"El músico al igual que el oyente va mutando"

Hace dos años se publicaba Salpica, opera prima de Mustafunk, banda que –como indica su nombre- levanta la bandera del sonido afroamericano. De ahí en adelante fue demostrar que además se puede fusionar con el jazz e incluso hasta con el reggae. “Estamos conformes con el resultado, no esperábamos más”, comenta Agustín Marinelli, guitarrista del grupo. “Éramos conscientes de las limitaciones que teníamos a nivel técnico en ese momento (equipos, preamplificadores, micrófonos etc)”, agrega.

Atravesada la primera barrera, ahora se viene un nuevo desafío: el sucesor de un trabajo que tantos réditos les trajo. “En esta ocasión –dice Agustín- vamos a delegar la grabación, mezcla y mastering a un técnico y/o ingeniero, cosa de estar más enfocados en la y también para superar en cuanto a calidad de audio de nuestro primer disco”.

-Usando al funk como base han sabido incorporar otros géneros. Para esta segunda placa, ¿tienen en mente seguir con la ensalada sonora, o, por lo contrario, hay cosas que van a dejar de lado?
-No, no dejamos nada de lado, el funk está por sobre todas las cosas, pero sigue habiendo rock, jazz, reggae. Está la fusión constantemente. Eso es lo que nos gusta, no es el funk puro o soul tipo James Brown, es una mezcla de data.

-Previo a Salpica tuvieron cuatro años de recorrido. Sin embargo, en esta ocasión apenas pasaron dos, ¿de dónde surge la necesidad de grabar un nuevo álbum?
-La necesidad sale de querer mostrar temas nuevos, si bien el género y la fusión de la que hablábamos anteriormente siguen estando, son canciones nuevas y necesitamos mostrarlas. La otra realidad es que hace mucho tiempo que venimos tocando Salpica y necesitamos hacer cosas nuevas, creo que la música y el músico va mutando y tiene esa necesidad.

-Han mencionado en reiteradas ocasiones que las letras de Mustafunk no pretenden bajar línea, ni de dejar un mensaje, aunque en temas como “Mr. Lewis” y “Fever” hay un espíritu crítico. Sin embargo, lo que predomina es dejar la interpretación al oyente, ¿eso es algo que se repetirá?
-No, todo lo contrario. Hay temas que son de libre interpretación pero muchos, como vos decís, son críticas, “H.A.A.R.P.”, “Salpica”, “Mr. Lewis” o “Fever”. Creo que siempre se baja línea, puede ser de manera directa como el caso de esos cuatro temas que nombré o más rebuscado, si se quiere. Por ahí este disco es más indirecto.   

-Señalaron en más de una ocasión que un de las virtudes del grupo es su desempeño en vivo. No obstante, ¿cómo se hace para plasmar esa energía en el disco?
-La mejor forma es grabando en vivo, es difícil y no siempre se puede, y es lo que queremos lograr. Por lo menos la base, después se pueden regrabar violas y hacer overdubs y otros instrumentos, pero va por ahí el camino para captar la fuerza del vivo.

-Es evidente que el funk ha ganado un espacio en la escena local, robando, por decirlo de alguna manera, público a otros estilos más clásicos, como el rock. ¿A qué creen que se debe esto? ¿Merito de uno y descuido de otro, o hay un poco de ambas?
-No, no creo que uno le robe a otro (risas). Pero sí creo que así como el músico muta y necesita sacar discos y mostrar cosas nuevas, el oyente también lo hace pero desde la escucha, entonces una persona que consume funk puede estar intrigada o seducida por el rock y viceversa. Nosotros, por ejemplo, nos consideramos una banda de rock, pero está mechado y hacemos una mezcolanza con el funk. La realidad es que hoy en día también se le llama rock a todo, aparece una banda que pisa una distorsión y dicen que es rock. Y la realidad es que la distorsión es un efecto, ¿Qué pasaría si tocas una frase de jazz con distorsión? ¿Es jazz rock? No lo sé, depende del contexto, pero es fusión, experimentación, música.

Mustafunk se presenta el 4 de julio en Auditorio Oeste, Avenida Rivadavia 17230 (Haedo).

Fotografía: Gentileza de Prensa/Let´s Risk It