Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Los Tipitos

"Nos idolatramos, por eso tantos años de afinidad"

Cronista: Ariel Andreoli | Fotos: Gentileza prensa

30 de Junio, 2016

"Nos idolatramos, por eso tantos años de afinidad"

¡Qué tipazos! Ojos Tremendos es el último disco de estudio de la banda y este sábado lo presentan de manera oficial en el Teatro Gran Rivadavia, del barrio porteño de Floresta.

Son las 20 y San Telmo tiene mucho que contar. Llueve y los cortados que giran por el lugar intentan combatir el frío, el que cada minuto que pasa se convierte en algo muy cruel. Con la sencillez que lo caracteriza, Pablo Tevez, baterista de Los Tipitos, nos cuenta cómo será la presentación oficial de su última placa en el Teatro Gran Rivadavia.

-¿Cómo fue la grabación de Ojos Tremendos, su octavo disco de estudio?

-Teníamos ganas de cambiar y queríamos alguien de afuera, que nos venga a imponer su criterio. Veníamos de Push (2013), un álbum producido por Willy (Walter Piancioli, cantante, guitarrista y tecladista del grupo), y era muy “Los Tipitos”. Entonces, compusimos alrededor de 40 canciones para lo que sería este álbum, y teníamos en mente a Coti Sorokin, con quien ya habíamos coqueteado alguna vez. En ese momento, él estaba trabajando en su nuevo disco, y fue ahí cuando nos acordamos de Michel Peyronel. Éste, nos había dicho alguna vez que no lo olvidemos, porque tenía lo necesario para hacernos dar el gran salto. Al final, la placa terminó siendo muy directa, casi al desnudo: es el cuarteto tocando en estado puro, sin que haya tanta post producción.

-¿Cómo fue trabajar con Michel? ¿Qué creen que le aportó al disco?

-Desde el día que llegó a la sala, cuando le quisimos mostrar los demos, nos mandó a tocar una canción. A los dos acordes, nos pidió que corrigiéramos ciertas cosas. En ese momento, empezó a trabajar en el disco. Nos fascinó la idea de que todo el tiempo esté encima de lo que hacíamos, y te deje cansado de tanto trabajar. Además, que venga de un palo más pesado, nos daba cierta tentación a la hora de pensar qué podía aportarnos. Definitivamente, le dio su toque rockero al álbum.

 -El disco posee dos particularidades. Por un lado, cierra con una versión de “Cuando pase el temblor”, de Soda Stereo.

-Eso fue una idea pura de Michel. En plena elaboración del álbum, hicimos una asado en el que se barajó la posibilidad de hacer un cover. Nosotros pensamos en alguno de Charly o de Serú Girán, pero él vino con una idea muy clara: “No, muchachos, este es el tema”. Relacionaba mucho la letra con lo que le sucedió a Gustavo Cerati y eso nos fue llevando hasta que encontramos un sonido propio en la canción. Nos gusta hacer versiones, y que se diferencien de las originales, porque si no sería copiar. Además, si la canción es buena, resiste lo que sea.

-Por otro lado, el trabajo está dedicado a la memoria del Negro García López.

-Lo sentíamos así, por eso lo hicimos. Su pérdida es algo que nos dolió mucho, porque nos acompañó desde nuestro primer disco, el homónimo, del 96. La vida fue convirtiéndolo en uno de esos familiares musicales que el ambiente te regala. Siempre estuvo alrededor nuestro, y hasta llegamos a participar sus discos. Más allá de ser un músico clase “A” y de renombre internacional, el tipo tenía una humanidad increíble, y se la pasaba contagiando alegría por donde fuera. En el disco también incluimos “Canto de Sirena”, que tiene una letra que lo homenajea. Para ser sinceros, lo extrañamos mucho y esa fue nuestra manera de rendirle un tributo, para que quedase plasmado en el disco.

-Tienen más de 20 años de carrera, ¿pensaste alguna vez que iban a durar tantos años, con tantos hits en las radios?

-Siempre nos tuvimos fe. El día que escuché a Raúl (Ruffino, guitarrista y segunda voz) cantar sus canciones, que me parecieron geniales, tuve una sensación de idolatría. Ahí pensé: “Che, este flaco quiere que toque la batería en su banda...”. Entonces, agarré las pinturas que tenía de mi trabajo como mimo, las tiré a la mierda y me fui con él a donde sea (risas). Lo mismo me pasó con Willy y Fede (Bugallo, bajista). Y eso es lo que mantiene nuestra afinidad por tantos años: nos idolatramos. Es difícil que cuatro personas se pongan de acuerdo, pero nosotros nos juntamos y sale música.

- ¿Cómo preparan la fecha  en el Teatro Gran Rivadavia?

-Estamos a full con los preparativos. Será un show a la antigua, divido en dos partes, una lado A y otro B, como los viejos discos. Vamos a realizar una linda puesta en escena, ya que utilizaremos la pantalla que tiene el Teatro y habrá grandes invitados. Además, tocaremos el disco completo, algo que no creo que se vuelva a repetir. Es una buena oportunidad para ver la presentación, sentado en una butaca, en un buen lugar y con un gran sonido.

-¿Por qué eligieron este teatro para la presentación oficial de Ojos tremendos?

-Las razones son varias. La primera podría ser que apoyamos la apertura de los teatros en los barrios. Estamos cambiando, ¿vieron? Además, este tipo de espacios no abundan en la Ciudad, y que un recinto así se abra, es una motivación increíble para fomentar que se los cuide. Por otro lado, detrás de esto está nuestro amigo Bebe Contepomi, que está organizando todo a pulmón y estamos felices de ser una de las primeras bandas que tocan en este ciclo, Rivadavia Rock. Nosotros vivimos los años 90, mientras la estábamos remando, donde pasaba lo mismo que ahora: cerraban todos los lugares y también estos clásicos barriales. Nos llena de alegría saber que se abre un lugar donde, en la era fundacional del rock, pasaron grosos de la altura de Spinetta, por ejemplo. Está en un barrio genial como Floresta, y no tiene nada que envidiarle a los teatros de la calle Corrientes.

-¿Cómo sigue el año para Los Tipitos?

-Vamos a girar por el país, por todas las grandes ciudades. Queremos llevar a Ojos Tremendos por todos lados, porque es nuestra nueva criaturita, y la queremos presentar.

 

*Sábado 2 de julio en el Teatro Gran Rivadavia, Avenida Rivadavia 8636. A las 21.

 

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