Pampa Yakuza
En la cancha se ven los pingos
Cronista: Sergio Visciglia | Fotos:
Gentileza: Prensa
10 de Mayo, 2013
Entrevista a Hernán Saravia, cantante de Pampa Yakuza, en la previa de su show en Vorterix donde presentarán tres temas nuevos.
“Hoy es ahora” es el nombre de una de las canciones que pertenecen a Singularmente (2011), último disco de estudio hasta la fecha de Pampa Yakuza, y tal vez una forma también de resumir como ve la banda este presente que los encuentra por tocar en El Teatro Vorterix este viernes 10 de mayo. “En la previa, en la banda genera esa inquietud, de mostrarse y de estar en estas grandes ligas, y de convencerse de que lo que la banda propone musicalmente es para estos lugares, que suene bien. Creo que Pampa apunta a dar un show con la mejor calidad de audio posible, y este lugar lo potencia a uno, y lo pone en el lugar más alto que se pueda llegar tal vez en cuanto a esto”, explica el cantante Hernán Saravia acerca de como vive la banda toda esta expectativa.
-¿Cómo fue cambiando este pensamiento en cuanto a los shows en vivo?
-Cuanto más te profesionalizás, más ganas tenés de que la banda suene como planéas. Al principio obviamente la búsqueda era tocar donde sea, darte a conocer y la forma que tenés es tocando, otra no existe. Con el tiempo pensás más donde tocás, pensando en el sonido, en la gente. No solo empezás a pensar no solo en uno sino también en la gente, donde los ponés, que le vas a ofrecer. Después entonces por decantación van cayendo lugares y sumándose otros. Nosotros por ahora con la gente que llevamos en Capital nos podemos meter en cuatro o cinco lugares. Nos encantaría poder decir “vamos a tocar al Malvinas, o lugares más grandes”, obvio, para eso uno siempre se prepara, para dar el gran salto. No sé lo que va a pasar, pero creo la banda está preparada para eso, para tocar para más gente, no un estadio, porque creo que la propuesta nuestra es más de cercanía con el público que de distancia, entonces no sé si mi sueño es meterlos en un mega evento. Hoy por hoy, el lugar a llegar es el Luna Park. Y Obras si vuelve.
-En 2011 abrió, y duró solo un par de meses.
-Yo paso por ahí y no lo puedo creer, tantos shows que vi. Mi primer show fue ahí, en el año ’89 cuando tenía 14, fui a ver a Los Ramones con Los Violadores. Y que picardía, habla de la imposibilidad de tocar ahí también, sino estaría lleno de bandas. Hoy la expectativa nuestra es el Vorterix, y que la gente la pase bárbaro, y le comente al resto, y ojala la próxima puedan ser dos, y así.
En el barrio de Colegiales se podrán escuchar tres novedades de la banda. Las canciones nuevas sonarán juntas en un bloque en el medio del show y según cuenta el cantante, la idea es ejemplificar este presente de Pampa Yakuza dentro de un nuevo disco que también rescata diez viejas canciones: “El disco viene a colación con los 10 años de la banda, que sacamos en formato digital para el show en Groove, y ahora sale en formato físico. Remasterizamos y remezclamos los diez temas y agregamos tres canciones nuevas, bastante variadas entre sí, una va por un lado folk, otra con guitarras bien al frente, y la otra más balada”. Estamos en la casa de los Pampa, y en una de las habitaciones, los guitarristas Luciano Kats y Adrián Bruneto se encargan de darnos a conocer los adelantos que formarán parte de Pampa Cadabra.
-En tres temas resumen lo que es la propuesta musical de la banda.
-La búsqueda era esa con los temas nuevos, de todos los que había, agarrar los que más reflejen este momento. Consensuamos entre nosotros, y también con la gente que ahora está trabajando, ya que a partir de este disco estamos trabajando con una compañía, Media Music, y ellos querían darle un relanzamiento a la banda. Veremos como pinta este show, en la cancha se ven los pingos.
-¿Cómo es eso de trabajar con una compañía después de tantos años de independencia?
-Hay muchas veces que terminamos haciendo más cosas por fuera de la música que por dentro. Vos tenés un tiempo de dedicación para la banda, y terminás ocupándolo más en lo extra musical. Y cuanto más crece las bandas más cosas extras hay que hacer, y terminamos haciendo más reuniones de producción que ensayos. Cuando ya no da para más esta cuestión, decís vamos a buscar una mano ajena. Y en este caso, ni la fuimos a buscar, apareció, lo cual fue mejor, que haya gente interesada en nuestro producto. Porque hacemos música y todo, pero somos un producto, hacemos temas, los vendemos, la gente paga la entrada para los shows, y queremos que eso crezca. En su momento había aparecido una posibilidad que no nos cerró, fue hace seis años atrás, y ahora te querés afianzar en estas cuestiones y vamos a intentarlo, con gente que viene a darte una mano y con ganas de trabajar. Vamos a ver como resulta.
-La búsqueda de una estructura también que maneje todo me imagino.
-La banda necesita un poco más de difusión, salir de la Avenida General Paz, abrirse al resto del país, que con la independencia puede resultar complejo. Tenemos una espalda atrás ya, pero la masividad todavía no la tenemos. Está bueno, tampoco nos estamos hipotecando el futuro, esta sociedad es por este disco y uno más, y esperemos que esté bueno, y que no se corte.
-Esa espalda data de ya cuatro disco de estudio. ¿Sienten que con Singularmente consolidan la identidad musical de la banda?
-Cuando hicimos el disco en vivo yo sentía que era el cierre de los tres primeros discos, que cerraba una etapa en la banda, sin saber a dónde íbamos. Después se fueron dando las cosas, lo bueno a veces pasa por casualidad, tuvimos la suerte de compartir una gira en el sur con De Bueyes (ahora de vuelta Bersuit), de sentarnos largamente en una mesa contando nuestras intenciones con el nuevo disco, de cranear como iba a ser, y el proceso fue ya totalmente diferente a los discos anteriores. Toda la génesis: tuvimos tiempo para componerlo, para hacer la pre producción, trabajando con los productores durante un mes y medio en nuestra sala antes de grabar. Fue un disco que lo hicimos como nunca, en un lugar increíble como Del Cielito, y lo mandamos a masterizar a Estados Unidos, una locura. Todo presupuesto nuestro, sabiendo que no lo íbamos a recuperar, pero artísticamente lo podíamos hacer, laburar con gente que uno admira (N. de la R: el disco está producido por Pepe Céspedes y Oski Righi de Bersuit), todo cerraba. Fue una evolución muy notoria: pasamos de un disco súper verde como puede ser Carnaval Para Tu Desconsuelo (2003), uno muy adolescente como puede ser Orilla (2005). En cada uno hay una evolución, en Singularmente fue muy marcada para mí.
-¿Sentís algo así respecto a las letras también?
-La pretensión máxima que uno tiene es contar una historia, que puede ser personal y que se vuelve impersonal cuando la contás. Y contarlo de una forma diferente a lo que puede hacer otra, es mi forma, no la quiero copiar de otro. Esa forma tiene un hilo conductor, no es totalmente diferente a como encaré temas hace diez años, podés ver que es el mismo tipo, bastante más grande, claro. Pero sobre los grandes lineamientos sigo siendo coherente, aunque la mirada puede ser distinta, la vida de uno va cambiando. Tratás también de no enroscarte tanto para que no haya un selecto puñado solo que te entienda, siempre trato de dejar esa posibilidad de la doble interpretación en algunos casos, o que no sea literal. Pero la gente te dice “acá le escribiste a tal cosa” y tal vez no, nada que ver. Incluso cuando escribo ya me pasa, de pensar que esto se puede flashear para otro lado, y entonces digo “vamos a hacer que siga por este camino que alguna tal vez pueda pensar que va, y yo seguir llevándolo por acá”. Por ejemplo, “Bla, bla, bla” me han dicho si no era dedicado a los periodistas deportivos, mirá hasta dónde va la cuestión, y ni en pedo, pero si lo leés agarrándote de esa premisa, aplica tal vez. “Buena suerte” es un cuarteto inocente y lo llevaban para otro lado, o el otro cuarteto, “Amor de poliéster”, de jugar con una campera que era mentira pero era un excusa para la historia, y claro, muchos decían “loco, cuando hablás de las tres líneas, estás hablando de un espejo y tomando toda la keruza”, y yo estaba con un plato de Vitina (risas). O con “Hagamos uno” que podés hablar del porro o de una mina. Yo me divierto con estas posibilidades cuando estoy escribiendo, a veces es así, no hacer todo tan pomposo, está bueno ser algo jodón, y claro, hay otros temas que son un cañazo y oscuros, depende de que fibra te toque.
-Incluso pasaba ya en los primeros discos, donde si bien como vos decías pueden ser más inocentones, tenés un “Puede ser” por ejemplo que algo ya va marcando.
-Tenés una bajada de línea sin dudas, o “Donde amarrará la historia”. A veces nos dicen que tenemos temas políticas, pero todos somos políticos, incluso cuando decís que no entendés nada, lo estás siendo. Eso sí, no somos una banda reaccionaria ni levantamos banderas.
-Hay tres temas nuevos, ¿pero ya piensan en nuevo disco?
-Nos vamos a tomar este año para componer, la idea es sacar el año que viene un disco de canciones inéditas, este disco que sale ahora te permite un poco de changüí para renovar la cuestión, pero vamos a tocarlo y ya empezando a componer para un nuevo disco el año que viene.