Maldita Suerte
Sangre, Sudor y Lágrimas
04 de Marzo, 2009
En su cuarto disco de estudio, Maldita Suerte mantiene su sonido duro pero incorpora matices que dejan una ventana abierta al cambio.
Cuando uno recibe el nuevo álbum de Maldita Suerte, lo primero que le llama la atención es su presentación: un libro de tapa dura con cincuenta páginas. Sin dudas, toda una proeza para una banda independiente como esta y en donde además se pueden leer varias historias en las cuales se encuentran entremezcladas las letras de los temas. Por eso, con semejante trabajo por detrás, no sorprende que a nivel musical se note también una gran producción (a cargo del ex Memphis Germán Wiedemer).
Si su anterior placa, Detrás de tu mirada (2006), se caracterizaba por ser más rocanrolera, ahora en Sangre, Sudor y Lágrimas, Maldita Suerte explota más que nunca su costado hard rock. Con una intro made in Velvet Revolver, “Minotauro” abre el juego de forma bien guitarrera y la voz rasposa de Juanjo ardiendo al borde de la desafinación como en todos los tracks. Por su parte, el saxo alto de Pablito le da a “Ni rey ni esclavo” un sabor épico con gusto a melancolía.
“Arrepentido” es un rock sureño que toma vuelo gracias al slide del guitarrista Gusty y da paso a “Penumbras”, uno de los temas más ambiciosos del disco. Aquí aparece la figura del Tano Marciello (Almafuerte) con su criolla en un medley tanguero y el teclado del productor Germán Wiedemer metiendo sutiles arreglos. “Cuanto más vivo, más me animo” canta Juanjo en el corte de difusión “Duelo sin fingir”, que también cuenta con video propio y tiene aires autorreferenciales.
El riff de “Matar o morir” acompaña este canto rutero que se apoya en la sólida base conformada por el Quía en batería y Mariano en bajo. “En forma de cruz” los emparenta con El Bordo de la etapa Yacanto y “Pobre demente”, nuevamente con el Tano Marciello, hermana inevitablemente con La Renga, la mayor influencia de Maldita Suerte. La rapidez de “Ser quien soy” será a prueba de pogo en los recitales mientras que “Locura tras locura” invitará al baile rocanrolero.
Luego de “Sin rastro y sin suerte”, la armónica de Santy tiene su momento en “Inmóvil e Incapaz” para terminar cerrando el álbum con “Jurado del dolor”, quizás uno de los futuros clásicos de la banda. Y como se lee en el libro que acompaña al cd, las palabras del poeta y escritor argentino, Rodolfo Wilcock, son un buen resumen de este cuarto trabajo maldito: “Sin esa base de sangre, sudor y lágrimas ninguna obra dura, ninguna cosa es imperecedera. Lo que se ha construido sin esfuerzo, sin esfuerzo se destruye”.
Con varios años en la lucha independiente del under, Maldita Suerte apuesta en su cuarto disco a progresar con un intenso trabajo en producción y trece buenas canciones pero que por momentos no pueden desligarse de las influencias rengueras (con saxos demasiado similares a los de Chiflo y Manu) y una voz cantante que muchas veces parece estar al borde de la desafinación.
LEER MÁS
2022-04-29
2022-04-07