Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
Seguinos en
Banner

Pajarito Zaguri

El mago de los vagos

Cronista: Gentileza: Bruno Lazzaro

07 de Marzo, 2007

El mago de los vagos

La vuelta de un grande que fue pequeño en su época.

Pajarito Zaguri es, además de la persona que cierra por orden alfabético cualquier diccionario relacionado al rock, uno de los 5 portadores de la primera antorcha del rock argentino (junto a Moris, Javier Martínez, Tanguito y Lito Nebbia). Eso sí, a diferencia de los otros precursores de la gran movida nacional, su nombre no se convirtió en película, ni mucho menos.

Siempre ligado a una cultura border, se dice que fue él quien descubrió lo que más tarde se convertiría en la cuna del rock local: La Cueva. Pero no termina ahí su contribución. Como integrante de Los Beatniks grabó el primer disco del rock argentino, además de ponerle nombre a esa brillante agrupación de principio de los 70: La Pesada del rock and roll.

A Alberto García, el Pajarito le quedó cómodo en la primaria, mientras que el Zaguri llegó por la envidia que le tenía al entonces novio de la actriz Brigitte Bardott.

Cuarenta años después de ser uno de los instigadores de la movida local, Pajarito tomó vuelo nuevamente de la mano de un trabajo recopilatorio en el que incluye nuevos temas y “canciones del siglo XXI” cono él las llama. El mago de los vagos, nombre elegido para el material, está dividido en tres partes: Década del 80, Década del 90 y Siglo XXI.

Durante los distintos años puede verse como Pajarito, al comando de músicos de lujo (Alejandro Medina, Javier Martínez, Claudio Gabis, Moris, Blusero León y Raul Mono Fernández), logra mutar desde una base de rock and roll y tintes bluseros a un sesionista de jazz.

Temas como “Dame tu mejor canción” (en la que Zaguri le habla a su guitarra), “Un camión de rock and roll”, el clásico “Avenida Rivadavia” (Manal) y “Floresta” (un canto al mítico barrio porteño) son algunos de los pasajes que mejor pinta Zaguri en sus recorrida porteña y bohemia.

No se trata de una vuelta esperada, es de por sí un regreso obligado. En tiempos de rock and roll fácil y revisionismo histórico, Zaguri tiene las herramientas necesarias para conformar a propios y ajenos. Como si se tratara de un Korneta Suárez de los 60, el rock barrial se vuelve historia y toma vuelos insuperables en la voz de un roquero con estrella propia.

TODAS LAS FOTOS