Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Arbolito

Mientras la chata nos lleve

Cronista: Gentileza: Bruno Lazzaro

20 de Agosto, 2006

Mientras la chata nos lleve

En “Mientras la chata nos lleve” , el conjunto demuestra todo su calor en un trabajo bien logrado. Todos los pasos para llegar desde el folklore al rock forman parte de esta placa en vivo.

Arbolito no es una banda más dentro del espectro rock. No sólo desde su propuesta rock-folklore, sino desde su ideología defensora de la madre naturaleza y la cultura aborigen. En su amalgama de estilos, siempre cercana a la música de la tierra argenta, se puede escuchar chacarera, huayno, zamba, candombe, polka con matices rock y reggae. Un sonido al que ellos mismos denominan “rock folclórico”. En Mientras la chata nos lleve (2005), que debe su nombre a la incansable camioneta que los llevó por algunos lugares de América, donde vivieron en carne propia la problemática y la riqueza del aborigen, se puede disfrutar todo lo antes mencionado

En su cuarto laburo, después de Folklore (1998), La mala reputación (2000) y La arveja esperanza (2002), el viaje se siente ya que el material fue grabado en 4 lugares distintos (N/D Ateneo, Auditorio Bauen, Teatro Verdi y la Escuela 108 de Lago Pueblo-Chubut-).

La calidad interpretativa que tiene el grupo, tanto en lo musical como en lo narrativo, con un estilo que tiene sus orígenes muy arraigados a una cultura que cada vez parece tener menos lugar en nuestro país (la situación en la que se encuentran los nativos del Chaco es un claro ejemplo) es realmente admirable. Obviamente que el purista del folklore notará ciertos arreglos modernos que no van con la esencia de la canción, pero a quién le importa.

El trabajo cuenta con dos covers: la bellísima “Caminando”, de Víctor Jara; y “Zamba de Lozano”, de Cuchi Leguizamón. Y la participación, como invitados, de Verónica Condomí (voz en “Es preciso” y “Polkatrónica”), Poder Sikuri (“Vinito y amor”) y el escritor Osvaldo Bayer (relato en “Arbolito, el vindicador”). Además de un extracto de una poesía de Juan Gelman, “Oración de un desocupado”, en “Huayno del desocupado”.

La propuesta de Arbolito (que debe su nombre a un indio que ajustició al exterminador de los indios Ranqueles, el Coronel Rauch) es simple y directa. La calidad del sonido no es la mejor. Pero como buen álbum en vivo el clima se siente, y eso siempre es bueno.
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