Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Kapanga

“Nos hicimos a fuerza de tocar”

Cronista: Gentileza prensa | Fotos: Beto Landoni

13 de Mayo, 2008

“Nos hicimos a fuerza de tocar”

A un par de cuadras de la Estación Don Bosco del ex ferrocarril Roca se encuentra el centro de operaciones kapanguero. El paisaje es el típico de cualquier barrio a la hora de la siesta obligada, cuando el silencio sólo se ve alterado por el paso del tren. En este contexto nació Kapanga hace casi 20 años, con momentos irregulares al principio y una escalada sostenida desde que su primer disco, “A 15 cm de la realidad” viera la luz allá por 1998.  El Bondi llegó hasta Quilmes y te acerca casi dos horas con el Mono Fabio y Claudio Maffia, cantante y baterista de una banda que a fuerza de derribar prejuicios llega por primera vez al Luna Park.

-¿De dónde surge la idea de jugar con los géneros y animarse a mezclar, por ejemplo, Iron Maiden con La Mona Jiménez?
Maffia:
Al Mono le llamó la atención el cuarteto puro, las letras, el sonido. Y después le pusimos la actitud rockera, la tocada, la guitarra distorsionada. Nosotros veníamos de otro lado. Entonces nos pusimos a ver como nos salía el cuarteto a nosotros, y nos salía con esa actitud. Mono: No queríamos ser Mano Negra, ni pensábamos en la fusión. Fue algo que se dio: hardcore, punk, balada, y todo eso fue virando para el lado de la canción.

-¿Por qué en lugar de hacer un cover o de tomarlos como influencias, decidieron meter fragmentos de canciones?
Maffia:
Era el chiste, lo hacíamos en vivo mucho antes de llegar al disco. Y eso era un engendro nuestro, no lo habían hecho muchas bandas. Para hacer cuarteto que lo haga la Mona, tomamos el formato del cuarteto, cosas de las letras, las historias bizarras.

-Hay un lugar común que asocia a Kapanga con la joda y la alegría. ¿Cómo lo toman?
Maffia:
Eso nos pasa hasta el día de hoy, la gente se acerca y te dice que se cagan de la risa con los discos y los shows. Pero los que nos ven en vivo se dan cuenta de que algo sabemos tocar, no somos Los Sultanes.
Mono: Que la gente se divierta no es poca cosa, porque  canciones para deprimirte o para ponerte a pensar tenés una bocha. Kapanga es una banda multifacética, hay canciones en joda, canciones románticas, canciones que hablan de la vida.

-Sin embargo hay un vuelo musical, sobre todo en las guitarras.
Maffia:
Y eso que Maikel no quería tocar la viola, él quería ser bajista, dice que hace 10 años que nos está haciendo la gamba (risas).
Mono: Eso es algo que no se suele destacar, la gente no se detiene en el violero de Kapanga. Yo como cantante siempre digo que Kapanga tiene los mejores músicos, porque todo lo que tocan está bien ejecutado, el heavy no suena igual que el cuarteto ni que el reggae ni que el hardcore.
Maffia: Nosotros por ser músicos de Kapanga, nunca fuimos tapa de nada. Cuando salimos elegidos revelación de la gente, los de Clarín pusieron a Sergio Pángaro a compartir el premio. El anterior había sido Turf y le dieron la tapa. Esa es una de las tantas. O que no salga revelación Miguel porque toca en Kapanga, porque los de Kapanga no podemos ser los mejores.
Mono: Yo no sé cuantos músicos podrán tener la versatilidad de los músicos de Kapanga. Por ahí la tienen y no la muestran con su banda, nosotros tratamos de mostrar lo que sabemos hacer. Nunca fuimos los niños mimados nadie cuando en esta carrera sabemos que hay un montón de mimados. Nadie se puso nunca un Kapanga al hombro, y estamos orgullosos de eso, porque lo hicimos a pulmón, y con la ayuda de músicos amigos.

-Hay un dato concreto y es que la banda cada vez toca en lugares más grandes.
Mono:
Eso es lo que sacamos de todo esto, que vamos en ascenso y ahora llegamos hasta el Luna Park, un lugar soñado, el más emblemático de Buenos Aires. Igual no pensamos que lo hacemos de taquito, te vienen las mismas dudas que en el primer Cemento o en el primer Obras. ¿Vendrá toda esta gente, pagará la entrada?
Maffia: Estás pendiente de la capacidad porque en esos recitales los costos son muy altos y si no llevás gente no te dan los números. No se gana mucha plata, son más que nada para marcar un hito en la historia de la banda.

-Cuando estrenan un lugar tienen la tradición de hacer regalos. ¿Hay algo pensado para el Luna Park?
Maffia:
Estamos pensado qué hacer, hay que darle de comer a 8 mil ahora (risas)
Mono: Seguramente un montón de gente va a estar esperando ver que vamos a tirar. Con los alfajores hicimos una prueba a ver si dolían, y dolían… En Cemento caímos a las dos de la tarde y nos pusimos a armar los sándwiches. El olor a salame nos duró una semana… Son cosas que sólo el amor puede lograr. Tenemos esa onda de café concert, boludear, tirar chistes. La gente sabe que con alguna nos vamos a salir, no es sólo música.

-¿A qué atribuyen el crecimiento de Kapanga?
Mono:
Faltamos a un solo Cosquin Rock, que es el festival en el que converge gente de todas las provincias. Hacemos 80 shows desparramados por todo el país, y en Buenos Aires hacemos uno. Nos hicimos a fuerza de tocar, y eso la gente te lo reconoce.

-¿Se llevaron mal con alguna banda?
Mono:
Con algunos tenés mas afinidad que con otros, no todos vemos la música de la misma manera, de eso te das cuenta de una. Nos pasa de ir a los festivales y antes nosotros éramos los cholulos, los que pedíamos por favor una foto. Y hoy todos saben que el centro de reunión de cualquier festival es el camarín nuestro, donde se la pasa bien. Somos ubicados y tratamos de no faltarle el respeto a los que laburan.


-Esa buena onda la plasman también en los discos. ¿Cómo seleccionan los invitados?
Mono:
Cuando fuimos a buscar a Dárgelos o a Walter Meza de Horcas fue de onda, respeto y admiración. Y, sobre todo, porque el tema lo pedía. “Bailarín Asesino” y “Angus Young” sólo la podían cantar ellos. Lo mismo con Mimi Maura. Si nos decían que no, no iba la canción, y en vivo sólo las tocamos cuando vienen ellos.

-Otra característica es versionar la canción de moda. ¿De dónde surge?
Mono:
La primera fue una brasilera, esa de “bati forchi tambor”. Y vamos variando, cuando la gente se aburre o ya intuye cual va a venir, la cambiamos. Ahora están las de Patito Feo y “Radios”, de Emmanuel Horvilleur.

-¿Cómo deciden la canción a tocar?
Mono:
Salen casi naturalmente, de mirar los canales de video, de escuchar la radio. Los temas que más suenan se te pegan de toque. A la guitarra de Lolo la quemamos…

-Hubo un momento en que se la agarraban con el grupo en cuestión, fue muy famosa una puteada a Mambrú. Después lo dejaron de hacer…
Mono:
Eso empezó con King Africa, en el primer Cosquín. Yo era muy mal hablado en esa época.
Maffia: A Mambrú los queríamos matar… Pero todos lo entendieron, fue un paso de comedia. Lo que pasa es que la puteada fue tan sentida que la pasó Pergolini y se armó la bola.
Mono: Hasta el día de hoy la gente me grita por la calle “Mambrú”, para que yo putee. Hay algunos que todavía no lo entienden. Lo que dije el otro día, que estaba orgulloso de ser uno de los 34 millones que no había visto a Soda Stereo, saliendo de mi boca en un festival, no te lo podés tomar en serio. ¿Tan importante es lo que digo? Pero nosotros manejamos la ironía y nuestro público entiende esos códigos.
Maffia: Son momentos. A Arbol lo gastamos, todos pensaron que estábamos peleados, ya está, no seguimos con la joda.

¿A partir de estos revuelos tenés más cuidado en lo que decís?
Mono:
Lo que pasa es que tengo hijos… A veces de la excitación se me sale la cadena, y después en frío me pongo a pensar que me está escuchando mi hijo…

-¿Cómo se hace para mantener la esencia cuando hace ya un tiempo que les va bien con la música?
Mono:
Tampoco somos millonarios, pero sí vivimos como le gustaría vivir a mucha gente. Darte un gustito de vez en cuando, poder darle una buena educación a tus hijos. Después de tantos años, alcanzar una estabilidad que te permita producir un show en Mendoza, en Rosario.

-Hace poco declararon que quieren disfrutar el ahora porque en algún momento se puede terminar. ¿Realmente creen que, con todo lo que generó, Kapanga se pueda terminar mañana?
Maffia:
No por nuestra parte, pero sabemos que los imponderables existen, por eso vamos día a día, proyectamos a corto plazo. Y no es hipocresía, ya nos puteamos lo que nos teníamos que putear. Crecimos juntos, vivimos las buenas y las malas y eso estrecha vínculos. Gracias a Kapanga llegamos a Europa, Nueva York, Son todos desafíos, presentar lo nuestro en las mejores y en las peores condiciones. El convencimiento en lo que hacemos, nos hace bien a nuestro espíritu y hay una reciprocidad con la gente, yo no me imagino haciendo otra cosa.
Mono: Tenemos el mismo objetivo y no hay ambiciones desmedidas. Estamos bien con lo que tenemos, nos gustaría seguir para disfrutar todo esto.

-¿Siempre soñaron con ser músicos?
Maffia:
Yo sí, desde que vi Help hace como treinta años.
Mono: Yo siempre flashée con viajar y me imaginaba arriba de un camión. Pero cuando salimos de gira por primera vez me di cuenta que esto era lo que quería hacer.

-Y de aquellos sueños terminaron tocando en un superclásico y una asunción presidencial…
Mono:
Son esas cosas que no esperás nunca que te pasen, y después pasan tan rápido que te olvidás, porque enseguida te estás subiendo a otra experiencia. Las tomamos como un extra.
 
-¿Por qué los eligieron?
Mono:
¡¡Porque somos la banda!! No estamos identificados con nadie. O eran Los Decadentes o nosotros

-¿Lo de Cristina supone algún tipo de identificación política?
Mono:
Nada que ver, es una cuestión histórica, algo para contarle a tus hijos. Mi tía estuvo el día de los bombardeos a la Plaza, y se escondió en la boca del subte al costado de la Casa Rosada, donde montaron los camarines el día del recital. Después empezaron a hablar de los músicos K… La pija músicos K, es la historia, la Plaza de Mayo, no tenés muchas oportunidades de tocar ahí, y más en una fiesta popular, frente a todo tipo de público.

TXT: Pablo Andisco y Pablo Gabriel Krause

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