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Under MC

"El hip hop puede rescatar a los pibes de situaciones de vulnerabilidad"

Cronista: Lucas González | Fotos: Gentileza: Prensa

08 de Julio, 2016

"El hip hop puede rescatar a los pibes de situaciones de vulnerabilidad"

A poco de presentarse en el Festival Elevate, el joven MC pasó por El Bondi e hizo un repaso de su trayectoria en la escena.

Llevo la mitad de mi vida metido en esto”. Dispara el entrevistado. Carga, y vuelve a arremeter: “En mi barrio, Colegiales, fui uno de los primeros en incursionar en el rap”. Las letras se amontonan, las frases se construye y el mensaje se clarifica. De 26 años y actualmente radicado en Paternal, Pablo Castillo, aka Under MC, relata que al principio no había muchos interesados en el género; pero que esto cambió cuando comenzó  a salir, a competir y a patear la calle.

Probé un poco de todo”, apunta. Y enumera: “Aprendí baile, aunque nunca me enganchó del todo; también a grafitear, algo que sigo haciendo pero no muy seguido; y, finalmente, a rapear, lo que me terminó encantando”.

Sobre su inicio, el emecé cuenta que fue de la mano de Eminem, Dr. Dre, Cypress Hill y Control Machete. “Todavía no había sucedido el boom de YouTube, mucho menos de las redes sociales”, aclara. Y admite que antes la forma de transmitir su música era mediante los discos. “Hoy en día, los pibes lo tienen súper incorporado y es imposible no tener un pié ahí, en las redes”.

De aquella vieja escuela se desprende su segundo disco, Factor Clave (2015): una pieza prolijamente grabada, que cuenta con varias y muy buenas colaboraciones, y que muestra a un Under MC maduro y lascivo en la composición. 

Actualmente, Castillo es miembro de dos renombradas crew: B2 y Vasuras. Sobre esta última, dice que es un proyecto musical, que se armó hace dos años. “Somos varios de los principales MC’s de la escena local”,  expresa. La lista la integran: Fianru, Frane, CNO, Obie Wan Shot, Neo Pistéa, Juanito Flow, Marciano, El Arquitecto de la Rima y Synchro. Además, están Cabe y Zear One, dos graffiteros. En síntesis, el Barcelona del rap.

La unión, opina, se dio naturalmente, pero lo que costó fue organizarse, hacer algo grupal, puesto que, pese a que todos hacen rap, son varios los estilos que curten. Vencidas esas barreras, están próximos a masterizar su primer disco, que ya tiene título: Sin miedos.

Sin embargo, el rapero hace un apartado para B2 (cuyo significado es Bastardos), la crew de toda su vida. “Estoy hace diez años”, confiesa y destaca que cuentan con todos los elementos de la cultura hip hop, ya que en sus filas hay B-boy‘s, graffiteros, MC’s, Beatbox y Beatmakers.

-Parecería que la unidad es algo significativo en la escena.

-Es que mientras mejor le vaya a tu colega, mejor te irá a vos. Mientras más juntos, mejor. Acá todos nos conocemos desde que empezamos.

-Entonces, no hay lugar para el vedetismo.

-Sí, sí, lo hay, obvio. Pero queda en un segundo plano, porque pesan más lo objetivos en común. Todos quieren que le vaya bien en lo que hacen, ver su nombre en un afiche o en una marquesina. ¿Quién quiere fracasar en lo que emprende?

-Bueno, pero ahora están las condiciones mediáticas para que eso suceda, ya que son varios los artistas del género que están siendo reconocidos. ¿O no?

-Sí, pero no. Lo que ahora sucede es que están figurando un montón de personas que hace años vienen haciendo cosas, sin ningún tipo de interés material ni económico, algo que sucedía porque no estaba la posibilidad. Siempre fue hacer por gusto. Pero había que profesionalizarse, el momento tenía que llegar. Fueron muchos los que entendieron, se pulieron y mejoraron. Además, actualmente estamos muy unidos, dando a conocer y levantando nuestra voz, para que el hip hop sea reconocido como un género musical y cultural.

A nivel global, el panorama está claro. No obstante, en lo personal Castillo recuerda que tardó en hacer el quiebre, en dar el paso definitivo hacia la profesionalización. “La clave pasó por darme cuenta de lo que no quería hacer. Desde ese entonces, decidí hacer el esfuerzo para nunca más tener que laburar de algo que no me guste”, reflexiona.  Al poco tiempo de haber dejado su último trabajo, como vendedor de libro, fue convocado por el Colegio Nacional Buenos Aires para dictar talleres de rap, algo que viene realizando hace ya cinco años.

En general, reconoce, los chicos que asisten a sus clases superan con creces las expectativas. “Muchas veces uno subestima a los pibes que recién empiezan, pero las nuevas generaciones vienen con una data increíbles y una energía zarpada”, considera. Y agrega: “A veces, lo único que tengo que es darles el primer empujón, orientarlos, hacer que se animen, porque cuando se les despierta la chispa, y se dan cuenta de todo lo que pueden expresar y canalizar, se van metiendo e interiorizando cada vez más”.

-¿Cómo se desenvuelve todo este movimiento en lo social?

-En mi caso, ahora, producto de un programa gubernamental, estoy dando talleres y acercando estas disciplinas a las villas, que sería trabajo mucho más social que artístico. Lo que rescato, en comparación a otros géneros, es que el hip hop es una cultura, no es sólo un género. Cuando vos se la acercas a los chicos, los estás estimulando para que haga alguna actividad artística, desarrolle el físico, su vocabulario, a que aprenda a expresarse. Te lleva a algo bueno, sí o sí. El hip hop es arte, y puede rescatar a los pibes de la calle, de una situación de vulnerabilidad, como la droga o la violencia.

 

*Sábado 9 en el Elevate Festival Hip Hop en el Teatro Vorterix, Federico Lacroze 3455. A las 17:30.

Foto: Gentilenz prensa/Nico Lara-Estudio 390.

 

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