El placer de lo nuevo

Pasó un año desde la salida de su anterior material –Pampa Cadabra (2013)– el cual contaba con trece composiciones, diez clásicos y tres inéditas. Una síntesis perfecta de la carrera de Pampa Yakuza, aquella que ya superó su primera década e interesó por esa singular mezcla de rock, folclore y algo de reggae. La idea encuentra continuidad con la salida de El Placer de ser, séptimo disco de estudio del grupo. O en palabras de Luciano Katz: “Las canciones siguen reflejando la esencia de la banda”.

El jueves por la tarde fue el momento elegido por la banda para hacer el lanzamiento oficial del material ante la prensa especializada y los yakuzeros. La lluvia que había amenazado durante la mañana concretó su llegada por la tarde, pero eso no impidió que un buen número de seguidores se acerquen a Palermo Club, a metros de Plaza Italia. “Internamente estamos contentos con el resultado. Son trece canciones solidas que muestran colores diferentes” enfatizó un exultante Hernán Saravia. “El primer paso, que es hacer un buen disco, ya está dado. Tenemos trece fotos que hablan de nuestra realidad. Ahora depende de cómo lo reciba la gente”, agregó.

Los presentes fueron llegando. De fondo y para amenizar la charla con los músicos, muy predispuestos mientras firmaban el nuevo LP y posaban para alguna foto, sonaron las nuevas composiciones, aunque en muchos casos saturadas por el audio propio del boliche. El disco grabado en los estudios Del Abasto al Pasto, Orillas y Romaphonic, contó con la producción artística de Germán Weidemer, Martín Pomares y de Adrian “Galle” Brunetto, guitarrista de Pampa. “Fue algo natural. Igual las decisiones siempre son consensuadas”, reflexionó Saravia sobre el trabajo de su compañero. Además, Katz consideró que “ayudó a cerrar el concepto del álbum. Se notó su pre-producción”.

La presentación oficial de El Placer de ser será este viernes en el Teatro Vorterix y en referencia a dicho show Saravia manifestó: “Al tener un tiempo estipulado que cumplir hay que hacer un balance entre la ansiedad por estrenar las canciones nuevas, cálculo que tocaremos entre ocho y nueve, y satisfacer las ganas de las personas que quieren oír los clásicos”.