"Somos una banda difícil de etiquetar"

El agente de prensa va y viene por el hall del Viamonte Hotel. El ritual se repetirá al menos dos veces más. Ha sido una jornada (nunca mejor utilizado el termino) extensa de entrevistas. Para variar, todo se atrasó. “Estamos viendo si la entrevista la hacemos acá o en el ND Teatro”, advierte el prensa, y luego reconoce que “los chicos, pese a lo bien que les fue ayer, quieren ir a probar sonido un rato antes”. Los chicos, son en realidad la banda francesa Boulevard Des Airs, que están realizando su primera gira por Argentina, y que, además de abrir los últimos dos show de Estelares en el teatro céntrico, están promocionando su tercer disco, Bruxelles, que cuenta con participaciones de Zaz (“Demain de bon matin”) y el ex Ska-P (“Quiero soñar”).

“Ayer (por el jueves 29 de octubre) la aceptación de la gente fue enorme”, revela Iván Pozuelo del Castillo, baterista y único español del grupo. El músico, desde el 2005, visita asiduamente el país, sea como parte de Ska-P o The Locos. “Tenía ganas de ver amigos, tomar una Quilmes y comer un bife de lomo”, dice y, automáticamente, agrega que el público sudamericano es especial, y en particular el argentino. Además: “En sentido vibrar el suelo de un Pepsi Music. Increíble”.

La gira, comenta, nació por iniciativa de él, luego de contactar a responsables de PopArt (“Pasamos casi un año intercambiando mails”). De hecho, por cuestiones organizativas y económicas, se perdieron la chance de abrir los dos Luna Park que La Vela Puerca hizo hace meses. “Aunque nuestra compañía, Sony, siempre ayuda, esto nos lo hemos currado nosotros. Es más, ellos ni siquiera editaron nuestro disco acá, algo que nos habría ayudado bastante”, recuerda.

La Boulevard, dice el baterista, es ecléctica y difícil de etiquetar. Con diez años de trayectoria, el grupo vive un presente promisorio, en el cual logró posicionarse tanto en los medios como en la escena. “En Francia se vende mucho, la gente aun sigue comprando discos, a diferencia de España, o de aquí, en donde prefieren una remera”, señala.

-¿Notas cambios significativos desde tu última visita?
-El cambio de gobierno se nota mucho. En mi anterior visita, recuerdo que predominaba otro sentimiento en la sociedad, más alegro o esperanzado. Ahora, de repente, está todo en el aire. Me ha llamado la atención. Se nota que son un país muy particular.

-Los que les llega, a través de los medios, es parecido a lo que te toca vivir?
-Siempre llegan noticias, pero hay una notoria distorsión de los medios. Ellos nunca dicen la verdad. Sólo nos dirán lo que les interesa. No es fácil enterarse bien de lo qué pasa.

-¿La realidad social es una cuestión que los influye directamente?
-Es fundamental, es la vida. Tú vives en un país con muchos estímulos externos, que son los que te hacen crear. De no existir, sería imposible. Es un efecto y una reacción. Lo que sucede es que no somos un grupo combativo, aunque sí hay temas de denuncia, pero también de amor y desamor.

-Las mayorías de las composiciones son del cantante, Sylvain Duthu. Sin embargo, para Bruxelles hay una letra tuya, que además cantas, “Lo vamos a intentar”. ¿Cómo te sentiste en ese lugar?
-Estoy muy agradecido por el lugar y la oportunidad que me dieron, ya que no siempre sucede en los grupos. Además, fue mi primera vez, a lo sumo, habría hecho algunos coros

-Al margen de tu intervención, ¿qué particularidades tiene este trabajo con los otros?
-Los tres discos son muy diferentes. Podría decir que este es más maduro, por una cuestión natural. Quizás, ahora se ha pensado más la melodía, se le ha dado una vuelta de tuerca.

-Hace dos años que te incorporaste a la banda, ¿qué te resulta llamativo de la escena francesa?
-Que es muy rica. Hay una variedad muy interesante de instrumentos y estilos. Asimismo, la gente tiene las manos, el corazón y los oídos abiertos a nuevas propuestas. Hay mucho amor por la cultura y muchos festivales, en donde se mezclan todos los géneros.

-¿Festivales patrocinados por marcas o por el Estado?
-Ambas. Siempre hay una ayuda. Sin embargo, lo que más me sorprende es la cantidad de gente que trabaja gratis, algo que en mí país no es común. En España se nota la crisis y como ha repercutido en la música.

-¿Te referís a la calidad o a la organización?
-La calidad, pues… Yo sé que hay buenos grupos, y que son muchos, que a lo mejor no tienen apoyo ni la oportunidad de salir. Desgraciadamente, la industria es la que  muchas veces promueve esto. O sea, ayudan bandas que son experimentos.

-¿A qué le llamas “experimentos”?
-He tenido colegas que han ido a castings para grupos, en donde buscaba hacer una mezcla de flamenco con hip hop. Luego lo unen, alguien pone la pasta y graban tres temas. Si funciona sigue. Es muy triste, pero existe. La mitad de los hoy la pegan (o sea, que suenan en las discotecas), al año siguiente desaparecen.

*Miércoles 4 en el Teatro Sony, Cabrera 6027.A las 20. Y el viernes 6 en el ND Teatro, Paraguay 918. Junto a Estelares. A las 20.