Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Gustavo Cordera

"Mis grandes éxitos son los fracasos que tengo encima"

Cronista: Fernando Villarroel | Fotos: Gentileza prensa

24 de Enero, 2016

"Mis grandes éxitos son los fracasos que tengo encima"

El frontman de La Caravana Mágica conversó con El Bondi sobre el nuevo disco que saldrá a mediadios de año, acerca de la relación de la música y la política, y sobre una posible vuelta a Bersuit: "Si el regreso pudiera convivir con mis proyectos, lo analizaría", confesó.

Fue un revoltoso en los ochenta, un denunciante en los noventa y un activista de las causas naturales y sociales durante el cambio de siglo. En Gustavo Cordera, ex frontman de Bersuit y actual líder de La Caravana Mágica, conviven todas esas (y muchas más) personalidades. A pesar de ser uno de los referentes de la historia moderna del rock nacional, siente que todo es nuevo para él, no le teme al fracaso y se le anima a todo lo que se cruce en el camino. Hoy, el Pelado entiende que su ansiedad de búsqueda por nuevos horizontes lo salvó de creérsela y apuesta por liberar su espíritu en el medio de esta selva.  

-En Suelto (2009) parecías mostrarte con el corazón en la mano y se lo notó como, tal vez, el más visceral de tus álbumes. Ya para los tiempos en los que saliste con La Caravana, tanto en el Volumen I como en el II (2010 y 2012, respectivamente), pareciste reinventarte y volver al ruedo mucho más aguerrido. ¿En qué momento te sentís hoy?

-Internamente hablando, estoy en un momento de celebración, festivo. Junto a Eduardo Cabra (El Visitante, de Calle 13) estamos trabajando en el quinto disco de La Caravana, el cual mostrará mi lado más esquizoide como compositor; van a convivir muchos estados de ánimo, ritmos y creo que será un material muy rico desde el punto de vista musical. Estamos trabajando mucho para lo que va a significar un encuentro entre la música centroamericana y los sonidos rioplatenses, sudamericanos. Es un proyecto interesante, estoy muy apasionado y entusiasmado con todo esto. Va a ser un álbum rápido y espero que entre abril y mayo, de este año, esté en la calle.

-Se te nota muy compenetrado con el presente.

-Sí, y también me tiene muy entusiasmado la salud de La Caravana, una banda que recorrió todo el under. A pesar de los los años que tengo en la música y de haber vivido momentos de consagración con Bersuit, decidí volver, desde el 2009, a desandar el camino desde bajo, porque creo que es el único que sirve para que un grupo sea real y de verdad. Después de seis años (en mayo, cumplimos los siete) La Caravana puede pasar del Vive Latino o el Luna Park a tocar a la gorra en un barcito para 50 personas. Tiene la experiencia de haber vivido todos los mundos y eso la hace muy rica y creíble artísticamente. Ese era uno de mis grandes desafíos, armar una banda poderosa, de verdad, como lo fue la Bersuit en algún momento.

-En la actualidad, el rock logró una mixtura de sonidos y arreglos que se toman con naturalidad. Pero en los años 80 y 90, al que se animaba a cruzar dos estilos lo liquidaban. ¿Cómo ves la escena? ¿Sentís una evolución en el público y los músicos? 

-En su momento, fuimos muy sancionados por el medio, pero ese es un río en el que yo me muevo muy bien desde hace muchos años. Sé que si hago algo y la gente me putea, voy por el buen camino. Las cosas al principio ofrecen resistencia. Cuando hice "La bomba loca" me querían matar, pero el que experimenta, se aventura y se mete en lugares a donde nadie ha ido, siempre va a encontrar mucha resistencia porque la gente tiende a eso. Muchos se aferran demasiado al pasado, eso es algo muy poderoso y se que no voy a vencer a ese sentimiento. Me interesa mucho la energía creativa del presente. Siempre estoy en la búsqueda de cosas nuevas y me apasiona, entusiasma y mantiene vivo, porque sino siento que me muero por dentro, me entristezco. Sería como un león enjaulado, soñando con aquel pasado en la selva.

-Pero, ¿notás cierta evolución en el público y en los artistas? 

-Yo creo que estamos en un momento ideal para los eventos artísticos. Después del 2004 y 2005, la sociedad entró en una etapa de confusión, porque no se sabia dónde estaba el enemigo. No se sabía, culturalmente, para qué lado moverse. Hubo momentos de mucha precariedad porque la política se apoderó del arte y eso, de alguna manera, bajó el nivel de las propuestas. El arte siempre tiene que estar en la vereda de opuesta a la de la política y creo que este es un buen momento para estarlo. Lamentablemente, en la época del kirchnerismo hubo una confusión en este sentido. Muchos formaron parte de la propaganda del gobierno y eso empobreció, desde mi punto de vista, al arte. Este es un buen momento para plantarse, porque está clarísimo que al gobierno no le interesa el arte (risas) y eso esta bueno, ya que vamos a poder crear nuestro propio destino. 

-Si uno repasa tus reportajes en años anteriores, descubre a un hombre que intentó despojarse del estereotipo del rockstar reventado y  que apostó por una espiritualidad de forma sincera. ¿Sentís que algunos se burlaron de eso y aprovecharon para pasarte factura por el éxito que habías alcanzado con Bersuit? 

-Cada vez que uno hace un cambio, todo alrededor se mueve. De alguna manera, cuando esto sucede, las personas se resisten porque les estás mostrando que ellos no cambiaron. Te dicen “no cambies nunca” o “ya no sos el mismo”, como reclamándote algo. Y la verdad, es que yo vine al mundo para evolucionar, cambiar, encontrarme con cosas nuevas, vencer mis temores, ambiciones, egoísmo, intentar hacer arte e ir creciendo y ser mejor persona, para modificarme y revolucionarme. Entonces, todo eso trae resistencias, pero la gente necesita eso, porque requiere viajar hacia un mundo mejor. Creo en un mundo mejor porque lo viví en carne propia y siento que vivo mucho mejor que hace varios años atrás; que es posible a través del arte. Sigo creyendo que es el medio para cambiar el mundo. Hoy, mas que nunca. En un momento, me agarró un escepticismo, pero ahora volví a verlo y a creer en él como la fuerza revolucionaria más importante que existe en la tierra, porque tiene dos ojos que el resto de las cosas no tienen: uno en la frente y otro en el corazón.

-"Tenete fe", "Soy mi soberano", "Canción para mi cabeza", por citar sólo algunas, parecieran ser letras con las que te auto transmitís confianza y seguridad. ¿Lo hacés para motivarte o salen así y punto?

-Siempre me canto a mi mismo antes que a otro. Necesito experimentar y vivenciar las canciones porque si no me pasa, no la canto; interpreto una letra después de que me pasó. La música es una emoción que vuela en todas las direcciones y va hacia a mi y hacia afuera. Siempre fui una persona que creyó en la equivocación y en el fracaso como fuerzas poderosísimas de aprendizaje, crecimiento y creación. Pienso en el error como una forma de abrir nuevas puertas, y una vez que me relajo en eso, voy al frente como un hijo de puta. Sé que, tarde o temprano, gana el que sabe fracasar.  

-¿Sabés fracasar?

-Soy un experto en fracasar. Tengo muchísimos fracasos encima y siento que eso, según mi cosmovisión, es uno de mis grandes éxitos.  

-La escena muchas veces se muestra rebelde pero, ¿creés que tiene mucho más a miedo a fracasar de lo que dice?

-Totalmente, pero eso también pasa en el fútbol. Sucede por ejemplo, cuando vas a la cancha y ves un partido de mierda, que te hace preguntar para qué fuiste. Bueno, eso es porque en sus mentes están expresan el miedo al fracaso; son personas que tienen mucho temor de caerse y no juegan. Yo no. Yo juego siempre y ya no le temo al fracaso, porque trascendí a eso, ahora juego y así soy re feliz.

-Hablás de límites autoimpuestos.

-Estamos muy pendientes del fracaso y del éxito inmediato. No nos atravemos a experimentar, pero experimentar es intentar las cosas, todas las veces que sean necesarias, hasta que sean excelentes. Con las canciones y los discos pasa eso, creo en la evolución y el experimento constantemente. Sé, como dice el Facha de Boedo ("mi mejor canción y mi mejor disco todavía no sucedió"), que esto es un viaje lineal hacia la excelencia, con altos, bajos, aciertos y errores, pero siempre voy en búsqueda de mejorar mi interpretación, las letras, mi forma de sentir, emocionarme, perfeccionar el estilo. Este sábado, voy a ir arriba del escenario a romperme la cabeza y no a menos que eso. No voy a ver qué pasa, o a sacarme un recital de encima. Tengo todas las expectativas del mundo, como si fuera el primer y último show, porque así lo siento.  

-Sos un personaje político, activista de las causas sociales y naturales. ¿Vivís el cambio de gobierno como algo crítico?

-Sí, pero no pasa por este gobierno ni por el anterior, sino que sucede porque la política y el arte llegaron a un momento en donde ya no se abrazan. La política está en manos de gente que quiere prevalecer, vencer y apoderarse, gente que quiere ganar dinero y que está bien que lo hagan y lo expresen, pero los artistas no estamos para eso. Estamos para algo más y ellos no, sólo están para el dinero y el poder. Nuestra propuesta (la de los músicos) es mucho más generosa porque permite que la gente piense, sienta, se emocione y sea mejor persona. Posibilita que tenga un mejor corazón y la política no hace eso, sino que hace que las personas estén enojada, que se peleen, que odien. Entonces, eso demuestra que no estamos por el mismo carril, sean del partido político que sean, vamos por otro camino. Nosotros miramos más allá de las dos campanas.

-Hablando de la famosa “grieta”, el periodista Jorge Lanata fue uno de los grandes protagonistas de estos últimos años y generó opiniones divididas, no sólo en su público, sino que también en el palo del rock. ¿Seguís siendo amigo, teniendo relación con él? 

-La relación que tengo con él, como ser humano, es la que tuve toda la vida. Yo sé quién y cómo es el Gordo como tipo. Todo lo que le está pasando y, donde él se metió, es un viaje. Puede equivocarse, cometer errores, caer en la tentación y convertirse en lo que quiera, pero lo voy a querer porque somos amigos. Porque no fue el único que se desvió o se fue por el camino equivocado, sino que muchos amigos han tomado el camino de la política y han quedado muy ensuciados en todo este periodo. Lo que les diría a todos ellos es que vuelvan al arte y que salgan de ese mundo sucio. Ojo, que salgan no quiere decir que no se hagan responsables y no participen. De hecho, yo voy a estar participando de la mejor manera: en la vereda de enfrente. Los artistas siempre tenemos que estar en la vereda de enfrente a todo, porque nuestros ojos se enfrentan a la verdad, a la realidad y no podemos convertirnos en eso.  

-Dejás clara tu postura de estar en enfrente…

-Sí, pero de cualquier partido político. En estos doce años no se me complicó la cabeza, porque siempre fui un libre pensador; si revisas mis dichos me vas a encontrar siendo muy critico del gobierno de Cristina y Néstor (Kirchner), y también yendo a tocar a las cárceles, a las comedores escolares, a los hospitales y trabajando con soldados del kirchnerismo. Y lo mismo me va a pasar con este gobierno, porque si yo viera que fueran a hacer algo copado, y puedo aportar mi grano de arena, voy a participar. Pero cuando tenga que darle con un palo, se los voy a dar. No quiero ser un necio y estar en contra o a favor de todo lo que hacen. Porque es la misma necedad de la gente que piensa que esto es un equipo de fútbol, y eso es una boludez. 

-Mencionaste tus ganas de mirar hacia adelante y no quedarse anclado al pasado, pero ¿existen posibilidades de una vuelta a Bersuit? 

-Mi corazón está en el nuevo disco, en La Caravana y en los amigos con los que toco, pero eso no es excluyente de que pueda tener una nueva experiencia con mis compañeros de Bersuit. Con algunos integrantes tengo una afinidad especial y con otros cierto enojo. No todos son lo mismo ahí adentro. Los fundadores (Carlitos, Pepe y Juan) son entrañables amigos de toda la vida y los que vinieron después, no lo son tanto. Entonces, eso hace que la vuelta sea un poco complicada porque son muchas personas. Con algunos tengo cosas que limpiar dentro de mi para poder aceptarlos, pero eso es algo que no depende solamente de mi. Entonces, hoy por hoy, mi energía está puesta en esto y si se diera que los dos mundos puedan convivir, yo lo podría aceptar, pero, en este momento, no es algo que dependa exclusivamente de uno.

*Gustavo Cordera y La Caravana Mágica se presentan el próximo sábado 30 de enero en Groove.

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