Ahora o nunca

“Dulce y meláncolico” es, además de la traducción al español de la genial película de Woody Allen “Sweet and Lowdon” (1999), una de las canciones elegidas por Cinerama, conjunto formado hace 4 años en zona norte, para formar parte de su primer material, “Ahora o nunca”. Y es en esta canción donde la banda demuestra el punto de encuentro entre sus dos pasiones: el cine y la música. Pero no sólo eso. Es también el tema en el que Cinerama mejor conjuga su música con su lírica por algunos momentos distante, pero instrospectiva, y por otros cercana, aunque esquiva.

Con base en el pop, y con algunos pocos momentos de rock, Cinerama tiene olor a proyecto solista. Es que Santiago Barrio, además de ser el compositor de todos los temas, es el encargado de cantar y tocar guitarras, piano, sinte y rhodes. Además, la banda tiene ese gustito a principios de los 90. Y aún más: muchas de las caciones del material tienen un sabor muy cercano a lo que fueron los primeros años de Juana la Loca o Turf, dos bandas con líderes muy carísmaticos.

Pero no todo queda ahí. En Cinerama se respira también las infleuncias de Charly García y Soda Stereo. Por eso, no es raro que Zeta Bossio haya supervisado la grabación de este disco y hasta se haya dado el lujo de tocar la pandereta en “Vas a estar bien”, la bandera pop melanco del disco. Sin embargo, hay algo de rock: “Ya entendí” tiene un tempo denso que marca pasos cortos hasta dar con buenas armonías vocales.

“El momentos es ahora”, canción que abre el disco habla de la necesidad de jugársela sin importar lo que pase. Un mensaje positivo algo naif. “Terror” marca distancia con el wha wha de Emiliano Horacio y “Salto mortal” se lleva quizá el premio al mejor tema del disco a fuerza de buenos trabajos vocales e instrumentales, sobre todo en el solo de viola.

En “Tango”, la banda saca chapa de calidad. El bandoneón de Tripa se mezcla con el juego con los sintes de Barrio y una base más caliente. Pero es “Escapar” la canción para conformar a todos: pop de corazones rotos.

Cinerama demuestra en su primer material que, a veces, no hay que innovar para hacer canciones agradables.