La Condena de Cain
Cómo no perderse
18 de Julio, 2016
El grupo llegó a Groove el sábado por la noche para presentar La perfección del caos, su quinto trabajo discográfico.
Pasaron poco minutos entre el comienzo del show y la llegada masiva del público. El frío, que atacó desmesuradamente, no atenuó las ganas del público de asistir a Groove para la presentación de La Perfección del Caos, el nuevo álbum de La Condena de Caín. “Hace mucho que veníamos preparando esto”, dijo el cantante Sawa Mielnik y sonó “En algo hay que creer…”, una pieza enérgica, que se sustentó, como muchas otras, en la batería de Daniel Jinkis.
En sintonía con el arranque, siguieron “Vuelo”, de Vendaval (2013) -trabajo anterior- y “El Secreto”, otra de las nuevas que apela a un sonido garajero. Casualmente, entre estas dos placas viró el eje del show. Por otro lado, al significativo aporte de Mielnik y Jinkis, se sumó el guitarrista Matías Westerkamp, conformando así la santísima trinidad de Caín.
De La perfección... también brillaron la cautivadora “Tiempos tan raros” y “Omar”, un tradicional rock & roll con destino de clásico, que ganó en intensidad a la hora de ser trasladada al vivo. En otro sentido, "Mar" mostró el pulido y cautivador costado cancionero del grupo, algo que se repitió en “Libertad”, de la placa anterior.
Apoyado en la guitarra de Westerkamp, el grupo mostró una interesante versión de “Viejo Topo”: grabada tres años atrás e incluida en Vendaval, el sábado lució un color moderno y fresco, propio de una evolución natural. El público lo agradeció.
Otra que mutó fue “Fuera de foco”, de La perfección..., que pasó de ostentar un sonido más techno a uno rockero, donde nuevamente la guitarra tuvo mucho que ver. No obstante, “Encanto” careció de la vehemencia necesaria que tiene en su versión de estudio.
Previo a la fecha, en diálogo con este medio, el grupo habló sobre las expectativas que generó La Perfección del Caos. Se palpaba incertidumbre, ya que la obra nunca había ido interpretada de manera íntegra, y era, además, el sucesor de Vendaval, un álbum bisagra para la banda. Pero si algo quedó claro el sábado, fue que la gente acompañó positivamente las nuevas composiciones de LCDC.