Conciencia

“Conciencia” es el quinto disco de Malicia, y como tal, funciona como reflejo de la evolución (compositiva y musical) de este cuarteto de thrash metal formado alrededor de 1995. Casi diez años separan a este disco del autotitulado debut de la banda, una producción independiente que los mostraba deudores del legado de Hermética, con ese estilo aguerrido e intenso que representa casi el factor común de la música pesada en nuestro país y del cual “la H” fue la banda mentora por excelencia.

Esta placa, la quinta de estudio, encuentra a la banda con la evolución que suponen casi quince años constituidos y cinco discos (incluyendo uno de versiones titulado “Raíces”, 2007). Dueños de un sonido mucho más personal y elaborado que el exhibido en los primeros años de su carrera, pero reteniendo ese primer genoma que dio origen a la banda, Malicia ha sabido agregarle instrumentación, técnica y composición, probablemente esto último el mayor potencial exhibido por el grupo.

Malicia sigue siendo una banda de thrash, de hecho, es una banda de thrash mucho mejor de la que grabó “Mundo Mitómano” (2001) porque ha sabido integrar en su propuesta elementos que la enriquecieron enormemente y que fueron utilizados pensando hacia adelante. Cuando, entre otros factores, la falta de propuestas realmente innovadoras de los últimos años (donde todos quieren ser “los nuevos X” sin muchas veces llegar a los talones de sus antecesores) ha llevado a una enorme cantidad de bandas a elegir un sonido decididamente “retro” (fenómeno que se da tanto en Estados Unidos como en nuestra escena), Malicia decidió apostar a la evolución. Malicia no suena a thrash de los ochentas ni de los noventas, suena a una banda que grabó y editó en 2008 (con un sonido y un enfoque acorde a los tiempos que corren), pero suena a thrash.

“Conciencia” tiene pesadez, riffs, e intensidad, pero se apoya, primero que nada, en una composición ambiciosa en términos técnicos e instrumentales (donde la banda tiene claramente su fuerte), y en segundo lugar, en una predisposición a seguir abriendo ese sonido a cuantos elementos le sean útiles a su estilo. Una propuesta que no busca expandirse “porque sí”, sino que tiene un horizonte claro y decidido, y se va nutriendo de rutas alternativas para llegar a ese destino.

Está claro que, con tan ambiciosa propuesta, es posible que por momentos las canciones parecieran extenderse un poco más allá de lo que deberían, o algunos de los incontables cortes que separan riffs intrincados, arreglos milimétricos o baterías implacables suenen en algunas oportunidades un tanto repentinos, pero la búsqueda de un sonido personal (y más de este tipo) es una tarea más que laboriosa. Una empresa que ha llegado a ocupar la existencia entera de bandas que no lograron éxito en ella.

“Conciencia” es un contundente testimonio de que Malicia, si no lo ha logrado aún, esta decididamente en camino. Algo que, por empezar, es desde el vamos muchísimo más de lo que suele exigirse incluso de propuestas ya establecidas y reconocidas.