Guasones
Esclavo
06 de Octubre, 2008
El rock de los corazones rotos.
Guasones, la banda que conquistó primero su La Plata natal para luego llegar al Estadio Obras y a los principales reductos porteños, edita “Esclavo”, un nuevo disco donde rockean como siempre y lloran partidas como nunca. Para ello volvieron a contar con la producción de Alfredo Toth y Pablo Guyot, tal como hicieron en el exitoso “Toro rojo” del 2005. Claro, como dice el precepto futbolero, “equipo que gana no se toca”.
El rockito “Buenos Aires” abre con un parafraseo a Soda Stereo y “No me veras caer”, para luego avisar que la enfermedad del sur ya llegó, para el delire de la hinchada guasona. Ideal para tocarla en vivo y abrir los shows. “Mierda” arranca amenazante con el bajo adelante y una guitarra piojosa de fondo, y luego se convierte en un rock violento con la viola invitada de Juanse al frente. La lírica del cantante Facundo Soto se luce en “Brillar”, el hit del disco y ese tipo de rock midtempo un poco stone, otro poco Neil Young. Sigue “Como un lobo” y el bajista Esteban Monti vuelve a ponerse el ritmo al hombro, en esta canción que parece haber sido inspirada en el pedacito del bosque de La Plata que está frente a la cancha de Gimnasia y Esgrima.
Los corazones rotos y el desamor comienzan a apoderarse del track list de “Esclavo” con “Días”, que es una balada de amor vagabundo donde se destacan los coros invitados de Los Tipitos (al igual que en “Buenos Aires” y “Brillar”) y “Pasan las horas”, un corte con guitarra beatle que habla de excesos, vicios, sexo y amor. Como una pareja junkie tipo Sid y Nancy pero argenta. El rock vuelve con “Tiempos de cambiar”, en la que Facundo Soto frasea, sobre una base “reggaecountry”, palabras como bombas, infiernos, religión y muerte. Atento a los musicalizadores de TVR: acá hay una buena variante para un segmento-homenaje a los muertos en los atentados a la AMIA y a la embajada de Israel.
“Todas quieren rock” suena machista con su enumeración de distintas mujeres en diversas poses y nombra a Juana de Arco, Juana Acosta (¿?), Ana Frank, Eva Braun y Mirtha Legrand, a las que juran darles rock. Guasones redunda en el amor que se va en “Hay momentos”, una balada leeenta que hace eterna la llegada de los otros dos puntos altos del disco: la calamaresca “Farmacia” y “Esclavo”, en la que Soto exclama “Puedo estar despierto tres días y hacerte una canción”, frase que pinta de cuerpo entero sus habilidades letrísticas. El final viene con “Blues de la desolación”, y su ritmo tristón y letra solitaria.
Guasones husmea nuevos ritmos en “Esclavo”, pero sin perder de vista los rocanroles hiteros que los llevaron de La Plata a la popularidad nacional.
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