"No interpreto ningún personaje, soy yo mismo"

Puede sorprender o no, pero es verdad: Una obra en construcción (que comienza este miércoles) será la primera incursión actoral del novelista y cuentista Hernán Casciari. Es cierto, además de escribirla, le pondrá el pecho y la barriga a la cuestión. El espectáculo en cuestión se trata de una extraña pieza -¿podría ser de otra manera?-, en la que músicos y actores interpretaran relatos del autor. De hecho, es tan insólita que hasta Chichita, su progenitora, participa de ésta. Desde la organización del show, anticiparon: "Nunca antes un escritor nacional se había dejado golpear tanto por su madre en público, con la obvia excepción de Borges".

 -Si bien la obra es promocionada como tu primera participación actoral, ya te habías subido a las tablas, cuando en 2014 realizaste Un gordo que lee nervioso doce mensajes de voz.

-Sí, pero en el contexto de ferias del libro, o de recintos universitarios (NdlR: También se presentó en el Vorterix). Esta vez es más teatral, porque hay un señor pelado, que es el director, y te dice "ponete acá y hacé esta cara". Es mucho más vergonzoso.

-¿Cuánto tiempo te llevó preparar la obra?

-Es una vergüenza lo que voy a decir, pero la verdad es que yo no preparé nada. Los demás hacen todo el trabajo. Llego a la tarde, pregunto dónde me tengo que poner y leo mis cuentos. Ni siquiera tuve la decencia de aprendérmelos de memoria.                  

-¿Qué es lo mejor y lo peor de trabajar con tu madre?

-No hay nada mejor en trabajar con Chichita. Todo es peor. Más que nada, porque cree que me sigue dando de comer. Está convencida de que sin ella yo no habría llegado a ninguna parte. Un poco se lo hice creer cuando le dije que el libro Más respeto que soy tu madre (2008) estaba basada en ella. Otro poco tiene razón, porque le sigo robando plata de la cartera para salir de noche.

-¿Cuánto te costó convencerla para para actúe? 

-Mil doscientos pesos.

-Para Una obra... incorporas músicos, ¿qué incidencia tendrán en el desarrollo? 

-Son tres primos hermanos que saben tocar muy bien. Ellos se suben y hacen lo que quieren. Componen música incidental para mis cuentos. Yo ni siquiera sé muy bien qué van a tocar cada noche.

-¿Cuánto y de qué manera preparaste tu personaje?

-No hay personaje. Soy yo, en serio. Empecé a practicarlo a los tres años. Ahora tengo 45 y todavía no me sale muy bien.

-Habiendo trabajado (o compartido jornadas) con Antonio Gasalla en la versión teatral de Más respeto que soy tu madre (NdlR: Este año se entrena la secuel), ¿qué te quedó de él para volcar en tu actuación?

-Cada vez que puedo revoleo los ojos como dos huevos duros. Pero a él le sale mucho mejor.

-En diciembre del año pasado sufriste un infarto, noticia que diste a conocer en tu cuenta de Twitter. Luego de un par de meses, ¿cómo te encontras?

-Mucho más cagado que antes. Después de un infarto los ladrones dejan de ser peligrosos. Lo peligroso empieza a ser la panceta y el queso cremoso. Antes la inseguridad era la delincuencia, ahora es la heladera. 

-Dado lo sucedido, ¿penaste en parar la pelota y tomarte un tiempo para descansar?

-Sí. Para empezar dejé de vivir en España, la cuna del jamón crudo.

Lugar: Santos 4040, Santos Dumont 4040.

Funciones: Miércoles 16, 23 y 30. A Las 21.

Entradas: www.eventbrite.com.ar o en la boleteria del recinto (el mismo día del show).