Agarrate Catalina
El viaje
15 de Diciembre, 2008
Ningunos viejos vinagres.
Aquel que nunca tuvo la oportunidad de estar sentado en un tablado uruguayo viendo alguna murga (llámese Falta y Resto, Contrafarsa, Curtidores de Hongos o la que prefieran) tiene una gran chance ahora con “El viaje”. Este es el álbum en vivo con el show de murga que Agarrate Catalina presentó en distintos puntos de Latinoamérica, y con el que ganaron la última edición del carnaval en el Teatro de Verano montevideano.
Respetando los cánones de una función convencional, el álbum arranca con la presentación o el “Saludo”, en donde la murga muestra el costado romántico e histórico, la preparación para el cambalache auditivo que está por venir. “Introducción al novio de la nieta”, es el puente entre el primer track y el que llega y es el diálogo entre un grupo de abuelos. En “El novio de la nieta”, los Agarrate ya son esos abuelos y vociferan las características que debe tener el candidato ideal para su nieta. Trazando un paralelo con el “Osvaldo” de Árbol, van contando los prejuicios hacia los negros, chinos y bolivianos, no sin antes cantar que “los rubiecitos son un milagro, pero algo turbio también pueden esconder, después te dicen que les gusta el queso magro y tienen toda la familia en Israel”. Las músicas son de Tabaré Cardozo, líder escénico de la murga junto a su hermano Yamandú, quien es el director responsable.
En la “Introducción a los energizantes” el paso de comedia es más largo e hilarante. Los viejos que antes charlaban amistosamente ahora se pelean sin ningún motivo. Allí deslizan una humorada política ya que uno de los falsos abuelos resulta ser el padre de Reynaldo Gargano, un político uruguayo de 75 años, que fue canciller de Tabaré Vazquez y que ahora es senador. “Los energizantes” es una pintura de estos tiempos de Speed y Red Bull pero también de barritas de cereal y yogures con cada vez más nutrientes. Los protagonistas están en un geriátrico y van contando con que productos se “drogan”. Los recitados suenan sobre melodías de “Canción con todos” de Cesar Isella, y los guiños rockeros de “Como Alí” de Los Piojos y “La bolsa” de Bersuit Vergarabat.
“Auto-asamblea” es una parodia de una asamblea partidaria, en la que el que lleva la voz cantante se encuentra solo en la sala, y sirve de previa a “Los viejos militantes”, que es la parte cantada. Al ritmo del clásico “A mi manera”, los Agarrate se ríen de la vieja política y los viejos políticos uruguayos, y por ahí, desde este lado del río el oyente se queda dos minutos afuera, pero al toque y con la melodía de “Honrar la vida” de Eladia Blázquez, se vuelve al ruedo, bromas con Internet mediante. “Perdóneme Comandante, pero como se va a encajar una campera Adidas”, lanzan la bomba (amistosa) a Fidel Castro casi al final, pero sin lastimar mucho, porque éstos son abuelos de izquierda.
“La niebla” cambia por completo la atmósfera del disco, con su mirada romántica de la vejez. Está dividida en dos: una parte de prosa y otra de canción. Es el complemento ideal para las risotadas anteriores y en la “Retirada”, el cierre de la función, se profundiza eso. Allí vuelve el concepto del último viaje, de los últimos pasos de los viejos., con frases como “Mi nombre será tierra nada más”. Generalmente en las retiradas, el lirismo de las murgas alcanza su punto cúlmine y es una parte clave a la hora de medir el éxito de la misma en la gente. En ese punto la “Bajada”, cantada por la murga primero y por el público después, marca la buena recepción que tuvo.
“El viaje” es el documento en vivo de una obra conceptual que supo romper moldes en Uruguay y que a poco tiempo de febrero de 2009 resulta la excusa perfecta para cruzar el charco y ver que tiene Agarrate Catalina entre manos para este nuevo carnaval.
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