"El silencio es parte de la música"

Los santafecinos de Sig Ragga siguen creciendo. El próximo paso en su itinerario hacía la gloria será esta noche, cuando se presenten, por primera vez en su corta y grandilocuente historia, en el Teatro de Flores. Pero antes, El Bondi conversó sobre esto  con Ricardo Pepo Cortes (baterista) y sobre lo que significa el silencio para la música.

-Mencionaron que el 2014 fue completo y lleno de satisfacciones, que incluyó entre otras cosas giras por el exterior (Centro América) y alguna nominación (Grammy Latinos). Este año, para no ser menos, lo concluyen con un Teatro de Flores. ¿Qué análisis pueden hacer del 2015?

- Este fue un año donde se trabajó mucho en dos situaciones: por un lado en lo compositivo, desde nuestro estudio, bocetando, pre-produciendo nuevas obras y canciones; y por otro lado, hubo muchos shows, en contextos deseados cuando fueron shows propios, y  presentaciones en festivales de gran magnitud, como el Cosquin Rock, el Taraguí Rock, y los cierres de la Bienal de Arte Joven en Buenos Aires y el del Ciudad Emergente también en Buenos Aires.

-En muchas (o en casi todas) entrevistas se los consulta sobre un futuro disco, el cual se está haciendo esperar. Entre otra de las explicaciones, afirmaron que ya están trabajando en nuevas composiciones, y que, a diferencia de Aquelarre (demoró un mes), quieren tomarse el tiempo que sea necesario. ¿Qué factor juega la presión externa?

-No hay presión porque los tiempos los vamos manejando de acuerdo a nuestras cosas, necesidades y respetando el proceso creativo. La experiencia con Aquelarre no deja de ser fantástica y el próximo disco tiene sus propios tiempos. Hay canciones e ideas que se viene trabajando hace dos años, por ejemplo.

-Asimismo, en una sociedad donde, al parecer, lo único que no sobra es el tiempo y la paciencia, ¿cómo hacen para no dejarse llevar por la vorágine?

-El mercado devora todo en todos los planos, campos y actividades de nuestra especie. No deja de ser un invento nuestro como el lenguaje mismo. Existe esa tensión. Hacemos un trabajo constante y satisfactorio para nosotros, y la música nos da paz. Las devoluciones son consecuencia de nuestra intensidad y constancia y nos refugiamos en esto que inventamos.

-¿Creen que Aquelarre se vio perjudicado por el poco tiempo en el que lo grabaron?

- No, no creemos haya sido perjudicado en ningún aspecto. Fue un momento especial, histórico y único que vivimos, donde pusimos todo en descargar y crear esos mundos que en su momento para nosotros fueron importantísimos. Tiene como un costado visceral, del impulso y de poco razonamiento que lo vuelve especial y le da su fuerza.

-Recientemente  afirmaron que disfrutan más del silencio que del aplauso. ¿Cuál es atractivo que le encuentran?

-El silencio es sinónimo de respecto y de que el espectador-oyente está prestando atención. El silencio, en la música, es tan importante como los sonidos. Es la contra forma, es parte de la forma. Asique para nosotros es importantísimo y te habla del respecto en cuanto a la escucha. No obstante, el aplauso es la intensidad y la devolución a las interpretaciones, a las emociones que van y vienen entre el público y nosotros.

-Teniendo en cuenta las dimensiones del Teatro de Flores, ¿cómo encaran el show, a sabiendas que el fuerte de ustedes es la puesta en escena, para qe no se desvirtué?

- El show en el Teatro de Flores es una continuación del desarrollo de lo que es la obra nuestra en estos 18 años. Sabemos que va a ser un momento único, como cada presentación y difícil que nosotros podamos expresar en palabras el trasfondo o lo qué es la preparación.

 *Sabádo 7 en el Teatro de Flores, Rivadía 7800. A las 20.