable, dispara: “Eso no tiene que perderse”.

-Kaos & Armonía está atravesado por mucho conceptos e ideas, que abarca a la política, la problemática social, la escena y varias cuestiones más, que evidencian una preocupación por tu entorno.

-Son reflexiones filosóficas de la vida, de uno mismo. Entiendo que el hip hop para muchos sea un hobbie, pero a mí me salvó la vida. Cuando tenía quince (edad en la que comenzó), había quilombos en mi casa, que me llevaron a la calle. Ahí conocí a muchos pibes que no tenían hogar, o que venían de institutos, que eran malabaristas, o chorros. Estaban todos los estratos sociales habidos y por haber. Con esa gente conviví, con esa gente me crié. Por eso, cuando te empieza a ir bien, no podés estar ajeno a todo eso, por eso entiendo al rap como una herramienta de cambio, capaz de transformar.

-¿Cuánto tiempo te llevó darle forma a esas reflexiones?

-Fue un año y medio, sólo de pistas y escritura.

-¡Bastante!

-Pasa que quise darme tiempo. Porque si bien escribir sobre una improvisación está bueno, por la frescura, de alguna manera buscaba darle trascendencia a cada tema. Me ha pasado de tirar letras y no sentirme representado, porque quedaron viejas, y eso es muy triste. Entonces, traté de revertirlo, por lo menos en este disco, aunque me llevara tiempo: cada cosa que digo trato de que me identifique en lo más profundo de mí. Fue un viaje introspectivo, para ver qué es lo que trasciende a mi persona, y que pase el tiempo, para que no caduque.  

-Producto de esta nueva exposición, ¿con qué te has encontrado a la hora de hablar con la prensa en general?

-Me ha sorprendido, muchos están muy al tanto de la movida del hip hop, otros no tanto y hay algunos que sólo maman más bien lo que reciben de las competencias, como la Red Bull, y entienden que el rap es explícitamente eso. Entonces, por más que haya cierta conciencia de lo que significa, hay todavía prejuicios, y muchos que no lo conciben como un género musical.

-¿Pero eso responsabilidad de los medios o de del público?

-Una cosa hace a la otra. Los medios reflejan el gusto del público. De alguna manera, la cuestión de que los medios se hayan abierto (aunque sea un poco), habla de que la está más interesada en el género. Y eso es probable que tenga que ver con la inversión que están haciendo las grandes empresas, como Red Bull, con su Batalla de los Gallos. Y si la traigo nuevamente a colación es porque de alguna manera, expuso el género a nivel nacional e internacional.

-Pero toda exposición es buena, ¿no?

-Lo he hablado con colegas, y todavía no sé cómo tomarlo, si como una criatura que está creciendo o como un cáncer que está haciendo metástasis, porque nunca se sabe por dónde va a explotar. Lo cierto es que lo mediático y la industria siempre apuntan a lo que vende y lo que vende, hoy en día, es el morbo, la bizarreada. Y ahí reside mi mayor crítica, porque yo entiendo al rap como una herramienta de lucha social, como unos herederos de los antiguos poetas y escritores argentinos. Además, trato de anexarle al mundo de la cultura hip hop, que es algo noble, digno, que difiere de una guerra de egos entre guachines. de 15 años. A esta altura del partido, por más que sea un trampolín a la fama, no puedo meterme en esa, porque de alguna manera sería subestimarme y al público. Para serte sincero, no me hallo.