Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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El Perrodiablo

"Nos cagamos en la solemnidad del rock"

Cronista: Lucas González | Fotos: Gentileza: Prensa

03 de Junio, 2015

"Nos cagamos en la solemnidad del rock"

Antes de tocar en el Festipulenta, El Perrodiablo conversó con El Bondi. El éxito, el Cosquín Rock, la música como trabajo, fueron alguno de los tópicos que incluyó la charla. 

En tierras de redonditos, hay una banda que eligió ser rey sin camello. “Hoy me duele la cintura”, acusa Doma, cantante de El Perrodiablo, grupo platense que el día anterior se presentó en Burzaco. “La gente que se  acerca, sea mucha o poca, entiende que nuestro camino es el real. Y eso es muy importante”, admite y aclara qué “el mejor agradecimiento que puede recibir aquel que nos sigue, es ver que nos partimos el lomo para dar lo mejor”. Al lado suyo, Chaume (guitarrista) agrega: “Primero tocamos para nosotros cinco, es la mejor forma de que crean en lo que haces”. El encuentro con El Bondi, del que también participó Fran (bajista) –el quinteto se completa con Lea en guitarra y Polo en batería-, tuvo lugar en sus pagos, La Plata.

Quien haya visto al Perro sabe a qué se refiere Doma cuando afirma no sentirse parte de una escena. “Simplemente transitamos las distintas  épocas, conociendo gente piola y participando de ciclos”, señala. En febrero de este año, la banda se presentó en el escenario principal del Cosquín Rock, uno de esos hitos que perduraran en el tiempo. “Fue algo increíble –marca el cantante-, ya que somos los mismo que pueden tocar en el Zaguan Sur”.

Sin embargo, lo que hoy mantiene ocupado al grupo –que en agosto celebra diez años de vida- es la difusión de su cuarto disco de estudio, Cacería. La producción, a cargo de Guadarlberto de Orta (guitarrista de NormA), fue una de las  cuestiones destacadas por vocalista: “Él quería captar nuestra energía, el desborde que generamos, y por eso nos propuso grabar en simultaneo, además de hacerlo en ION”. La búsqueda, según Doma, pasó por mantener la frescura y la intensidad, “que la ametralladora dispare más balas que en El Espíritu, nuestro trabajo anterior”.  Asimismo, la masterización pasó por Mariano Manza Esaín (Valle de Muñecas), a quien los entrevistados definieron como un buda, con una gran claridad conceptual.

-Tocan mucho, según ustedes, están por las 300 presentaciones. Y al parecer, tiene previsto más presentaciones. ¿Hay algo a lo que digan que no?
Doma: -Hay bastante a lo que nos negamos, lo que pasa es que no lo publicitamos. Tratamos de no hacer fechas en la que no nos sintamos cómodos: si las condiciones no nos parecen justas, no vamos. Esto no quiere decir que a todos los lugares en los que tocamos nos hayan ofrecido un arreglo perfecto, somos consientes de que no está bueno vivir en una burbuja y decirle a todo que no. Si yo hiciera lo mismo con todo lo que me desagrada de la sociedad tengo que revolear el televisor y vivir arriba de un árbol. Tampoco nos gusta cuando sentimos que hay algunos que nos llaman porque ahora tenemos cierta repercusión. Es incomoda esa situación. Vos sabes de quién viene esa invitación, hay muchos que nos llaman y vamos gustoso, pero a veces caen invitaciones raras. Son gajes del oficio. No le cerramos la puerta a nadie, somos tipos muy ubicados a la hora de compartir fechas con bandas, muy abiertos. Con nuestras propias reglas pudimos tocas casi 300 veces. Nunca hay que dejar de aprender. Decía en otra nota, El Perrodiablo no persigue la convocatoria, pero eso no significa que no busquemos creer, y eso se nota en la organización, en la relación con el otro, sostener tus principios. A la larga, eso la gente lo nota.

-Hay una constante que se repite en cada una de sus fechas: siempre hay una o dos bandas que los acompañan. A diferencia de lo que proponía el Indio Solari, ustedes nunca están solos.
D: -Nunca, no nos interesa.
Fran: -Fue algo natural. La idea es siempre abrir el abanico. Por algo a nuestras fechas las denominamos “La Ceremonia”.
D: -Claro, y no “La Paja solitaria” (risas).
Chaume: -También sucede que, cuando arrancamos, nuestra música estaba muy mal vista. Era un suicidio ir a tocar algo que a nadie le interesaba, por lo menos en La Plata. De ahí también viene la relación que tenemos con otras ciudades, ya que tuvimos que generar contactos. Es la única forma que una banda independiente, como nosotros, pueda armar una fecha.
D: -Después te queda la camaradería con aquellos que nos hicieron un lugar. Quizás, ahora podríamos hacer un recital en el que estemos solos, pero la idea nos parece aburrida. Los músicos somos esencialmente ególatras, y en la medida de lo posible nosotros intentamos abandonar eso, contribuyendo a la movida, intercambiando con gente de otros estilos. Cuando arrancamos, la decisión fue no vincularse con un gueto, íbamos a tocar donde hubiera un espacio para hacerlo, y si al lado estaban los 107 Faunos o Motosierra era lo mismo.

-Pero, por ejemplo, ¿harían una fecha con alguien que no comparten “los ideales”, como Banda de Turistas?
D: -Sí, tocaríamos. Nosotros somos un atentado en la música.
F: -No lo invitaríamos a una fecha, pero si coincidimos en algún festival, encantandos de la vida.
D: -Tenemos un gen terrorista. Y no sé cuántas bandas pueden estar orgullosas de ser así. Esto es una realidad, en este momento de nuestra historia podríamos hacer jugadas táctico-estratégicas que nos permitirían posicionarnos en otro lugar, como guardarnos un tiempo para hacer una fecha solos muy bien armada, adelantar un simple con cuatro temas.
C: -O meter un productor de afuera.
D: -De hecho, hemos tenido ofertas de uno importante de acá, y dijimos que no. Como diría el cabezón Ruggieri, “no voy a dar nombres”. Volviendo a lo anterior, somos terroristas en el buen sentido, no nos quedamos en la comodidad. Con el tiempo, además, aprendimos a ser productores, a veces muy bien y en otras no tanto.
C: -Hay cierta obstinación.
D:-Sí, pero con convicción.

-En los discos siempre buscan plasmar lo que son en vivo, en este caso, ¿Cacería es el que más los representa?
F: -Es el que más en vivo se grabó. Quizás, lo que tienen los dos primeros –La Bomba Sucia y Orgia Políticamente Correcta-, es que son más crudos.
D: -Cada disco representa en el momento en el que estábamos, no los hacemos competir entre sí. Lo que antes dependía de colchones y frazadas –se refiere la grabación de La Bomba Sucia - ahora depende de un estudio y una sala.
C: -Las frazadas y los colchones representaban lo que era la banda en ese momento.
D: -Pero los huevos siguen siendo los mismo. Él –por Fran- tiene una muy buena definición que le dijo a un integrante de Poseidotica: “Nosotros tocamos lo que nos da para tocar”. Y eso también es una sabiduría muy noble. En lo que hacemos seremos más o menos buenos, pero hacemos lo que nos gusta.

-Si hay algo que tuvo Cacería fue repercusión, ¿cómo se llevan con la crítica? Noté que una de las pocas veces que Clarín y Página 12 se pusieron de acuerdo, fue para hablar bien de ustedes.
D: -Nosotros no podemos hacernos cargo de lo que digan los demás, sea bueno o malo. Eso forma parte de la relación tanto del crítico como del público. Es verdad que, en general, hemos tenido buenas críticas con todos los discos. La banda se fue ganando un lugar. Yo, a veces, cuando tocamos digo una frase, un poco en chiste: “Vamos a tocar en tal lado, y si no les gusta, nos vamos a volver a cruzar. Pero más pronto de lo que creen”.  Estamos tan convencidos de lo que hacemos, que vas ir a ver a Banda de Turistas y vamos a estar ahí también.  Es emocionante cuando las críticas captan algo de lo que vos queres transmitir. Hay una en particular, de un escritor mexicano,  Antonio Ortuño, que me pegó fuerte lo que dice de la banda. Lo mismo cuando leí la que hizo Roque Casciero sobre El Espíritu. No somos agrandados, pero tampoco somos boludos. Además de imponer palabras que antes nadie usaba, siempre reivindicamos las banderas de la rabia y la distorsión, cuestiones que hoy varios grupos incluyen en su discurso.

-Doma, mencionaste en alguna ocasión que no compones por practica, sino cuando lo sentís. 
D: -A mi me cuesta concebir la composición sin la banda, me gusta que ellos me den su visión sobre las letras. Si estoy contento con lo que escribo y mis compañeros se sienten identificados sé que por ahí es el camino. No soy un cantautor, y no me gustan los que se disfrazan dentro de una banda, me rompen los huevos. ¡Y hay un montón! Por dar un ejemplo, prefiero la honestidad de Poseidotica, que no tienen letras, o Futbol, que escriben de una manera muy particular. No me gustan los disfraces, me sacan la cabeza. En mi caso, las letras siento que tienen mucho que ver con la banda.
C: -Tampoco somos una banda de experimentación, hacemos rocanrol. Sabemos que no estamos inventando un estilo nuevo, o sí, el del Perrodiablo.

-¿Y cuánto de lo que componen queda afuera?
F: -Poco. Tampoco es que a la hora de grabar tenemos 20 temas.
D: -Somos todos laburantes, no tenemos tiempos de estrella de rock para hacer 100 temas y elegir. Tampoco tenemos ganas.
C:- Quizás quede mal decirlo, pero cuando un tema es malo, nos damos cuenta y de esa manera lo descartamos rápido.
D: -Yo escucho discos en los cuales el productor les hizo hacer a los músicos 45 temas, quedaron 11, y encima 3 ó 4 son una mierda. ¡Lo que sería el 44! (Risas). Nosotros, en muchas cosas, nos cagamos en la solemnidad del rock. Si arriba del escenario uno de ellos tiene problemas con el instrumento, en vez de crear un clima de tensión, nos reímos. Muchos creen que es una película de Hollywood en la que no podes, ni debes, ver los hilos del actor que está volando. Atrás del glamour hay mucha restricción. Igual, que cada uno haga lo que le plazca, esa es la base de todo.

-Hace un par de años Chauma afirmó que nos les interesaba vivir de la música. Con casi diez años de banda, y 300 recitales encima, ¿la percepción sigue siendo la misma?
D: -Si vivir de la música implica tocar una vez al año o tener que hacer tres fecha por semana, no nos va dar el físico y tampoco nos interesa. Nosotros vivimos la música de esta manera.
C: -No sé quién empezó con eso de que si estás en la música tenes que vivir de ella, si no es un trabajo.
D: -La música a mi me hace vivir mejor, me permite soportar un mundo de mierda. Si no tocara podría ser un gran hijo de puta o un zarpado, y de eso me doy cuenta por lo que siento cuando no la tengo. Esto ya me dio otra clase de valores, de experiencias.

-Doma, reconociste que hay dos formas de pegarla: la primera, pasa por pertenecer a una escena; y la segunda, tiene que ver por una cuestión de pegarla económicamente. Entonces, ¿Qué diferencia a bandas como Tan Biónica de lo que ustedes proponen?
D: -Lo importante en ese tipo de bandas es la cantidad de plata que producen. Nuestra forma de pegarla, por ejemplo, fue tocar en el Cosquín. Viajamos en el micro de gira con Pez, ¿sabes lo qué fue escucharlo a Ariel (Minimal) hablar de música, de sus anécdotas con los Cadillacs? Es un lujo, somos unos agradecidos. O que Andrés Calamaro nos nombre ante cuarenta mil personas. Pero, ¿qué hicimos para convencer a esa gente de que lo nuestro valía? Rocanrol, tocado desde la venas. Ayer les contaba a los chicos, me escribió un chabon desde Puerto Rico, me dijo que le gustaba lo que hacíamos y que tenía en formato físico El Espíritu y Cacería, y el que se lo había dado era Sergio Rotman. ¿Cómo eso no va a ser una paga? Repito, nosotros estamos viviendo la música. Hacemos lo que hacemos sin la necesidad de vender chicles Beldent, como Chano.

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