Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Ribera Blues

Todo el tiempo es un minuto

Cronista: Pablo Andisco

01 de Noviembre, 2007

Todo el tiempo es un minuto

Primer disco de Ribera Blues, un material que huele al sur de la ciudad

La historia informal de la banda tiene más de veinte años, cuando un grupo de amigos se juntaba a zapar en su barrio, La Boca. La etapa más profesional lleva cuatro años y desemboca en “Todo el tiempo es un minuto”, su álbum debut, que destila blues porteño en once canciones propias y un cover de Pappo, “Sube a mi voituré”.
 
El disco explora todos los márgenes del género, no sólo en la música y en las letras, sino también desde el arte de tapa: la perspectiva de las vías del tranvía, el empedrado de la calle de algún suburbio y entre medio de los rieles, el título del disco, en una tipografía que recuerda a los primeros trabajos de Memphis La Blusera.

Ribera Blues es básicamente un cuarteto: la base la conforman Jorge Mantero en bajo y Carlos Alvarez en batería. El guitarrista y compositor es Gaby Fiorentino, mientras que Berty Pinto aporta su voz modelo John Fogerty y que en la Argentina patentó Ricardo Tapia, de La Mississippi. Además, Christian Vizcalaza aporta teclados y Claudio Ingilde, el saxo, favorecidos por el espíritu de zapada que tiene el blues, y la apropiación de ello que hace Ribera: los temas están estructurados de manera tal que permiten el juego instrumental, principalmente los solos de guitarra de Florentino.

Entre los temas más destacados se encuentran “De la Ribera”, un R&B con una linda letra que reivindica el barrio de origen; “La marca en la pared”, un blues jazzeado; y la balada sureña “Ya sé”, ambas con la lírica del desamor propia del género; y “Cara de nada”, un rock and roll picarón, con el doble sentido como línea narrativa, una fórmula que repiten en “El Matafuego”

El boogie se hace presente en “Matate” y el blues en estado puro en “Todo el tiempo es un minuto”. El álbum cierra con “Sube a mi voituré”, una versión bastante cercana a la original, salvo por la voz de Pinto, esta vez en un registro más agudo.

Ribera Blues llegó al disco, un gusto que se dieron estos viejitos piolas, un material para degustar con un scotch en un bar algo venido a menos.

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