La Borgoña
Primer Trago
01 de Agosto, 2007
La Borgoña deja en claro en Primer Trago por qué se define como rock bebible. Un material que, pese a ser repetitivo, explota y convence.
Primer Trago, álbum debut de La Borgoña, muestra algunas de las vivencias recorridas por la banda en sus cinco años de vida. Un recorrido casi cronológico en el que exhiben historias de ruta, mujeres y alcohol a través del rock and roll, el R&B y el blues.
Con producción de Daniel Yaria, quien junto a su hermano fundó los Yaria Brothers (cultores de los ritmos antes expresados en los 90), el disco juega su intensidad al anecdotario en cuestión.
Por momentos al palo, por otros melancólicos, el grupo consigue congeniar todos los items necesarios de lo géneros expuestos para lograr un material lineal, rico en arreglos.
Sin embargo, el viaje en cuestión se torna, por instantes, repetitivo. Como si tratase de una carretera en círculos que no permite mostrar otras vertientes del rock and roll. Pese a esto, la propuesta gana con el aporte de la armónica de Fede López y el tridente guitarrero de Alejandro Marchese, Sergio Grigüelo y Pablo Strione.
El material arranca con “El doctor”, tema que permite identificar rápidamente la oferta de la agrupación a través de un rock and roll algo cuadrado que habla de los amores imposibles. En “Vértigo y acción”, inician su periplo por las rutas y demuestran su amor por los autos (“Mi máquina está que arde y no la detendré”). Y como todo viaje conlleva dejar algunas cosas atrás, la balada “Viajes maletas” gana en intensidad a medida que la distancia se hace más grande. Pero la aparición del sol en la solitaria carretera también trae recuerdos, de ahí la historia de la ranchera “Ya amaneció”.
Al promediar el viaje los personajes se transforman en anécdotas para contar, como la historia del “Viejo Miguel”, un hombre en el medio de la nada. Y si todavía desconocen su camino, las “Rutas del sur” los ubican en el medio de un viaje con futuro de playa y rock. A esta altura, la marcha parece volver a empezar con nuevos recuerdos sobre historias vividas (“Indecisión”), mujeres de ocasión (“Azucena”) y la alegría natural por la música (“Rock para Poncharello”).
Pero en “Calles de Tango”, parecen volver a perderse y de esta manera encontrar un nueva historia para contar a través de una balada oscura que se va tornando rock a medida que el personaje en cuestión se deja llevar por los vicios de la noche.
Primer trago es el resultado concreto de una banda que aspira a convertirse en una más de las tantas a las que les gusta recorrer los caminos infinitos. Un viaje sin matices, pero vertiginoso. Un disco de exclusivo uso carretero.
LEER MÁS
2022-04-29
2022-04-07