"El estilo que tocamos poco tiene que ver con las raíces del rock nacional"

Niños del Parque es una banda de rock que se conformó hace cuatro años. Tomás Ballester, Gonzalo Egurza, Victoria Druetta, Francisco Saggese y Pupi González son los integrantes de este grupo que, con sus once canciones, invitan a viajar a través de un sonido espacial y explosivo por una galaxia desconocida.

-¿Cómo surgió la banda? 

-Fue  por el 2012/13, en medio de una búsqueda de algo diferente a lo que veníamos haciendo cada uno. Desde el comienzo, la idea fue de tener el control sobre todos los campos posibles además de la música, juntar un equipo con ganas de trabajar y de tirar de la cuerda, para ver qué es lo que cada uno verdaderamente tenía para decir a nivel artístico. Trabajando fuerte sobre una idea y escuchándonos sentíamos que iba a surgir la cuestión de la originalidad, y que la gente, si es que lo entendía, iba a sentir curiosidad sobre lo qué estábamos haciendo, que es un poco lo que hoy pasa con nuestro primer disco, Un Punto Azul Pálido.

-¿A qué se debe el nombre del grupo?

-Básicamente, es la canción de una banda tecno-under de Alemania, que surgió en los 80. Gon (Egurza) lo propuso y fue aceptado de inmediato. En un principio, pasamos un tiempo largo sin nombre, aunque sentíamos que era importante, no era el punto en el cual queríamos explorar, queríamos que fluya.

-¿Desde el comienzo tenían pensado experimentar en este género o se fue dando por el aporte de cada uno?

-Creo que se fue dando de a poco. Ninguno de nosotros es un académico de la música, somos más de práctica y experimentación. Así es también que nadie nos enseñó a escribir canciones y quizás ese sea el motivo por el cual en el disco no sé escuchan estribillos ni estructuras del tipo pop/rock al que estamos acostumbrados. Nuestro género tampoco es único, pero no tiene raíces muy profundas a nivel nacional y seguro eso lo convierte en una rareza.

-Algo que los caracteriza son los largos pasajes instrumentales. A la hora de componer, ¿sobre esas bases reconstruyen las letras, viceversa o se da de modo simultaneo?

-No hay una formula, cada tema sucede de una manera diferente. Por lo general, hay una visión global y se van buscando las partes y la forma de ensamblarla. Con las letras pasa lo mismo, se visualiza un concepto y de ahí se va probando la manera de decirlo. Muchas otras parten de sonidos o experimentación, de ritmos y se busca englobarlas dentro de un pensamiento. Por todo eso, seguro no hay una sola forma (risas).

-¿Cómo fue la producción del disco? 

-Lo grabamos íntegramente en la ciudad de Buenos Aires, co-producido junto a Estanislao López, quien también lo mezcló. Se tomó el tiempo necesario para obtener lo que estábamos buscando. En el proceso aprendimos muchísimo, nos dimos la libertad de explorar con los métodos de grabación y los sonidos. Sin ser puristas ni conservadores en cuanto a lo analógico/digital, se utilizaron todo tipo de herramientas, priorizando la calidez y las sensaciones que estos producían en nosotros. Todo concluyó con un gran trabajo de mastering del Sr. Warrior en Puro Mastering. 

-¿Cómo surgió el contacto con el sello marplatense Casa del puente Discos?

-Hace años que los vemos trabajar de una manera constante y con una calidad de artistas tanto nacionales como internacionales de altísima calidad. Así que no dudamos en enviarles el material y la respuesta fue inmediata. Desde el comienzo establecimos una muy linda relación humana, que para nosotros es fundamental a la hora de trabajar. Es un sello que busca el contenido artístico, por sobre todo. Ver nuestro disco al lado de grandes bandas como Altocamet, El Sur, DIIV, APZOO nos da mucha alegría.

-El título del disco coincide con el libro de Carl Sagan publicado en 1994. En éste, además, el autor reflexiona sobre lo minúsculos que somos los seres humanos y lo efímeras que son nuestras vidas. En "Esa absurda obsesión de perdurar" y "Donde bajamos", por ejemplo, siguen un poco esta línea pensativa. ¿Se dio de manera intencional?

-Todo, de alguna manera u otra, se va dando de manera intencional. Es imposible que al escribir canciones uno no se encuentre condicionado por las vivencias y experiencias. El mundo se nos ha develado de una manera muy parecida a cada uno de nosotros y esto nos da una perspectiva similar sobre la humanidad y nuestro papel en este planeta. A diferencia de mucha gente, que necesita aferrarse a creer en algo, Carl Sagan abrió el mapa de la conciencia y mostró lo increíble que es la naturaleza, fuerza creadora de todo. A nosotros nos conmueve muchísimo y, en vez de ahogarnos en preguntas, nos hace disfrutar muchísimo de todo y valorar el trabajo y la búsqueda personal de cada uno.

-¿Creen que este disco, al igual que el libro, es una invitación a valorar nuestro verdadero lugar en el cosmos?

-No quisiéramos adjudicarle esa responsabilidad, pero si así sucede, bienvenido sea. Para nosotros llamar a reflexionar sobre esto es importante y pasar este mensaje de manera responsable también lo es. Quizás más que llamar a reflexionar, lo hagamos pero a no dejarse caer y poder ver claro a través de la nube, lo fundamental de la libertad individual, el respeto y el goce de la vida misma de cada uno de los habitantes de este planeta.

-Después de tanto trabajo, finalmente presentan disco. ¿Cuáles son las expectativas para este show tan importante y para este año?

-Hacía tiempo que queríamos montar algo a nuestra medida y esta presentación fue la excusa perfecta. Después de un largo tiempo de producción llegamos con todo en orden. Este sábado vamos mostrar un show extenso y visual para que se aprecie lo que nosotros queremos proponer a través de la música. Es una muy buena oportunidad para vernos y ¡elevarnos todos juntos hacia el cosmos infinito!

*Sábado 12 en el Centro Cultural Caras y Caretas, Venezuela 333. A las 20:30.