Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Rufianes

Moviendo la patita

Cronista: Gentileza: Pablo Gabriel Krause

27 de Febrero, 2008

Moviendo la patita

Rufianes llega a su disco debut, un álbum que hace del rocanrol su piedra fundacional.

Puede que, en lo que a apariencias respecta, la presentación artística de “Moviendo la patita”, el primer disco de Rufianes, no represente exactamente lo que uno está acostumbrado a ver en lo que a bandas de rock and roll se refiere. Y esto no es una falencia, más bien todo lo contrario. Un arte de tapa con una calidad de imagen e impresión envidiable, y una presentación que está al nivel de las bandas más importantes.

Pero a no engañarse, Rufianes es una banda de rock and roll, y eso es lo que se manifiesta a lo largo de las diez composiciones que integran su opera prima. Las guitarras están a la orden del día, ya sea para los acordes marcados o los toques bluseros, y la idea no escapa a lo que estamos acostumbrados: relatos de amor y de barrio, de esos que pueden ilustrar cualquier esquina de la vida cotidiana en Capital Federal.

Sin ir más lejos, la placa abre con “Todo está bien”, donde una guitarra delicadamente distorsionada acompaña la frase “yo vivo en un barrio que es muy especial… tengo una banda que hace rock and roll”. Una suerte de canto a la felicidad de tener un grupo de amigos que hace la música que quiere hacer.

Los amoríos aparecen en “No sé que hacer”, en donde nuevamente, los prolijos arreglos y un estribillo acertado parecen darle destino de hit. Podría decirse que la historia de “Noche Especial” va más o menos de lo mismo, pero con un toque bastante particular: las guitarras más marcadas y cortantes encierran el relato de un pibe que se enamora en el momento en que su chica le pide escuchar AC/DC cuando salen en su auto.

“Fin de Semana” intenta quebrar un poco la onda del disco hasta el momento, con una guitarra acústica y un ritmo más relajado, pero la enumeración de lugares comunes en los que un flaco va a la cancha, coronada con el coro de “Liniers, Morón, Merlo, ese bondi te deja bien”, terminan por forzando demasiado el intento de identificarse con el que escucha.

Precisamente, lo que sucede con “Moviendo la patita” es que, a medida que las canciones se van desarrollando, se percibe la sensación de que uno puede adivinar lo que va a venir. Ya sea en formato de guitarras fuertes como las de “Así”, o más amables como las de “Falta Tiempo” o “Desorientada”. Tan sólo “Me quiero escapar” parece apostar a un perfil diferente, con una melodía más oscura y un pequeño guiño hacia el punk rock.

Si bien la propuesta de Rufianes escapa a los golpes bajos que abundan en buena parte del rock and roll, lo cierto es que no logra romper con la monotonía de un género que parece dirigirse inevitablemente a la saturación. En el caso de “Moviendo la patita”, puede deberse a la sistemática referencia a historias de gente común, que al no contar con algún tipo de vuelta de tuerca en lo que a recursos se refiere, termina pareciendo demasiado forzado. Sucede que, si bien las canciones se presentan bien cerradas compositivamente, el balance del disco resulta bastante lineal al final de cuentas.

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