Adictism

En más de diez años  de carrera, Adicta supo ganarse un respeto más allá de las propuestas y etiquetas, y se las ingenió para ubicarse como un referente para las bandas con influencias en la electrónica. El sexteto liderado por Toto y Rudie Martínez paseó su propuesta por el under, las discos y los grandes festivales y después de tres álbumes, otros tantos EPs y el doble Cátedras llega el turno de Adictism, un trabajo con el que rinden un merecido homenaje a su obra.

El disco abre con “Love me”, una de las novedades. Compuesto por Rudie, el tema tiene una base bien electro y va creciendo de un comienzo suave, casi chill, hasta ganar en intensidad, siempre cuidando la línea melódica. “Destino fatal” potencia hasta el máximo el costado tecno en un synth pop apto para las raves. Enganchada y casi imperceptible se le pega “Descuida”, con la guitarra chispeante de Julián Frauss en duelo con las máquinas de Rudie.

El sonido retro de “Profundidad” recuerda al house de los ’80 y contrasta con “Mi dolor por vos”, que suena ralentada, acentuando el costado melódico de la canción. “Distracción” trae frescura pop, otra vez con la guitarra asomándose y entregando un estribillo de fácil recuerdo. Se le engancha “Igual”, que empieza más  y termina bien bolichera, con las máquinas a pleno.

Otra novedad es “Simple fui”, un pop melanco y relajado, compuesto por Toto. Los efectos del sintetizador apenas ensucian la melodía que va adquiriendo un crescendo épico con los redobles de la batería de Joaquín Franco y el solo rocker de Julián. La tradición electrónica del álbum continúa con “Imposible este verano”, que engancha con “Plateado sobre plateado”, de Charly García, una versión que mantiene la línea melódica original y aporta el bombardeo de efectos a cargo de Rudie. Para el final dejaron “Esquimal”, dominada por los teclados de Alejandro Kaufmann, un bolerazo que cierra abajo un álbum frenético, acaso buscando el efecto de los lentos de antaño. 

Mucho más cerca de las versiones que de los remixes, Adicta festeja sus diez años jugando con su repertorio y entrega un disco con el que amplía las fronteras de su potencial.