Willy Iturri
“GIT es una cosa a la que acá no le dieron tanta importancia”
20 de Agosto, 2009
Uno de los bateristas que más reconocimiento tuvo durante la década de los 80’ vuelve a nuestro país para reenderezar su carrera solista, presentando en vivo su último disco en estudio “Ayer Hoy”. En este reportaje habla de los discos con GIT, su participación en álbumes fundamentales del rock nacional, sus giras por Latinoamérica, la recuperación de su adicción al alcohol y sobre una posible reunión del trío, siempre y cuando la misma se realizara de una manera seria.
-¿Cuál es el que más te gusta de los discos que grabaste con Porchetto?
Y… Metegol (1980) está muy bien tocado. Tocábamos muy bien, sonaba muy bien la banda.
-De la grabación de Yendo de la cama al living (1982): ¿Cómo fue estar sólo con Charly? ¿Qué fue lo primero que hiciste con él?
Él me llamó y fue muy fácil. Él manejaba la parte armónica y yo la rítmica, así que nos llevamos de primera desde el vamos. Yo grabé toda la parte rítmica de la batería. Concordábamos en muchas cosas, porque de pronto él también es un tipo que viene de lo clásico, y yo estudie percusión, la información si se quiere es clásica, estudie piano también.
-En el especial sobre Charly en Volver del año 1996, Amílcar Gilabert dijo que el tambor del tema “Yendo de la cama al living” lo toca Charly.
Sí, es él, porque yo le decía: “¡cómo no vas a poder tocar en tu disco!, tocá vos esa parte y de última sino, yo la grabo después”. Pero sí, ese es Charly.
-¿“Peluca Telefónica” fue totalmente improvisado, no?
Sí, Totalmente!!! (risas). Eran las dos de la mañana, había un catering, yo hacía un tiempo que no lo veía a Luis, Pedro venía de Estados Unidos, nos quedamos charlando, y viene Amílcar y dice: “Chicos, son las dos de la mañana y no hicimos nada”. Y quedó la primera toma. Con Pedro en los ensayos, antes de Ferro, nos decíamos: “Yo no me acuerdo nada de lo que tocamos”. Entonces tuvimos que ir a escuchar lo que habíamos hecho para tocarlo en vivo. Fue una locura, pero estuvo buenísimo.
-De Clics Modernos (1983) hiciste los demos.
Lo que pasó ahí es que hubo un problema de arreglo económico. No fue un problema de decisión de Charly, fue un problema de decisión de la producción, que no me puse de acuerdo. Pero después vine acá, y obvio que Charly me llamaba por teléfono y me decía vení por favor. No fue un problema de nada. No se pusieron de acuerdo los managers…
-Y cuando después escuchaste la grabación terminada…
Era igual a lo que yo la había hecho.
-No encontraste muchas diferencias entonces.
No, para nada (risas). Igual pasaron muchos ehhh!!!, Terry Bozio, muchos, muchos, y el Flaco no encontraba, no sé, tocaban diferente. Lo que pasa que un baterista para la música de Charly…Digamos, ser un baterista, y nada más que un baterista, es un tema. Yo creo que al ser baterista y compositor, tomás la batería de otro punto de vista. Entendés la música y entendés el arreglo perfecto que encaja sobre lo que está escrito. Entonces, no ves sólo la batería desde el punto de vista de la batería, es todo más musical, más relacionado a lo que es la letra de la música, etc.
-¿Cuánta decisión tuvo Charly en el sonido del primer disco de GIT (1984)?
Ninguna. Charly vino como invitado y como amigo, sobre todo mío, y nos dio una mano en la mezcla. No participó de ningún arreglo. Ya estaba todo hecho. El ingeniero de grabación era Robin Black, el ingeniero de Paul McCartney. Y yo le dije, vení acompañame. Esto como suena acá, lo quiero en la consola. Charly ayudó en la mezcla, y agregó algunos pianitos, es decir, cositas, timbres, pero no fue producción de él, eso es una cosa que todo el mundo cree que fue producción de él, vino como un amigo a darnos una mano.
-En ese primer disco hay composiciones compartidas con Osvaldo Marzullo. ¿Cómo lo conocieron para componer?
Osvaldo era periodista de Pelo. Yo lo contacté, en ese momento yo hacía el guión de lo que quería hablar y se lo daba, entonces trabajábamos así, y otros temas de Alfredo, también. Por supuesto, un muy bien escritor…
-En las filmaciones se ve que las grabaciones de Piano Bar (1984) fueron muy en crudo. Es un sonido muy directo.
Se grabó, lo que se grabó se filmó. Lo que pasa que es medio difícil, porque evidentemente la cámara te distrae, ¿entendés?, un tipo que te pasa por adelante, vos estás grabando, eso generalmente no se hace, vos te podés desconcentrar. Fue diferente que filmaran las sesiones. Se le ocurrió a Daniel, el hermano de Charly.
-¿Qué te parecen a la distancia las críticas que se le hicieron por el segundo disco de GIT (1985), debido al sonido de la batería, que era latoso?
Era un PZM (micrófono de zona de presión) que estaba adelante del tambor, y tenía un fader (más lata o menos lata). Y cuando terminamos, fue un antes y un después, fue un quiebre, sin ninguna duda. Cuando terminé no sabía si había hecho una obra de arte o una porquería. Cuando vos hacés algo tan arriesgado, no tenés idea si es una obra de arte o una porquería.
-¿De quién fue esa decisión de cambiar el sonido de la batería?
De todos… Lo que pasa que al lograr ese sonido, tuve que cambiar la manera de tocar, porque la lata confundía todo. Porque no podía usar semicorcheas, un rulo, era imposible. Tuve que cambiar todos los arreglos, tuve que tocar para ese sonido. Fue muy bueno, pero lo que pasa que fue demasiado avanzado para la época también. Clics modernos no gustó acá. Fue criticado, fue un disco que no entendieron y GIT tampoco. Con las cosas avanzadas pasa eso, la gente no las entiende o tarda un tiempo en digerirlas.
-En GIT 3 (1986) vuelven un poco al sonido más clásico…
Sí, un sonido natural. Pasa que ahí se confundieron. Al segundo disco había firmado un contrato con Digital drums, entonces confundieron el sonido digital con las demás cosas, y en el tercero sí, utilice platos y todo eso, pero el tambor era un Ludwing superphonic, y todo lo demás era digital, salvo los platos también.
-En Primera sangre (1988), hay guitarras más distorsionadas, más efectos: ¿cómo surgió eso?
Un mes y medio de grabación estuvimos. Hicimos una experiencia de encerrarnos, vivir un mes y medio en un estudio, en Del Cielito. Entonces claro, fue muy loco. Yo muchas veces lo muestro. Y me dicen: esto no tiene nada que ver con lo que se había hecho hasta el tercer disco. Y sí, es un disco loco, pero muy lindo.
-Distorsión (1992) es más rockero y visceral. ¿Cómo se dio eso?
Yo, por lo menos, ya venía con las composiciones más rockeras. Alfredo siempre fue un tipo del rock and roll, y se dio para hacer eso, más rock, con las violas distorsionadas.
-Un detalle es que está la segunda guitarra de Andrés Ramos en todos los temas, y Pablo se pudo dedicar un poco más a los solos…
Lo que pasa es que la verdad iba a venir a tocar B. B. King, y llamó justo a último momento, porque estaba cansado ya que había venido de una gira, que no se sentía con ánimo para grabar.
-¿Fue difícil mantener la carrera del ‘97 hasta hoy?
Acabo de meter 20.000 personas en Lima, no bajo de eso. En Chile también toco con municipalidades, tenés que ser muy conocido para tocar gratis en una plaza. En Perú y Bolivia también. Esta es una gira latinoamericana que se llama “Ayer hoy”, como el disco, que son los clásicos de ayer, porque también hay tres nuevas versiones de clásicos, y lo nuevo de hoy. En el 2006 grabé ese disco, que es mucho más directo, hay bastante de rock and roll, es pop-rock, las composiciones son pop, me gusta. Lo bueno es que el disco lo hice todo yo.
-¿Cómo pensás que puede tomar la gente que el recital sea anunciado como “Willy Iturri de GIT” y no simplemente “Willy Iturri”, es decir, como solista?
El primer disco de Sting, eso lo puso la EMI, fue Sting The Police. Cuando Roger Waters vino acá, usó el logotipo de Pink Floyd, eso es peor. Yo no estoy usando ningún logotipo de nada, sólo estoy diciendo que soy Willy Iturri, el de GIT. No me voy a poner todo lo que hice. Fue un logotipo inventado, nada más, a mí me pareció bien, aparte está separado. Si Pablo hubiese armado un grupo o Alfredo, le van a poner también. Para que la gente recuerde ¿Alfredo Toth es de GIT, no? Aparte no fue pensado para Argentina, te soy muy honesto, ni para Chile, Perú, es México para arriba, para eso fue pensado, para que la gente recuerde. Para que sea rápido, la verdad que así fue, para Centroamérica. Aparte acá ya me conocen. Para que ubiquen: “ahhhh, el de GIT”.
-La pregunta obligada es si en algún momento podría surgir la propuesta de reunir a GIT, o es imposible, ya es un nunca más, una etapa cerrada.
Nosotros estuvimos reunidos con Alfredo y Pablo, lo que pasa que cada uno está muy ocupado, ellos dos producen, yo estoy con mi carrera a full, mucho trabajo por suerte. Acá tiene que venir una empresa, y decir: ok, compramos 15 o 20 shows, todo serio. Mirá, yo tengo que parar, atrás mío hay mucha gente laburando, yo tengo que parar 10 personas allá y 10 acá, mas o menos. Tiene que venir una propuesta seria de una empresa para juntarnos, como hizo Soda. A Gustavo le pasó lo mismo, venía como solista, le pusieron un billete, se armó todo, dijo bueno, paro lo mío, hago lo de Soda y volvió a lo suyo. Esto es lo mismo.
-¿Pero habría ganas de reunir a GIT?
Eso lo tiene que hacer una empresa, una cosa seria, porque no puedo venir a tocar acá, hacer sólo tres shows, yo no puedo parar a todo el mundo por hacer eso. Si lo hacemos, lo hacemos en serio, por tres o cuatro meses, una buena gira, o no se hace nada.
-Pero descontando que viene una empresa seria como vos querés…
Sí, nos juntamos, seguramente lo hablamos con Pablo y Alfredo…
-¿Sería sólo para tocar los temas en vivo, o podría incluir un nuevo disco en estudio?
Noooo, disco nuevo no, es una cosa hablada. Volveríamos al trío, como al principio a hacerlo y nada, se grabaría un disco en vivo de lo que tocamos.
-¿Por qué no un nuevo disco de estudio?
Y… porque no, ya implicaría mucho tiempo, mucho más. Esto sería un reencuentro para tocar todos los temas. Como hizo Police, como hizo Soda, no vamos a hacer un disco nuevo. Aparte, como Pablo y Alfredo supongo también, yo ya tengo una infraestructura armada como solista, que no puedo decir que me tomo un año, porque todo el terreno ganado lo tengo que hacer de nuevo. GIT es una cosa que, no sé, acá no le supieron dar importancia, o no le dieron tanta importancia, mejor dicho, como sí pasó en el exterior, que todavía me siguen preguntando cuando nos vamos a juntar. Afuera era GIT y Soda, era River y Boca. No tipo rivalidad, porque en la música no hay rivalidades, pero la gente sí establecía esa antinomia.
-¿Es verdad lo que se dice de los ’80 que es la década más drogona?
Yo creo que las drogas existieron siempre y el alcohol también. No, no sé, no creo en eso. Yo voy a cumplir 9 años de que estoy limpio de mente y de alma. Siempre estuvo acompañada la cocaína del alcohol, la cocaína sola…Gardel hablaba del virulazo, de un saque… ¿qué vamos a inventar nosotros? Pero bueno, gracias a Dios, que puse los medios, por suerte, es el primer día del resto de mis días. Me sirvió muchísimo para componer y tocar todo yo en mi disco.
-¿Pudiste salir solo de esa situación?
Alcohólicos Anónimos. Es un programa inventado en 1930, por supuesto acompañado por un médico, asistencia al grupo. Es una enfermedad el alcoholismo, sobre todo tuve problemas de alcohol, muchos, graves, yo soy alcohólico, es una enfermedad lenta, progresiva y mortal. Y encima es una enfermedad de pérdidas, afectivas, económicas, laborales y encima es una enfermedad física, mental y espiritual, porque se te enferma el cuerpo, necesitás tomar porque si no temblás. Te digo que te quema las neuronas, es una cosa que estás pensando todo el día. Alcohólicos Anónimos es una comunidad de hombres y mujeres, dónde compartimos fortaleza, experiencia y esperanza. Y el amor y la contención que hay ahí adentro es algo increíble.
-¿Los temas de GIT los encaraste por otro lado o los tocás igual?
Están en el mismo tono. La recuperación hizo que me cuide mejor todo…En el disco nuevo vas a escuchar ocho voces, y vas a decir: ¿este tipo se cantó ocho voces?
Después de una hora y veinte minutos de charla amena, Willy se despide con un mensaje que resume su actualidad: “A todos les deseo lo mejor porque yo estoy muy feliz en mi vida, y el AYER HOY del disco, el ayer está en rojo y el hoy en blanco, por eso es esa connotación: es un disco de la recuperación. Así que, espero que lo escuchen”.
Foto: Gentileza Lautaro Guido Pavía