"En Argentina compuse Dinosaur y Walking on Air para King Crimson"

“Él reinventó la guitarra eléctrica”. dijo Frank Zappa; “Es el músico más grandioso del planeta” dijo Trent Reznor de Nine Inch Nails; elogios gigantescos de dos personas que no están acostumbradas a hacerlo y que están dirigidos a la misma persona: Adrian Belew. El guitarrista/multi-instrumentista/productor que no solo aportó su magia autodidacta a los ya nombrados Zappa y NIN, sino también a David Bowie, David Byrne, Joe Cocker, Herbie Hancock, Mike Oldfield, Talking Heads, entre varios otros. Desde Nashville, Tennesse, Belew atiende el teléfono de su casa para hablarnos de su show en Argentina (el 21/11 en el Ópera), de su fabulosa e intrincada carrera, y por supuesto, su estadía en el grupo de rock progresivo King Crimson de 1981 hasta 2009.

-Estás por tocar en Argentina en formato trío, ¿qué podés contarle a la gente de la bajista Julie Stick y del baterista Tobias Ralph?
-Julie ha sido mi bajista desde que la descubrí cuando tenía veinte, ha estado conmigo durante diez años, y a los veinte, ya había desarrollado su sonido y su estilo, ella es perfecta para este formato. Y Tobias, está conmigo hace cinco años y creo que es el baterista perfecto, puede hacer lo que quieras, es una gran persona y es divertido, la pasamos bien en el escenario. Giramos tanto por el mundo que desarrollamos algo que poco usual, sonamos muy ajustados y poderosos, y leemos nuestras mentes en el escenario.

-Sos un gran fan de The Beatles, además de ellos, ¿quién crees que ha sido tu mayor influencia musical?
-Bueno, antes de los Beatles a mí me encantaba escuchar musical como la de Stravinsky, que siempre me atrapó el oído. De chico escuchaba la radio y amaba los cantantes como Roy Orbison. Juntos con los Beatles llegaron bandas como The Kinks y The Zombies, también Jimi hendrix y Jeff beck que influenciaron mi forma de tocar la guitarra. Pero diría que después de los Beatles, la segunda banda que más me influenció fue King Crimson (risas).

-Hablando de tu forma de tocar la guitarra, sos autodidacta. ¿Eso te ayudó a romper los límites y crear tu estilo tan único y experimental?
-Creo que es eso y también mi gran imaginación, tengo una gran fuerza creativa. Viendo que no podía aprender las cosas técnicamente de la forma correcta, tuve que usar mi imaginación para inventar mi modo de hacer las cosas. Inclusive cuando trabajé con Frank Zappa, le pregunté:“¿Tengo que aprender a leer música? Y me dijo: “No, yo ya lo descifré a mi manera y está genial” y me recordó que pensaba: “Que como no sabía bien las reglas, pudo estirarlas” (risas).

-Recién hablabas de tu imaginación, ¿cómo fue la experiencia de componer música para un corto de Pixar (Piper)?
-Eso fue una experiencia que siempre quise tener toda mi vida, siempre fui muy fanático de todo tipo de animación, como Bugs Bunny y toda la gente de los Looney Tunes. Toda mi vida pensé: “¿Cómo sería ser parte de la creación de eso?”. Ahora pienso que la mejor animación del mundo está hecha por Pixar, tiene la mejor gente trabajando para la compañía. Nunca pensé que lo haría, pero ahí está, hubo mucho aprendizaje, mucha colaboración y amo el producto final. Piper es hermosa, es bueno que en estos tiempos donde tenemos un mundo lleno de cosas malas, se pueda ver una película que te haga sentir bien.

-Ahora que David Bowie tristemente ya no está más con nosotros, ¿cuál es el mayor recuerdo que tenés de él, habiendo trabajado juntos?
-Siempre lo admiré como un gran artista creativo, fue un modelo para mí inclusive antes de conocerlo. Pero después conocerlo bien después de varios años, recuerdo lo gracioso que era, él se reía de todo, hacía chistes de todo, chiste de sí mismo. Sabía de todo, era muy curioso, y olvidate de él como “una estrella”; como persona podías hablar con él por horas y no aburrirte. Lo extraño más como amigo que como otra cosa, era un gran artista y fui muy afortunado de ser parte de su vida.

-Hablando de Frank Zappa, hay un video en Youtube donde Steve Vai cuenta lo difícil que fue su audición para entrar a la banda. ¿Cómo fue la tuya?
-Yo no sabía leer música y tuve que descifrar todo por mí mismo, y seguro que lo descifré bien, hice lo mejor que pude. En mi audición original había tanta emoción que yo pensé “no lo hice tan bien”. Así que al final del día tuve un momento tranquilo con Frank, antes de que me lleven al aeropuerto, y le dije: “Creo que no lo hice tan bien como podría porque pensé que iba a ser distinto” y me dijo: “¿De qué hablás?”, “pensé que íbamos a ser vos y yo solos sentados, para poder mostrarte que puedo hacerlo” y me dijo “Hagámoslo”. Subimos a su living, nos sentamos en su sillón, donde no había distracciones, y empezamos la audición de nuevo. Al rato me apretó la mano y me dijo “Tenés el trabajo”. Yo creo que la audición de Steve Vai fue diferente porque él podía leer música y seguro tenía un montón de partituras; pero igual tenés que ser capaz de probar que entendés lo que Frank está haciendo, ser profesional, hacerlo bien cada noche y poder agregar algo tuyo…

-¿De quién creés que aprendiste más? ¿De David Bowie, Frank Zappa, Trent Reznor, David Bryne, Brian Eno o Robert Fripp?
-Oh Dios... creo que tendría que ser una combinación de toda esa gente, pero como soy autodidacta, creo que del que más aprendí fue de mí. Tengo 20 discos solitas, estuve mucho en el estudio, hice muchas giras y trabajé con muchos artistas diferentes. Creo que al final, es porque soy un estudioso de la vida y no porque me influenciaron otras personas. Y la razón por la que te digo esto, es que el momento donde más influenciable sos, es cuando sos chico 5, 10, o 15 años, y cuando yo conocí gente como Robert Fripp o Brian Eno, ya había adquirido el conocimiento que necesitaba. Creo que cualquiera puede ser autodidacta, que termines la escuela eso no quiere decir nada, todos los días podes aprender algo, yo leo mucho, estudio cosas, y trato de llevar mi arte a nuevos niveles para hacer cosas nuevas.

-En los ‘90 tocaste en Argentina con King Crimson, ¿qué recordás de aquel show?
-Bueno, recuerdo mucho de Argentina porque tocamos más de una vez, y una vuelta tocamos por un mes entero, imaginate que no teníamos hoteles, teníamos departamentos (risas), porque sabíamos que íbamos a estar mucho tiempo. Y durante ese lapso recuerdo haber compuesto mucho. Argentina fue una gran inspiración para mí, lo disfruté mucho y creo que es hermosa. Me encanta la gente, me encanta todo de ella, la comida y el modo en que la gente se expresa sobre la música. Recuerdo estar sentado en mi departamento que rente por un mes, escribiendo mucha música. Ahí compuse canciones como “Dinosaur” y “Walking on Air”, y eso es porque estaba en un lugar que realmente disfrutaba.

-Wow, qué honor. Siguiendo con King Crimson, ¿cuál fue tu mayor desafío al entrar a la banda?
-He estado en ese punto en que te preguntas "¿cuál será tu rol, cantante, frontman, guitarrista, letrista?". Y todas las hice en King Crimson. Quería hacer bien todas esas cosas. Pero lo más difícil fue tomar las ideas de las bandas, y en especial las guitarras de temas como “Frame by Frame", “Indiscpline” o “Three of a Perfect Pair”, y pensar “cómo transformalas en canciones” que no sean solo una guitarra súper- técnica. Ese fue mi mayor desafío. Y el otro fue ser letrista, porque si estás en una banda que es tan conocida en el mundo por su calidad, tenés que estar seguro de no escribir nada que sea vergonzoso (risas).

-Sabemos que no querés hablar sobre la reunión de King Crimson, ¿pero cómo está tu relación con Robert Fripp en estos días?
-No hemos hablado desde que él se decidió seguir y armar otro line up. Creo que nuestra relación está en el limbo, pero no es algo malo, no tengo malos sentimientos por él, y él no tiene malos sentimientos por mí. Esto es lo que Robert quiere ahora, y bueno, yo tengo que seguir con mi vida, porque tengo muchas cosas que yo quiero hacer. Si me lo cruzo a Robert, al instante, le daré un abrazo y nos reiremos de un millón de cosas.