Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Zumbadores

El Colibri

Cronista: Pablo Andisco

29 de Julio, 2008

El Colibri

El grupo de Fassi y Gibelli encara el paradigmático tercer disco con aires de renovación.

Ya desde la portada, el álbum presenta un quiebre: el mítico lápiz de Rocambole es remplazado por una tapa austera, que combina banda, título y logo, otra muestra de que el grupo supo sacarse a tiempo el corset ricotero para tomarlo como una influencia más, acentuando esa tendencia que habían esbozado en “Hijo de la barbarie”, su anterior trabajo del año 2006. También la cuidada producción a cargo de Sebastián Schachtel (La Portuaria, Las Pelotas), es un elemento nuevo a tener en cuenta.

Otros cambios vienen por el lado de los integrantes, ya que el guitarrista “Tato” Passet y el bajista Saúl Firbank se unen a los históricos Alejandro Fassi (voz), Sebastián Gibelli (guitarra) y Fresa Robic (batería). Además, “Coco” Fassi participa casi exclusivamente en la composición, ya que siete de las diez canciones llevan su firma.

El disco abre con “Tu marioneta”, un clima post punk y un estribillo que queda rebotando una y otra vez. Luego una dupla bien cancionera, género de moda en el rock actual: el corte de difusión “Sin cebador”, y “Sudoku”, ambos de guitarras acústicas y melodías radiables. “El pulso fanático” funciona como quiebre, ya que una música con aires pop de los ’80 sirve de base para una buena letra de amor rocanrolero.

Promediando el álbum la banda se plantea otros objetivos y entrega lo mejor de sí. “La ruta de los milagros”, sobresale por su oscuridad trepidante en ritmo beat y el acordeón de Schachtel dibujando unas líneas misteriosas que generan el clima justo. “Forastero de plutonio” (conocida como “Nagasaki” por los habitués de los conciertos) es un tecno-rock con aires darkies: hitazo seguro en Ciudad Gótica.

Hacia el final, Zumbadores entrega ese rock que le sale de memoria y que había caracterizado sus inicios: “Corazón esponja” cita al pequeño Bob y reafirma la facilidad de la banda para los estribillos. “Pequeño samurai” es un rock clásico con viola ricotera y letra autorreferencial que menciona al “colibrí zumbador” originario de Jamaica que bautizó a la banda. “Roedor de mi corazón” es un lindo rockito de larga data recuperado para la ocasión y en el que vuelven las guitarras acústicas. El cierre es con un instrumental con sintetizadores y corte futurista, “Cíclope”, que deja la incógnita sobre futuros nuevos sonidos del grupo.

Canciones bien arregladas y la dosis justa de rock hacen de “El Colibrí” un paso adelante, y en una nueva dirección, en la historia de Zumbadores.

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