"Nuestro presente está muy vinculado con el pasado"

Podrían haber sido una creación del cuentista Raymond Carver (1938-1988) -donde predominan los anti héroes y los perdedores más perdedores de la existencia-, pero Mi Amigo Invencible es una banda que existe, toca y emana una hermosa y melancólica energía. No obstante, en línea con lo que suele proponer el escritor estadounidense, Mariano Di Cesare, cantante y guitarrista del sexteto, afirma que ellos siempre están esperando el fracaso, porque, al igual que un científico, continuamente están experimentando. Sin embargo, se rectifica y aclara: “Somos conscientes que en algún momento las cosas no se darán como pretendemos.”

La coincidencia entre Carver y los Invencibles no es meramente discursiva. De hecho, La Danza de los Principiantes (2015), el sexto y más reciente disco del grupo, toma su nombre (y algo de influencia) de Principiantes, última publicación que del autor (2009). La frustración, retoma el cantante, “habría sido no quedar conformes con las canciones, algo que no sucedió” y marca que la apuesta, esta vez, pasó por incorporar un sonido más actual, lejos de sus principales influencias, más cercanas a los años 70, 90.

Aunque el presente de la banda sea prometedor, algo que evitan mencionar, su trayectoria está lejos de ser meteórica. El puntapié, podría ser, en el 2008, un año después de publicar su primer LP –Guaper, la tenaza que corta el alambre del corral- cuando Di Cesare, decidido a estudiar cine, se instaló en Buenos Aires –a excepción del bajista Juan Pablo Quatrini, todos son de Mendoza-. Luego vendría el resto del contingente. Pero no fue hasta la salida del quinto álbum, La Nostalgia Soundsystem (2013), que el tan esquivo reconocimiento llegó.

Mientras reniega por un supuesto capuccino que no es tal (la nota transcurrió en un bar, por San Telmo), Mariano, con su acento cuyano intacto, explica que La Danza más que un concepto, es una historia -“lineal y narrativa”-, con muchas texturas -"lo que provoca que el rock pierda simpleza”- y que sigue, en parte, lo planteado en su anterior disco -“ese pasado indestructible”-. Y aclara: “Nuestro presente está muy involucrado con el tiempo que pasó.”

Pero Di Cesare no se conforma. Como el tiempo –temática recurrente en el grupo-, sus ideas no se detienen. Y reconoce -entre risas- que, pese a las pocas semanas de vida que tiene La Danza, él y sus compañeros ya están pensando en su sucesor. “Tiene que ver con las imposibilidades de la grabación (cuestiones técnicas, temporales o de relaciones). Siempre hay algo que falta o una idea a la que no se pudo llegar”, sintetiza.

Foto: Gentileza prensa/Lucía Iglesias

*Sábado 3 en Niceto Club, Niceto Vega 5510. A las 20.