Sigue tu maldicion

Hay dos caminos básicos que sirven de inicio para cualquier banda que tiene como fin hacerse un nombre. Hay quienes prefieren el fácil y toman un atajo a través de la famosa fórmula del hit. Pero hay otros a los que pareciera no importarles el resultado final sino el contenido.

No son muchos los artistas y grupos que consiguen, desde un vamos, las dos rutas. Más si se toma en cuenta que, salvo excepciones (Andrés Calamaro, el Indio Solari y otros), la fórmula del éxito todavía no tiene pasos a seguir que la confirmen. Lo que sí es más pronunciado es la tendencia que lleva al anonimato popular a aquellos que no especulan. Y esto queda expuesto, cada vez más, con la aparición de nuevas bandas que se agrupan en la búsqueda de un reconocimiento masivo sin importar la esencia. Por eso encontrar una banda que elige el lado inverso no es un dato menor.

Barrios Bajos abre en “Sigue tu maldición” un abanico de ideas rock interesante y lo nutre con un trabajo disímil para la insulsa escena local. Pese a que su estilo podría ser encasillado en el típico formato de banda de rock barrial el espectro es más amplio.

Canciones que podrían realzar materiales frígidos de grupos que sólo usan a los discos como excusa de venta de dos o tres simples se mezclan en un trabajo bastante abierto dentro del rock local. Otros temas, en cambio, tienen chapa y de la mano de buenos vientos bien podrían ubicarse, en un futuro cercano, como bandas de sonido para la sección culto del rock and roll integrada, entre otros, por Blues Motel, aunque no a muchos este rótulo les caiga bien.

No es poca cosa que una banda de rock que en su momento esgrimió todos los contenidos básicos para ubicarse como una más (entre todas las simples herederas de los Stones) haya virado su rumbo hacia una corriente menos popular, pero a su vez más abierta, sabiendo que los ingredientes necesarios para convertirse en figuritas rock estaban al alcance de su mano.

Algunos de esos pasajes para denotar sus cambios pueden sentirse en temas como el reggae rock “Don Juan”, el funky oscuro de “Bs As Piedrabuena blues” y en el rock enfermizo de “No ando bien”, con la colaboración en voz de Salvador (La Covacha). Mientras que otros como “Maldición”, “Maldito trago” (con Junior de La 25) y “El chiflado” (con Pity) confirman la buena predisposición de una banda con destino incierto.

Letras que navegan por la necesidad sexual, los tragos, el barrio y otras yerbas populares realzan un material que, pese a caer sobre el final (en la sección en vivo), termina bien parado.

Suburbanos como pocos, pero abiertos a otras culturas, los Barrios Bajos engendraron un modelo que promete a medida que crezcan dar buenos réditos.