Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Derek Lopez

Las mil vidas de Derek Lopez

Cronista: Sergio Visciglia | Fotos: Gentileza: Andrea Celis

28 de Marzo, 2016

Las mil vidas de Derek Lopez

Derek Lopez presenta Ser y Estar, recién su segundo disco en español luego de su exitoso debut en 1996. El cantante nos cuenta todo lo que estuvo haciendo en esos largos años de distancia y nos deja conocer una historia de vida imperdible.

Sentarse a hablar con Derek Lopez puede resumirse en cómo lograr escaparse del típico prejuicio en el que muchos caen acerca de la vida de alguien que llega al inconsciente colectivo con solamente una canción, un hit veraniego y alegre como lo fue en la segunda mitad de la década del ‘90 "Batida de coco". El poder del hit, especialmente cuando es uno solo, tiene esa mezcla de atracción, frívolidad, pasatismo y nostalgia. 

Pero detrás de la playa y el mar, podemos encontrar las miles de vidas de Derek en una sola. A un tipo que laburó en los medios, que fue DJ, que trabajó con la música en Estados Unidos junto un productor de Hendrix y de Los Ramones, que fue director de marketing de una empresa, o que detrás de la publicación de un libro propio puede rescatar la historia más cruda que uno se pueda imaginar. Bienvenidos al mundo de Derek Lopez, ese que sacó el hit que decía "buscar una mininha pra gozar, ¡ay, Diosito!".

Derek, el músico esquizofrénico

Diecinueve años despúes de grabar su primer y último disco en español, (sí, 19) el músico volvió a nuestro país para editar el año pasado Ser y Estar, una especie de resumen de todo lo que hizo en todos estos años de ausencia. "En este disco tuve la oportunidad de ponerle funk a mi música, que siempre me gustó. Hay muchas versiones de Derek, y por lo tanto muchas opciones de show. Puedo estar yo solo con guitarra, por otro lado un trío que puede ser acústico o power, y también el quinteto. Varía mucho de acuerdo al lugar y también a mi espíritu. Soy bastante ecléctico".

-Cualquier lugar vale.
-Como dirían los turcos, "hacemos cualquier negocio" (risas).

-Muchos artistas suelen ofrecer diferentes facetas pero dentro de un mismo show.
-Es como una cuestión esquizofrénica. De repente se carga un poco de hard rock como No End, la banda que tuve en Estados Unidos, que tiene una característica muy distinta a lo que hago en español. Hay que cambiar el switch y apretar el botón. Entonces voy de las guitarras eléctricas al Derek de playa, que es el más constante. Y en el medio el Derek funk. Pero en este disco me pregunté como meter a todos los diferentes Dereks que hubieron en todos estos años en los que no grabé ningún disco en español. Entonces en este disco quise mostrar todas esas etapas, toda la variedad.

-Un resumen, digamos.
Cuando grabamos Mística (1996), firmamos el contrato con Universal sin saber que iba a haber un "Batida de coco", porque el tema no existía. Sabíamos que iba a estar el corte "Esperando el sol", que era un tema de playa. Entramos a grabar y cuando termino de grabar apareció "Batida de coco". A partir de eso aprendí la lección de que hay que tener la idea 70% armada y el resto librado al azar. Y pasó en este disco lo mismo, y tres temas surgieron al final, y uno es justamente "Ser y estar", que da nombre al disco.

Derek, el del hit

-Ya varios artistas me contaron que su máximo hit salió de última, sin ser parte de un plan. Y vos ahora me estás diciendo exactamente lo mismo, ¿por qué pensàs que sucede? ¿Habrá algún patrón?
-Ahora que me preguntás, lo veo. Creo que sí. Sos músico, vas a grabar tu disco, a expresar todo lo que querés expresar. Estás en la felicidad misma, la gloria. Y no es raro entonces que en esa gloria salga algo recontra grosso.

-¿Cómo te llevaste con el gran éxito que fue "Batida de coco"?
-Yo venía experimentando. No me gusta la palabra éxito, porque viene de status social, de lo material. Para mí éxito es si sos feliz o no. Yo ya estaba teniendo un montón de alegrías, era DJ en Brasil en el boliche más grande de San Pablo, y vine acá a Argentina e hice radio en la Rock and pop, luego la televisión. Y después dejé todo eso y me dediqué a la música. Como que si bien fueron cosas diferentes, todo eso me fue preparando de alguna manera a no perderme.

-Pero de repente todo el mundo cantaba un tema tuyo.
-Yo compuse el tema junto a Luis Caligari, DJ, y nos miramos y dijimos que iba a pegar. Lo esperábamos pero no tanto como fue. Justamente recién una chica que estaba acá me saludó y me preguntó que se sentía hacer un tema que es un hito a la felicidad. Un punto de vista muy copado. Esas cosas no las esperaba, por ejemplo. Yo ahora volví a Argentina después de 15 años, y para mí ahora "Batida de coco" es otra vez algo nuevo.

Derek, el escritor de la calle

-Además de todas estas facetas relacionadas con la música, también aparece el escritor de la mano de "Sin fronteras - El arte del libre albedrío" allá por 2009.
-El libro Sin fronteras es uno de mis sueños de chico. Yo me fui a vivir a la calle cuando tenía 13 años, y fui a la estación de subte. Ahí conocí una chica que era estudiante de sociología y estaba justo haciendo la tesis para la facultada, la cual luego se convirtió en un libro: "El absurdo de la realidad", que hablaba de los chicos de la calle pero más que nada punks. Y yo era punk en esa época, fines de los ‘70, principios de los ‘80. En Brasil en 1978 ya había una movida muy grande y el punk fue abrazado por el público más pobre. No había plata para comprarse ropa y entonces tener el pantalón roto era genial. Ahora me cago de risa porque veo a los futbolistas usando mohicanos y todo eso, y a mi me cagaban a palos por eso. Me cagaban a palos los chetos, la policía, los punks, todos. A los 15, en una pelea de patotas, algo que pasaba todos los días, me acuchillan por la espalda y entonces me hice una promesa a mí mismo de que iba a cumplir todos mis sueños. Y el libro era uno de esos sueños, porque esta chica que venía me prestaba libros, muchos de filosofía, me traducía las letras de The Clash que me encantaba, y me decía "esto lo dicen quizá porque leyeron tal libro", me hacía paralelos y referencias que estaban buenísimas. Yo hice solamente el primario y lo terminé de noche a los 17 y después no hice nada más, porque cuando volví al primario ya llegaba con una gigantesca cantidad de libros leídos, mucho Nietzsche y esas cosas. Yo a esa altura ya había visto morir amigos por ser acuchillados, e hice esa promesa sin saber la gravedad de la herida. Por suerte no afectó ningún órgano. Y aparte yo conocía el cuchillo, era de un amigo mío.

-El verdadero cuchillo por la espalda.
-Sí. Pero él nunca supo el favor que me hizo. Yo ya había vivido muchas situaciones, me habían puesto el revolver en la boca, en la cabeza, me dispararon pero no me pegaron. Todos los días acontecía algo en las calles de San Pablo, todos los días salía alguien herido. Que me cagaran a palos de a diez era muy común. Yo vivía en un barrio, Campinas, a 100 km. de San Pablo, cerca de un barrio que le decían "Furas olho", que en un portugués muy villero es algo así como "agujerea ojos". Entonces yo me prestaba de esa fama cuando iba a San Pablo para decir "me van a cagar a palos pero uno va a salir sin ojos", entonces venían y cerraban los ojos (risas).

-Muy fuerte la historia que surgió de la simple pregunta de por qué te adentraste a escribir un libro.
-El libro fue el cierre de todo lo que me pasó de chico. A partir de ahí, otra cosa. A partir de ahí sueños nuevos. La gente siempre me pregunta por qué abandono. Cuando tenías tu nombre como DJ te fuiste a Argentina, cuando te iba bien en los medios te dedicaste a la música, cuando tuviste tu hit dejaste todo y te fuiste a Estados Unidos. Es que ya estaba cumplido, y cambié de sueños.

Derek, el empresario

"Durante siete años estuve trabajando en la dirección de marketing de una empresa en Estados Unidos", lanza el cantante y no podemos evitar que deje la anécdota ahí.

-Esto sí que es bastante diferente a todo lo que venís contando.
-Cuando llego a Estados Unidos conozco a un productor, que había trabajado con Ramones, Jimi Hendrix, Ozzy Osbourne, Aerosmith. Se llama Tony Bongiovi, primo de Jon Bon Jovi. A él le gustó lo que yo hacía como compositor, y me apadrina para crecer como compositor, no como artista porque a la edad que yo tenía ya estaba pasado allá. Me ayuda entonces a comprender la idiosincrasia de los compositores norteamericanos. Trabajé mucho con él, y cuando me sentí que ya estaba preparado para armar una banda de rock empecé a buscar músicos. Lo primero que busco siempre es batería y bajo, entonces encuentro a un baterista que resultó ser el dueño de una empresa de suplementos dietarios, que tuvo mucho éxito con uno de sus productos pero ya quería volver a la música. Tocamos cinco minutos y nos enamoramos. Nos hicimos amigos y un día llega a un ensayo con unas píldoras rojas y de pasada me cuenta que no sabía como promocionarlas, era como un energizante pero en píldoras. Era justo la época de Matrix y entonces le dije que use el concepto de "take the red pill". Le hice un boceto y le dije que se lo muestre al departamento de gráfica. Le gustó, lo llevó a una empresa muy importante de suplementos deportivos, lo vendió y cuando volvió me dijo "sos el nuevo gerente de esta marca" (risas), el Brain Manager. "¿Y qué hace el brain manager?", le pregunté. "Exactamente lo que hiciste".

 

* Derek Lopez presenta "Ser y Estar" el 15 de abril en Velma Café.

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