"Tratamos de no caer en la atractiva estética del deber ser"

Atropello Carregal y La Moral de la Naturaleza es el nombre del tercer disco de la banda de Munro, presentado a fines de año pasado en The Roxy Live. Con fechas en la ciudad que fueron alternándose en lugares como La Trastienda, Niceto Club o Uniclub, ahora el fin de año los vuelve a encontrar nuevamente en el boliche de Palermo como en aquel principio, en este caso acompañando a la banda Más Que Uno.

“Estamos muy contentos con este disco, hemos recibido muy buenas críticas y creemos que todavía tiene pista para un buen rato más, sobre todo para continuar tocándolo en vivo”, nos cuenta entusiasmado el guitarrista Gonzalo Fernández a la hora de hacer un balance de la nueva placa.

-Luego de girar con el disco, vuelven al Roxy, lugar en el que lo presentaron. ¿Qué recuerdos tienen de aquella noche?
-Aquella fue una noche de mucha ansiedad, mucho nervio y mucha alegría. También sufrimos unos desperfectos técnicos típicos del ritmo vertiginoso de estos shows. Nos sirve como experiencia para ir más preparados y laburar con más gente en estas presentaciones más grandes y veloces. Ahora volvemos ya con los temas más tocados, por lo cual es lógico que ésta vez suene "...la moral" más ajustada. Y esta vez lo hacemos con otro bajista, hemos sufrido a principio de año la partida de Ignacio Basello así que en esta oportunidad iremos con Damián Magliola, que viene tocando con nosotros hace varios meses y ya es un Atropello más. Le hacemos bullyng por ser "el nuevo" pero lo queremos mucho en verdad.    

-¿Qué le aportó el nuevo bajista desde su lugar a las canciones?
-Tanto Guido Parisi (el otro guitarrista) como yo somos bastante hincha pelotas, y creo que Damián fue muy humilde desde su lugar, siempre bien predispuesto a escuchar un "pero acá estaría mejor que hagas tal cosa...", y sin hacer ni una mueca de mala onda, en ese sentido la dinámica de laburo siguió funcionando igual que siempre. Además la energía que le inyectó al proyecto fue increíble. Luego de la partida de un integrante hay una sensación de incertidumbre... incluso de cierto desgano. El pibe este nos activó, nos contagió de sus ganas. Al segundo ensayo ya te estaba diciendo "me parece que para el bajo de este tema necesito este pedal, o este otro...", y hubo un esfuerzo por respetar los audios que habían quedado en el disco, esfuerzo que estuvo muy en sintonía con el laburo de los violeros, que también estamos todavía armando el set que nos permita reproducir en vivo lo que pasa en el disco. En algunos temas más viejos incluso ya junto con él nos pusimos a laburar las líneas de bajo y muchas se han cambiado por sus ideas. Y por supuesto que no hay dos seres humanos que toquen igual un instrumento así que su impronta esta en cada nota que él ejecuta. 

-En lo que respecta al título del disco, vos afirmaste en otra nota que se incluían en el mismo“porque no nos gusta colocarnos por fuera del debate como si nosotros no reprodujéramos dichos mandatos en alguna de las tantas aristas que tiene nuestra vida. Es, de alguna manera, ser un poco autocrítico y no sumar un grano de arena a la mentira de la objetividad absoluta que pretenden tener algunos periodistas”. En base a esto, sumado la trayectoria que tienen a cuestas, ¿cómo ven la escena en ese sentido?
-Es una pregunta un poco extraña. Voy a contestar pero no sé si voy en dirección a tu pregunta. Los músicos, o las artistas en general se supone que siempre estamos permeables al cambio, al debate y se supone que siempre nos encontramos del lado más "progre". Digo que se supone porque podemos estar confundidos o porque también hay artistas conservadores a conciencia. De todos modos decir algo de "la escena" en general en este sentido creo que no me corresponde y no sabría bien qué decir al respecto. O sea no sé qué opina "la escena" a cerca de "la objetividad" por ejemplo. Sí noto mucha camaradería entre las bandas, mucha solidaridad y laburo en conjunto. Por otro lado, lo que tratamos desde las letras de Atropello es no caer en la atractiva estética del "deber ser" o de frases armadas sobre una obviedad "busca la luz...", "...el amor es el camino", "...rechaza lo que te haga mal", etc. no porque no nos guste el amor, o nos guste el mal o preferimos tener la luz apagada sino porque no sonaría auténtico en nuestras bocas esa forma de expresión.

-¿Qué factores contribuyeron para lograr una identidad más acaba como ustedes afirman?
-Hay varios factores, creo que hay una madurez en la composición, los arreglos no surgen solamente del azar o de la inspiración del momento, este disco nos encuentra con más herramientas para trabajar. Hicimos una preproducción sumamente cuidadosa y extensa gracias a que Guido Parisi (guitarrista) ha aprendido un montón de detalles acerca de la grabación y edición de audio. Otro factor fundamental más que nada desde lo sonoro fue el acierto de laburar con Lucas Gómez (ingeniero de sonido y co-productor de "...la moral"), que le dio una vuelta de rosca a la canciones, las hizo sonar mejor de lo que nosotros teníamos en la cabeza, interpretó a la banda de una manera que a nuestro entender nos hizo mucho mejor, se comprometió a pleno con lo que hacemos. Y si bien al mezclar un disco se negocia todo, él llevo las canciones a lugares a los que nosotros no las podríamos haber llevado. Desde el día uno en que grabamos las bases en Romaphonic tuvimos completa confianza en su laburo, eso fue muy importante.    

-Alguna vez dijeron que a partir del 2005, año en el que arrancaron, se empezó a gestar una renovación en la escena local, que además subió la vara para aquellos que viene más atrás. ¿Consideran que hay un denominador común entre aquellos que impulsaron un cambio?
-Creo que hay una camada de bandas "nuevas" que se toman lo que hacen muy en serio, son todos muy profesionales. Yo por ejemplo que no soy muy ducho en las cuestiones de audio voy a ver bandas y siempre vuelvo pensando "la puta madre, ¿cómo carajo pela ese sonido?". Hay un laburo más minucioso, cuidadoso, un respeto por el que te va a ver, no se sale reventado al escenario... creo que hay una filosofía distinta a la que tal vez había en alguna otra época, puede que hayamos mal interpretado el rock durante un tiempo, o nos contaminamos un poco con la "cultura del aguante". Es muy lindo ver a los pibes que le gusta lo que haces sin dudas, pero no hay que perder el eje de lo que es lo más importante, que es la música y la fidelidad de hacer siempre lo que te conmueva artísticamente.   

* Atropello Carregal se presenta el domingo 15 de noviembre en The Roxy Live (Niceto Vega 5542, CABA).