"Este disco nos exigió de otra manera"

Son cientos los kilómetros que separan a Neuquén de Buenos Aires. Sin embargo,  Papeles, un combinado de cuatro talentosos jóvenes,  se envalentonaron y se animaron a encarar extensa gira de dos meses. Motivos para rodar no les faltan, pero el más reciente es la publicación de su segundo disco de estudio, Vexáfine. “Desde junio del año pasado, cuando grabamos acá, sabíamos que muy probablemente íbamos a tener que instalarnos aquí”, recuerda el bajista Claudio Seguel Jabat. Y agrega: “Llegamos a la conclusión de que era la manera más efectiva de promocionar nuestro material”.

Desde su origen, en 2010, el grupo ha ido avanzando paso a paso, respetando la lógica necesaria para cumplir cada uno de los objetivos que se plantearon. “Hoy en día, Papeles es nuestra prioridad, nuestra única obligación”, asevera el guitarrista Sebastián Vega, sobre una idea que terminó transformándose en un proyecto de vida.

Producto de esa constancia, apenas tres años después de haberse formado, la banda publicó su primer larga duración: Esonoes, un trabajo que contiene aquellas composiciones iniciáticas, las que surgieron en las primeras zapadas y que plasma una necesaria frescura.

Sin embargo, a diferencia de aquella placa debut, para el segundo disco optaron por una estrategia diferente, instalarse en tierras aún no conquistadas pero que están abiertas a nuevas propuestas. “Tiene que ver con salir un poco de la zona de confort”, señala  Seguel Jabat. Y completa el baterista Blas García: “La respuestas seguramente sea muy diferente, porque si bien Internet te permite llegar, visitar el lugar y enfrentar al público cara a cara, es distinto, tiene otra mística”.

Sobre esto último, el cantante y guitarrista Gastón Delucca ejemplifica: “Desde que sacamos este LP, hemos tenido una recepción muy copa. Inclusive, hubo gente de nuestra provincia que vino a ver a Capital Federal. Y eso, quieras o no, te da la pauta de lo que el disco algo terminó provocando”.

En lo que refiere a Vexáfine, hay mucho por decir. En primera instancia, hay que señalar que fue compuesto en base a un concepto. “Eso nos exigió cranear composiciones originales”, dice el bajista. Además, agrega: “Nos llevó a otro tipo de exigencia. Sin embargo, esto no nos limitó en nada, ya que pudimos diversas inquietudes que teníamos”.

Como síntesis, García clarifica la cuestión del título elegido: “Refiere a un trilogía de dioses hindúes, que simbolizan un ciclo cada uno: la creación, el mantenimiento y la destrucción”. Y concluye: “Es una destrucción para crear algo nuevo, se borra para volver a crear. Al margen de la religión, es una idea que puede ser aplicada a la vida misma”.

*Sábado 30 en El Camino, Juan Manuel de Rosas 399 (Lomas del Mirador). Junto a El Mirador y Don Cabot. A las 21.