"Me arrepiento de haber sido ansioso en mis comienzos"

En tiempos en donde los logros parecieran ser volátiles y efímeros, Valerio Rinaldi celebra tres décadas haciendo canciones. Para lograrlo, no necesitó de un romance furtivo con la celebritie de turno, tampoco de una vida de excesos mostrada en público, no, sólo precisó de amor por su profesión. Mucho amor. En la actualidad, se encuentra presentando, junto a Los Extravagantes, su disco recopilatorio XXX- 30 años y deja en claro que a su calendario aún le quedan varios días por marcar.

-En los últimos treinta años, la música vivió transición de formatos y modificaciones en lo que refiere a los estilos tradicionales. ¿Cómo transitaste estas etapas?

-Mirá, en 1989, con Extra edité mi primer disco (salió en casette y vinilo), en plena crisis de las disqueras, debido al auge del CD. Además, en ese momento escaseaba el acetato -componente imprescindible para realizar los vinilos-, así que fue una experiencia bastante traumática porque teníamos gran ansiedad por ver nuestro material en las bateas y tardó varios meses en llegar. Básicamente, mi carrera musical se inició con la despedida del vinilo (sic) pero, al poco tiempo, editamos el segundo trabajo compac disc. La verdad es que nunca dejé de editar en CD -pese a que sean tiradas limitadas para prensa- aunque, con los años, la irrupción del mp3 hizo que la industria sufriera un nuevo golpe, sólo que en este caso –más allá de las falencias técnicas del formato, que disminuyen la calidad de audio- a mí me sirvió para poder difundir mi música de manera online por todo el mundo. No soy una persona muy nostálgica pero admito que todavía tengo mi bandeja de discos y muchos vinilos de los ‘70 que suelo poner a todo volumen los domingos en mi casa. De hecho, hace dos semanas estuve de gira por París y me compré el vinilo doble Are you experienced, de Jimmy Hendrix, y Nothing has changed: the very best of David Bowie.  

-Pasaste por Trilogy y Extra. Después de una etapa solista, te presentás con Los Extravagantes. ¿Cómo nació la idea de volver formar parte de un equipo?

-En realidad, durante toda mi carrera solista me presenté con banda, que justamente eran Los Extravagantes (Fresa Robic, en batería; Tierno Guerra, en bajo, y Tato Passet, en guitarra). Simplemente me pareció que era justo que sus nombres e imagen salieran a la luz porque, más allá de ser tremendos músicos, son super amigos que me bancan a full en todos los proyectos. De todos modos, a veces –más que nada por cuestiones de viajes o presupuestos- me presento en formato acústico, con mi guitarra. Pero Los Extravagantes entienden que no es una decisión que dependa de mí exclusivamente.

-Las canciones de 30 años son el resultado de toda tu trayectoria. ¿En qué momento musical y compositivo te encuentra?

-Siento que puedo cantar lo que realmente me gusta, más allá de las tendencias del momento. He tenido la suerte de transitar los dorados ochentas, los alternativos noventas, el mix con la movida del rock en español en 2000 y toda la ensalada musical que se vive actualmente. Fui parte de cada uno de esos movimientos y hoy siento que puedo darme el gusto de hacer lo que realmente fluya, pero sin renegar de nuevas sonoridades. Por ejemplo, el año pasado me compré una AKAI MPC Renaissance, que es una Workstation que te quema el bocho. Estoy aprendiendo a usar este fierrazo y ya empecé a componer algunas canciones con una aproximación totalmente diferente a lo que venía haciendo como guitarrista. Las ideas siguen fluyendo y mi desafío es evitar repetirme. Para eso, trato de estar siempre a la búsqueda de vanguardia, escuchando nuevos artistas y curtiendo nuevos instrumentos.

-¿Hay algo, musical o profesional, que hubieras hecho de otra manera?

-Sí, hubiera sido menos ansioso al comienzo de mi carrera. En 1986, cuando empecé con Trilogy (NdlR: el disco XXX-30 Años abre con “Shout”, hit de aquel momento), pensábamos que íbamos a tener un contrato discográfico rápidamente y las cosas no fueron así. Entonces, nos sentíamos frustrados y pensábamos que teníamos que cambiar nuestro sonido. El tiempo nos demostró que estábamos equivocados, que la carrera musical es larga y tiene muchos altibajos, pero con perseverancia los resultados que uno espera, a la larga, empiezan a llegar.

-A lo largo de tu carrera has viajado por todo el país y tuviste la suerte de presentarte en el extranjero. ¿Cuál es tu parecer acerca de la fusión de estilos y los sonidos que se escuchan cada vez con más frecuencia en todo el mundo?

-La música ha venido globalizándose desde los 2000 en adelante, gracias a Internet y el florecimiento de las redes sociales. Por eso, hoy, es normal escuchar una banda de origen balcánico remixada por un DJ belga que toca en Japón. Personalmente, esas superproducciones no me conmueven mucho; admito que te parten el cráneo porque hay mucha gente trabajando atrás pero yo me manejo más con la sensibilidad, con el contenido de las letras, con la historia que me cuenta el cantante, con las sensaciones que se transmiten desde la pureza de una canción compuesta por una persona que estaba atravesando un estado de ánimo particular. Creo que ahí está el éxito de una canción. Por ejemplo, hoy en Francia es mainstream el mix de cumbia con ritmos latinos. Es más, estuve en la presentación del último disco de Benjamin Biolay, Palermo Hollywood, que se hizo en la Sala Pleyel (París) y es notable como su anterior visita a Buenos Aires lo inspiró para componer con sonidos cumbieros y latinos. Eso me vuelve a demostrar que justamente el artista sensible es el que prefiero antes que un ejército de productores y agentes de marketing.

-¿Cuáles son tu expectativas para el show del 14 de octubre en Niceto?

-Estoy a full. Súper feliz y con mucha energía. Va a ser un show único e irrepetible, porque vamos a repasar 30 años de mi música. Vamos a tocar con varios invitados de distintas épocas de mi carrera. También regresará Trilogy, mi primera banda, con la que grabé demos, en 1986. Creo que va a ser una celebración para mí y para todos los fans que me vienen siguiendo desde hace tantos años y, al no ser un artista mainstream, esto tiene un doble valor para mí.

*Sábado 14 en Niceto Club Lado B, Humboldt 1358. A las 21.