Megadeth ha vuelto

La banda liderada por Dave Mustaine se reencontró con el público argentino en dos funciones en el Luna Park. Con el álbum número quince bajo el brazo, el guitarrista y cantante de una de las bandas de heavy metal más importantes del mundo irrumpió ante la oscuridad de un estadio colmado con "Prince of Darkness" y el clásico "Hangar 18".

"The threat is real", fue la primera en sonar de Dystopia, disco con el que Megadeth logró revivir su esencia y salir de la meseta que atravesaba y sin dudas el cambio de formación influyó en esto. El nuevo violero, Kiko Loureiro, y el baterista belga Dirk Verbeuren demostraron sobre el escenario una perfecta simbiosis junto al histórico bajista, David Ellefson y al colorado Mustaine.

"Tornado of Souls", "Poisonous Shadows", "Wake Up Dead", "In My Darkest Hour" y "Conquer or Die!" se sumaron a los clásicos que Megadeth supo cosechar en sus treinta y tres años historia. "Trust", incluída en Cryptic Writings (1997), "A tout le monde" de Youthanasia (1994) y "Dawn Patrol", del oscuro Rust in Peace (1990), fueron algunas de las joyitas infaltables.

Cuando el show parecía llegar a su fin, la escalofriante mascota que los acompaña, Vic Rattlehead, dio el presente en "Symphony of Destruction". Para coronar la vertiginosa velada, la banda estadounidense eligió "Peace sells", pero ante la insistencia del público, hubo otro bis, "Holy Wars...The punishment due".

Con el carisma intacto del Colorado Mustaine y una formación renovada, Megadeth hizo doblete en el Luna Park y ratificó su romance con el público argentino.