Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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El Mendigo

Hasta Enloquecer

Cronista: Gentileza: Bruno Lazzaro

30 de Enero, 2007

Hasta Enloquecer

Rock con sentimiento, eso es lo ofrece El Mendigo en su segundo disco.

“Esas luces que me guían y tus gritos que me agitan. Las banderas al viento desplegar y un estandarte que no para de agitar. Por eso moriré, moriré por el rock and roll”, así describió Marcelo Lamenza, en “Moriré por el rock and roll”, lo que vive un músico cuando está arriba del escenario en pleno show. Y así Marcelo, sin quererlo, realizó la crónica de una muerte no anunciada. Marcelo era hasta el 30 de diciembre de 2004 el baterista de una banda de Agronomía llamada El Mendigo, y es desde aquella fecha uno más de los 194 muertos en la tragedia de Cromagnon. Sus amigos y compañeros de conjunto, pese al dolor de su pérdida y la de tres seguidores de la banda, decidieron seguir adelante con un sueño que había tomado alas tres años antes del angustioso final.

“Hasta enloquecer”, segundo trabajo del conjunto, contiene un poco de todo lo mencionado. Mama un poco de esa congoja por el amigo que no está, al que llaman “el mendigo eterno”, y engloban todos esos sueños en alegría para dar con un trabajo de calidad.

Ubicados en la senda que dejó Callejeros, con un valor agregado de una mixtura más amplia, el conjunto demuestra a través de canciones simples pero con llegada la pasión por el barrio, las quejas hacia la Iglesia, reclamos de justicia, la comunión con los suyos y la infaltable dedicatoria al amigo perdido.

El rock es la clave esencial en la que esta banda con futuro promisorio se mueve. Con algunos agregados como baladas hiteras (la encantadora “Bajo el mismo cielo” es de lo mejor del álbum) himnos gancheros (“Moriré por el rock and roll”) rockandombe noventoso (“Enloquecer”) y canciones oscuras (“Buscar buscarte”) El Mendigo saca a relucir esa amalgama sonora que no es nada nueva, pero sí destacada desde la calidad musical. Encima, el material cuenta con la compañía de un book de lujo en el que se destacan los dibujos de Fernando Ávila.

El Mendigo abre un abanico de canciones dispuestas a llenar oídos precoces. Una banda que apunta alimentar a una generación perdida. Rock con sentimiento.

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