Pampa Yakuza
"Aún nos queda mucho por recorrer"
07 de Abril, 2016
En una charla a fondo, el frontman Hernán Saravia conversó con El Bondi sobre los casi veinte años de trayectoria de la banda, el presente socio-económico del país y el aprender a sobrevivir en la música a pesar de los hits.
-Crecimiento musical, reconocimiento a nivel local, giras a nivel nacional. ¿Cómo viven este momento profesional?
-Para nosotros, este el fruto de casi todos los años de experiencia y de haber mantenido siempre nuestro sentir musical por sobre cualquier otra cosa. Crecimos en base al trabajo y con un discurso coherente en nuestras canciones y a lo largo de cada disco que sacamos.
-¿Sienten que son una de las nuevas voces que propone el rock argentino?
-No sé si nuevas, pero creo que tenemos mucho camino por recorrer y que, para varios, aún somos una banda incipiente. Venimos desarrollándonos en la independencia hace mucho tiempo y sabemos los pros y contras de ello. Hay situaciones que supimos resolver solos, y otras en donde sabemos que se requieren apoyos externos. Sonar en una radio importante no siempre depende de que tengas un hit, sino de los contactos. Así y todo, los medios independientes nos dan lugar y apoyan siempre nuestro camino. Y eso, sumado al vértigo de las redes, hace que lleguemos a los oídos de la gente.
-Están por cumplir 20 años de trayectoria (con un pequeño impasse entre el 99 y 2001) como banda. ¿Alguna vez imaginaron este presente?
-Uno genera determinadas expectativas a determinadas edades. Hoy sentimos que priorizamos el disfrute de componer y tocar de una manera diferente que al principio. Estamos más maduros y la desesperación que supimos tener antes nos dio lugar a cierto aplomo para entender que uno hace esto por gusto, por necesidad de expresarse y el resultado decanta sólo.
-¿Qué es lo que más recuerdan de aquellos inicios?
-Hicimos un montón de cosas para que la banda tuviera su lugar. Desde preparar los engrudos y hacer la pegatina a la madrugada a salir a volantear. Ahora la movida va más por otro lado, tecleando se llega a todos, pero nuestro inicio fue artesanal, básicamente.
-Siempre fueron músicos con una importante consciencia social. ¿Cómo viven el presente del país?
-Con preocupación, por el rumbo tomado. No somos una banda que enarbole una bandera política definida, pero esto que viene sucediendo con los despidos, el enfriamiento de la economía, el perder de vista el fortalecimiento regional y volver a coquetear con aquellos que, más de una vez, nos obligaron a ponernos de rodilla no es de nuestro paladar, por así decirlo.
-Tiempo atrás, afirmaban que Singularmente (2011) era un disco que definió, en parte, su identidad musical. En una época en donde varios le escapan a un sonido marcado porque temen quedar atados, ¿cómo se manejan las etiquetas en la música?
-Singularmente fue un aprendizaje exhaustivo para nosotros. Nos marcó a fuego en la manera de encarar la composición y resultó un crecimiento enorme para la banda. Trabajar junto a Pepe Céspedes y Osky (Righi), de Bersuit, fue un curso acelerado y una experiencia inolvidable. A partir de ahí, pudimos empezar a tomarnos la grabación de otra manera y, en paralelo, delineamos mejor las maquetas. Pero creemos que, a cinco años de aquel material, aún seguimos indagando en varios estilos, como al principio, porque ahí está nuestra esencia y motivación. De allí que, El placer de ser (2014) haya seguido aquellos parámetros pero también permitió que nos adentráramos en otras sonoridades.
-¿Qué significa para ustedes tener identidad musical?
-Un mensaje consistente, cierta rectitud ideológica y un sonido característico, independientemente del género que termine teniendo la canción. Un folklore hecho por nosotros suena como un folklore a "lo Pampa", así como un reggae, un candombe o cualquier estilo con el que juguemos.
Foto: Gentileza prensa/ Edgardo Kevorkian
*Viernes 8 en El Viejo Galpón, 17 entre 12 y 14 (General Pico). A las 20.